Por Elvin Sánchez
Son inmerecidos los torpedos, los afanes de construir ruidos, de fabricar argumentaciones respecto a la administración municipal de San Cristóbal. Hemos dicho y ahora reiteramos, que la transparencia y credibilidad es el principal logro de la gestión del paisano Nelson Guillen.
Es evidente el ambiente de confianza hacia la autoridad municipal. Pretender denostar esta realidad, es como nadar rio arriba. Claro, no todo es 100 %, pero la voluntad se encamina a ese propósito.
La historia de regidores y síndicos está muy bien registrada. Muy escasos son los regidores que han logrado avanzar desde esa posición.
El pasado reciente nos lleva a una triste lectura, los regidores de mejor desempeño y que anidaron la denuncia al desastre de gestión, ninguno fue valorado para continuar en el concejo municipal o en otro estamento de elección. Tampoco se puede negar el derecho a disentir que tienen ediles, mucho menos herir con razonamientos odiosos.
El San Cristóbal de hoy necesita la unidad y armonía para caminar hacia la solución de sus problemas presentes y la agenda del futuro.
Los regidores crecen más, son más creíbles si aplaudieran y reconocieran la trascendental labor del buen ciudadano alcalde de la urbe.
La defensa a la gestión jamás se justifica con denuestos y descalificaciones. Es tiempo de unidad, de juntar piedras, de comprensión y de tolerancia. Vamos a ayudar desde cualquier esquina o escenario para la solución de mercado, transito, espacio público, educación ciudadana, medio ambiente, limpieza y aseo de la metrópoli. La administración de la ciudad va bien.
El autor es abogado y dirigente nacional del Partido Revolucionario Dominicano.
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