POR EL VOTO DE LOS EVANGELICOS

Por Benito de la Rosa Pérez

No es casualidad que los políticos dominicanos incluyan en sus discursos fragmentos de textos bíblicos y busquen un cada vez más notorio acercamiento al pueblo evangélico, este nuevo ingrediente no significa en modo alguno que hayan reconocido que Jesucristo es el único camino para llegar al padre (Jehová), ojala y así fuese, pero entendemos que las razones son meramente estrategias para obtener nuestro favor electoral.

Ese interés se debe al crecimiento del sector cristiano no católico en República Dominicana, donde según el estudio hecho por la encuesta “El Barómetro de las Américas” la población evangélica pasó de un 12.1% en el 2008, cuando éramos aproximadamente 9.5 millones de habitantes a un 26 % en el año 2019, lo que implica un crecimiento porcentual de más de 100% en los últimos 11 años, es decir, aproximadamente tres millones de personas que profesamos la fe cristiana en las congregaciones evangélicas, esto ubica a la República Dominicana en el tercer lugar de los países con mayor población

cristiana no católica en América Latina, solo superada por Honduras (44.7% de evangélicos), con una población aproximadamente de 9.6 millones de habitantes y Guatemala (36.1% evangélicos) de una población aproximada de 17.3 millones de habitantes. Este notorio crecimiento representa una importante fuerza decisoria en un proceso electoral.

Lo lamentable de la anterior realidad es el aparente desconocimiento del poder que representamos en la sociedad para hacer prevalecer y promover los valores que nos caracterizan.

Hoy, ante la amenaza de sacar la Biblia y el nombre de Dios de las escuelas, de los hogares y de nuestros símbolos patrios, se hace urgente la unidad del pueblo evangélico y de quienes quieren una sociedad mejor a fin de preservarlos y devolverlos a los lugares de donde lo han excluidos.