Demetrio Lluberes: un hombre trabajador y solidario



Por Cristino Guzmán

El ingeniero Demetrio Lluberes es un ser humano dotado de gran sensibilidad humana, cuando su pueblo lo necesita, de frente da la cara sin titubeo, es un hombre con una firmeza extraordinaria, se enfrenta a las
situaciones de manera decidida y con su trabajo beneficia de manera directa a nuestro pueblo y al país en sentido general.
Es un hombre que está al servicio de los mejores intereses del país con una integridad y respeto a la sociedad. Podemos ver su actuación directa en contra de la pandemia que está haciendo daño al mundo. El se ha enfrentado de manera directa a favor del pueblo, fumigando, repartiendo mascarillas y guantes; ayudando a familias necesitadas con sus propios recursos.
Es un ser humano que tiene una alta valoración por la existencia humana, actúa de manera sumamente silenciosa dejando entender que su interés no es político, pues su interés es resolver problemas sin tomar en cuenta color o raza.
Ha hecho un trabajo en estos difíciles momentos que vive el país, día y noche trabajando sin descanso en favor de los que menos tienen.
Cuando un hombre actúa movido por el interés de ayudar debe reconocerse por su trabajo en favor de quienes necesitan de su mano amiga.
Los pueblos están habido de hombres que de manera desinteresada movidos solo por la solidaridad de quienes les necesitan, estos hombre deben ser preservados como reservas morales.
En caso del Ingeniero Demetrio Lluberes es un activo de gran valor para nuestra sociedad que debemos de tener muy presente por su marcada actitud de bien en favor del país.
Es un hombre que donde se necesita está presente, sin buscar recompensa por trabajo, solo con interés de ayudar. Nuestra sociedad tiene un gran activo en este noble profesional, que en su caminar ha dejado huellas
imborrables en nuestra sociedad.
Ha trabajo de manera coordinada con Juntas de Vecinos, Clubes, Iglesias, Fundaciones y asociaciones, colaborando de manera directa con recursos propios, haciendo donaciones, para que estas hagan llegar a sus miembros, las ayudas entregadas, tenemos que dar gracias al todo poderoso, Dios del
Cielo por darnos un ser humano dotado de tanto sentimiento y tanta sensibilidad.
La grandeza de un hombre, es medida por la sociedad, cuando se comportan con apego al bien común y cuando actúan sin exigir recompensa por su trabajo.
El autor es profesor universitario y asesor en educativo.

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