Carta pública a mi amigo Hilario Lachapelle


El teclado de mi maquina, mi pluma, mi pensamiento, mi militancia jamás han tenido ni aroma ni color ni sonido ni fragancia de abyección. 
Desde muy temprana edad nos iniciamos en las lides deportivas; debo reconocer que siempre fuiste estelar en los equipos de baloncesto, volibol, beisbol, futbol, ajedrez…además, hicimos la ruta completa por la escuela pública y el dulce periplo por la secundaria. No eres un extraño para mí, y creo, tampoco lo soy para ti.
El municipio de San Cristóbal ya tiene color, va por buen rumbo, se encaminan los mejores esfuerzos para sacarlo del atolladero histórico heredado. Nelson Guillen es un buen ciudadano, un extraordinario sindico, un ser humano sensible, siempre preocupado por el bien común. Del buen desempeño de la administración municipal se puede hablar como una verdad asumida por el colectivo. 
Mi dilecto y especial amigo, crecimos en el barrio Villa Valdez, tu casa en la Jesús de Galindez, la mía, la vieja casona de la Pedro Renville, muy pocos metros separaban nuestros ronquidos nocturnales. De mi primera novia fuiste el articulador del plan de conquista; organizaste la celebración de mis 15 años; juntos a otros jóvenes lideramos la formación del club José Martí; te convertiste en columna de mí andar en la dirección del movimiento estudiantil y de nuestra organización el Feflas.
La ciudad que nos vio nacer tenía, al momento de Nelson Guillen asumir la rectoría, rostro de abandono, mirada triste, seños compungidos…frustrada la esperanza y casi muerta la fe. Todo era un desorden, todo era oscuridad…y un buen hijo ha devuelto la luz, la expectativa y fortalecido la confianza. Hoy nuestra ciudad es otra, admitirlo y reconocerlo no puede estar condicionado a límites partidarios, beneficios particulares y prebendas propias de este medio clientelar.
Tu dedicación a la educación y organización deportiva acumula meritos importantes a tu imagen pública; tener la capacidad de reconocer y respetar en ti esas cualidades, debe ser motivo suficiente para que no permita que las calenturas políticas te conduzcan por caminos nublados y equivocada jerarquización de las diferencias. 
El trabajo de dos años de la presente gestión municipal, supera todas las demás en más de medio siglo; el gasto de los dineros de la ciudad se ejecuta con estricto apego a la ley 176-07 y las normas y sistema de control del estado; hablar del trabajo en aceras, contenes y badenes, de la semaforización, de la construcción de canchas y parques, de la eficiencia en la recogida de los residuos, y el asfaltado de calles, es simplemente reiterar lo que la ciudadanía reconoce y bien valora.
Tu designación como sub-director del INEFI en el cuatrienio 2000-2004, alegró y contentó mi corazón, sentí en lo más adentro de mi ser que contigo llegábamos todos tus amigos de viejas andanzas. Cada peldaño hacia la cima del éxito de nuestra generación, es motivo y razón fiesta.
Ahora bien, guardar silencio, ser indiferente a los avances tangibles e intangibles de la gestión de nuestro Nelson Guillen, es algo que no va conmigo; regatear la trascendencia de los planes para mercados, transito y movilidad, limpieza y embellecimiento del centro histórico, es un acto de mezquindad, de pobreza, de inmadurez y fanatismo torpe.
Querido amigo, soy formado, bien lo sabes, templado como el acero, invulnerable a denuestos; alejado toda la vida a buscar ni recibir favores de ninguna naturaleza; el oportunismo y el ventajismo jamás ha tenido cabida en mi conducta social y política. No defiendo a Nelson Guillen, porque de nada hay que defenderlo. Sólo resalto el buen rumbo que lleva la ciudad con su administración y las expectativas de lograr más soluciones que eleven la calidad de vida de los sancristobalenses.
Decir que la gestión municipal es un modelo de eficiencia y decencia, no es un invento ni fruto de la imaginación de nadie, sino resultado del correcto proceder del conjunto que conforma la corporación edilicia y de quien la lidera. Quiero destacar que ni ayer ni hoy, NUNCA, nunca he tenido vínculo laboral con el ayuntamiento, toda vez que mi postura publica respecto a esta histórica gestión municipal, obedece al interés de que la administración de la urbe este a partir de ahora adornada con ciudadanos de bien ganada reputación, credibilidad y prestigio, cualidades que son propias en el amigo Nelson Guillen.
No hay que venir de otro país, de otra ciudad, de otra latitud para ver la evolución, el cambio, el avance en el aspecto ético y material del ayuntamiento de hoy; la ciudad tiene un buen timonel, un conductor con alto sentido del deber y claro concepto del compromiso asumido.

Saúl fue el primer rey de Israel, ungido por mandato de Dios por Samuel el último de la era de los jueces. Pasado un tiempo, Dios se sintió defraudado por el rey Saúl. Empezó a mandar señales de su predilección por David, el menor de los hijos de Jesé. El rey Saúl en varias ocasiones ordenó asesinar a David, Jonathan hijo de Saúl conocedor de los planes de su padre, advertía a su amigo David, y este escapaba de las malvadas pretensiones. La lealtad mostrada de la amistad del príncipe Jonathan y David ha trascendido por los siglos. David es el segundo y el más importante de los reyes de Israel...
Realmente la administración municipal luce tímida para enfrentar aspectos neurálgicos como el caos en las avenidas Libertad y Constitución, lo que tiene que ver con el espacio público y recuperación de las áreas verdes robadas por particulares. Pero esto ni afecta ni oscurece el maravilloso trabajo que realiza la alcaldía de San Cristóbal. Por el contrario, son desafíos para la ruta de gestión.
…el vinculo de hermano y de amigo, esta revestido en oro, cimentado en los mejores sentimientos y valores, alimentado con la pureza del alma… donde no hay cabida ni espacio para maledicencias.
‘’Hay quienes parecen amigos pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano. Proverbio 18:24.’(NTV).
Ayudar a adecentar el ejercicio de la actividad política, social, comunitaria… construyendo ciudadanía responsable, que permita tener un liderazgo decente y consistente en San Cristóbal y el país, es la razón de mis escritos en CADA DOMINGO. 
Te reitero buen amigo, Nelson Guillen no necesita de defensores, porque de nada hay que defenderlo; no necesita de escribanos, porque su obra habla sola; no urge de voceros, porque cada ciudadano del terruño en su mirada, en su sonrisa expresa satisfacción y confianza en la administración del hijo de y Cocó y Pepé.
No podemos controlarlo todo, lo importante es mantenernos honorables…frente a tanta miseria…

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