
José Rafael Sosa
CANNES. La idea de que el buen cine supone grandes temas y elevadospresupuestos, queda
fuera de uso cuando se disfruta de una poética visual, radicada en la sencillez
de una vida sin alternativas visibles, marcada por los quehaceres domésticos y
signados de pronto, por cambios inesperados.
Cuando una historia de este carácter, tiene a dos jóvenes directoras que
nunca antes han hecho una pelÃcula y que tienen el reto de evidenciar que
pueden hacerlo al más alto nivel y
cuando tienen a dos de los mejores intérpretes latinoamericanos del cine, las
locaciones que ofrezcan un marco novedoso
y solitario, entonces hay que arrellanarse en el rojo asiento de la Sala
Debussy en el –Festival de Canes, porque lo que ha de llegar, con seguridad, es
una sorpresa inolvidable. Y asà fue.
La novia del desierto, ópera
prima de las directoras argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato, ha sido eso: la narración desarrollada
con buen pulso de una existencia previsible, partiendo de un concepto que fue
mejorado bastante en su etapa de redacción y que fue premiado
internacionalmente por más de una institución de esas expertas en apoyar cuando
tras un proyecto, hay rastros de talento verdadero.
La producción es un
poderoso cuento de amor capaz de
desafiar cuanto se podÃa pensar que era razonable y medido.
Cotidianidad y rupturas
entrelazan sus redes para que una Paulina GarcÃa (Gloria), quien hace de
Teresa Godoy, una mujer de 53 años que ha vivido haciendo oficios
domésticos en para familia de clase media acomodada, y que, de pronto, se ve
fuera de su ambiente, compelida a viajar al desierto de San Juan para cambiar
de trabajo.
Su dominio del personaje es
pleno y sin dudas mágico. Transmite el vivir y la previsible vida de una mujer
no amante de cambios cruciales.
Paulina GarcÃa, que nos llenó
del gusto por el buen cine con Gloria,
es una figura interpretativa fundamental de Chile y de América latina.
Junto a ella un actor argentino,
Claudio Rissi, actor de cine y teatro y de quien ha de recordarse su
desternillante actuación en Nueve Reinas, fenómeno del cine argentino del año
2000, que arropó los Premios Cóndor de Plata, cargando con 7 de los 10 premios
a los que estaba nominada.
Las dos directoras los
seleccionaron en plena rebeldÃa del impuesto estereotipo de belleza protagónica de
la industria marcada la juventud eternamente mantenida por los recursos de la
ciencia estética, por medidas precisas
del cuerpo y por pelo rubio y ojos azules.
Esta hermosa mujer, (la Paulina)
cincuentona, con arrugas que asoman y una hermosa sencillez de su pelo canoso,
y el (el Claudio Rissi), pasado de libras, descuidado en la apariencia, pero
con un don especial para manifestarse con afecto y proximidad, logran un
concierto de actuaciones.
Esta cinta, que dejó en sus
espectadores en Cannes ese placer tan
inmenso como indefinible yse
transformófinalmente, en uno de los
más altos gestos de consistencia del
cine latinoamericano.
Un fenómeno previo
La
cinta de Atán y Pivato ganó el premio Ópera Prima del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales
Argentina y el Fondo de Fomento
Audiovisual de Chile..
En la Berlinale
Co-ProductionMarket en el marco del 66º Festival Internacional de
Cine de BerlÃn,fue seleccionado como
prioritario junto a otros 19 proyectos,
provenientes de 11 paÃses.
En el
programa Cine en Construcción del
Festival de Toulouse ganó el
premio más importante: todos los servicios de postproducción por parte de las
empresas colaboradoras y una beca del CNC para trabajos de postproducción a
realizar en Francia para la pelÃcula premiada.
Ficha
Técnica
TÃtulo:
La Novia del Desierto
Dirección
y Guión:Cecilia Atán y Valeria Pivato
Género: Drama afectivo
Productoras:
El Perro en la Luna y Haddock Films, Ceibita Films, Zona Audiovisual, Flora Films y AH Cine con el apoyo del
INCAA
Productor: Gabriel
Pastore
Director
de FotografÃa: Julián
ApesteguÃa
Director
de Arte: Sebastián
Orgambide
Diseño
de Vestuario: Beatriz
Di Benedetto
Talentos:
Paulina GarcÃa (Teresa Godoy) y Claudio Rissi (El Gringo).
Sinopsis
Teresa, una mujer de 54 años que trabaja como empleada doméstica en una
casa de familia en Buenos Aires, refugiada en la rutina de sus tareas. Pero
tras la decisión familiar de vender la casa y luego de años de servicio, Teresa
queda a la deriva. Sin alternativas, acepta un nuevo empleo en la provincia de
San Juan. Poco inclinada a viajar,
iniciará una aventura a través del desierto. Hechos y personajes inesperados le transformarán la vida.
EVALUACION: 9 DE 10 PUNTOS POSIBLES
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