Por Edith Gómez

Si aun asà haz asumido el reto de emprender. Eso es excelente pero es mejor
conocer cuáles son los miedos más comunes que pueden llegar a familiarizarse
contigo.
A lo sumo puede que te
identificas o te prepares para determinar cómo superar los miedos antes de su aparición. Los
mismos son:
11)
Quedar desplazado en
una guerra de precios
Notarás, una vez al entrar en el mercado o al analizar
el mismo, que es muy habitual el encontrar éstas guerras de precios, ya que son
parte de las estrategias más agresivas que permiten a cualquiera entrar en un
mercado
Por supuesto, nadie está absuelto de esta
situación. Se debe estar preparado
y buscar oportunidades dentro del propio mercado. Por ejemplo:
a. Observar el segmento
del mercado más desatendido o los clientes más insatisfecho y que puedas influenciar, o consideres poder.
b. Aprovechar la ventaja en los precios mientras la
competencia reacciona.
c. Aportar valor en tu
producto o servicio de manera que la diferencia de precios sea compensada por mejor calidad.
2) Que otros emprendedores se copien
Bueno,
es posiblemente inevitable. Siempre una buena
idea inspira otras. Pero, una cosa es una idea y otra muy
distinta es la ejecución de esa idea.
Puede
que sientas ese sentimiento que genera la posesión de oro puro y la ambición
que le darÃa el mismo a cualquiera, pero ciertamente, para un iniciado, es
difÃcil distinguir el oro de la tierra y para saber que tiene valor y que no,
es importante pedir una opinión (o muchas).
Para
ti, emprendedor,que lees esto, considera que las transformaciones que experimentan las ideas cuando pasan a la
segunda fase, son grandes.
Por
eso es mejor que las compartas, que
recibas feedback, que enriquezcas esa idea con las opiniones de los demás.Céntrate
más en la necesidad que estás cubriendo y ábrete a la posibilidad de generar soluciones más allá de tu idea.
AllÃ
está la clave, y por eso no debes sentir miedo. Pueden copiar la idea, pero nunca será fiel y exacta.
Cuando pases a la siguiente fase ya habrás evolucionado tanto, que el “copiador”quedará atrás.
Por no
mencionar que, en la segunda fase de tu emprendimiento, cuando ya tienes un plan de negocios y has probado tu producto mÃnimo viable, ya puedes
protegerlo legalmente, con patentes o derechos de autor, marcas comerciales, etc.
3) Perder el equipo de trabajo
Sin
duda alguna, el hacerlo suele ser algo muy doloroso, sobre todo la parte de
reponerlo.En ese caso, lo ideal es que los miembros del equipo se dividan
responsabilidades y las tareas para abarcar esa falta en el emprendimiento,
aunque eso no será suficiente.
La
superación en ámbitos personales y laborales son necesarias para que un
individuo logre sentirse realizado, y por lo tanto, feliz y completo. Para un
auténtico lÃder, es bien sabido el valor que tiene
la motivación para el equipo o subordinados en el
trabajo.
Al
encontrar la fórmula perfecta, ninguno de los que
forman parte de tu proyecto querrá abandonarlo, y es allà cuando se perfecciona
el emprendimiento.
Algo
que valoran mucho los miembros de un equipo de trabajo es la conciliación de la vida laboral con la familiar, también incentivos como
por ejemplo retribución
flexible. Todo lo que se pueda para mantener el equipo
cohesionado y motivado.
4) Proveedores irresponsables
Las
situaciones no siempre se encuentran en nuestro control, en ocasiones cuando
todo parece ir “viento en popa” con tu clientela, puede pasar que notes que ha hecho una mala selección al confiar en la calidad, o en el tiempo de entrega
que prometió aquel hombre para resurtir tu almacén.
Es
ideal buscar a los mejores. Reconocerlos es fácil; la responsabilidad los
identifica.
Otra
manera de evitar estos problemas, es establecer un punto de pedido (una vez que
alguno de tus recursos llega a cierto número, solicitarlo. Y asà evitar
quedarte sin él inesperadamente).
5) Miedo a arriesgarse
Por supuesto, el simple hecho de querer empezar, ya
puede traer tu primero miedo.Para esto, reflexiona, “¿Vale la pena?, ¿atraerá
ganancias buenas?”. No todas las ideas son oro pero muchas merecen su el
riesgo.
Cada idea tiene sus puntos fuertes, rescátalos y
mejóralas;Analiza, compara, estudia, modifica, adapta y ¡a trabajar!
6)
Miedo al fracaso
Todos al principio tenemos miedo a fracasar en nuestros
planes, sean cuales sean. De hecho, lo más seguro es que antes de lograr nuestro éxito tendremos que
pasar por varios fracasos.
La clave está en cuál es la
interpretación que le das al fracaso. Si crees que fracasar es que todo acabó, que es el
fin, una catástrofe, etc. Claro que hay que tenerle miedo. Pero hay que verlo
por lo que es en verdad; una nueva oportunidad.
Emprender un proyecto y fallar, es una experiencia que
adquieres y que sabrás como actuar o qué hacer para evitarla. Nada es mejor que
tener experiencia en los fallos para llegar a la cima. Aprender de tus errores
para crecer, es parte de la vida.
7)
Espionaje corporativo
Pueda aterrar la idea de ser
espiado y que, tengamos todo el dÃa la idea de “¿Qué dato crucial le habré dado
hoy a la competencia?”. Este es un método muy frecuente y que puede ser usado
por cualquier persona.
Existe un tipo de investigación que no es dañina. Es
la que pones en práctica para estudiar
tu competencia, para buscar un valor diferencial. No es preciso ni necesario
adentrarte en terreno enemigo para ello, puedes entrevistar o encuestar a tus
clientes para entender a la competencia y darle a tu servicio un plus o mejorar
en justo lo que ellos flaquean.
Pueden un surgir un centenar
de preguntas, si ves que la tuya no está aquÃ, empieza tu emprendimiento por la
caja de comentarios. ¡Adelante!
Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing
digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada
noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más
aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
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