Luis Abinader va por nuevas oportunidades para reactivar y relanzar la economía


Para Luis Abinader la crisis económica provocada por la pandemia propicia al país oportunidades para impulsar, con nuevos bríos, una estrategia de expansión y desarrollo en el que ningún sector quede rezagado, ya que toda la economía será articulada como un plan de inclusión y concertación de propósitos entre los sectores público y privado.

Las micro, pequeñas y medianas empresas, el sector agropecuario, las zonas francas, otras empresas de exportación, la industria, el turismo y el comercio serán parte de un plan en el que la suma de fuerzas y esfuerzos harán de la República una potencia de desarrollo económico y social en toda América Latina.

El gobierno que viene con el cambio busca un nuevo enfoque del desarrollo, haciendo que el crecimiento económico se convierta en una realidad social, económica e institucional incluyente, que propicie la prosperidad y la igualdad de oportunidades para todos los dominicanos.

A partir del próximo 16 de agosto, el Presupuesto General del Estado (PGE) se convertirá en un verdadero instrumento de desarrollo, asegurándonos de que los ciudadanos y los actores no estatales tengan oportunidades efectivas de participar en forma directa en el debate y la discusión pública sobre el diseño, la implementación y la revisión de las políticas fiscales.

El PGE será sustentado en principios, tal como el de programación, que ordena que todo presupuesto público esté basado en las políticas, objetivos y metas establecidas en el programa de Gobierno del Cambio.

Que los recursos deben ser gastados exclusivamente en los objetivos establecidos en el presupuesto, por lo tanto, toda partida presupuestaria tendrá que ser medida por sus resultados e impacto en la calidad de vida de la gente, conllevando a la elaboración de un presupuesto por resultado.

De aquí que será necesaria una revisión profunda a la estructura del Estado, dotándola de eficiencia y eficacia al menor costo, poniéndola al servicio de la ciudadanía y que permita asignar los recursos en función de la misión de cada institución, generando una alta disponibilidad de recursos al evitar el despilfarro, por consiguiente, conllevará la unificación de órganos e instituciones que realicen las mismas funciones.


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