No es nuestro propósito impartir
una lección de este arte de gestión, como lo es la planificación, mas bien,
expresar algunas inquietudes que rebotan en mi mente constantemente, con
relación al porque del sitial que ocupamos en los estudios y ranking
internacional con relación a la educación. Desde la década de los noventa las
autoridades educativas han presentado propuestas innovadoras a seguir, que nos
conducirían a posiciones comparativas de excelencia académica con países con características
homologas o parecidas al nuestro. Entonces, que ha pasado?
Producto de la
Conferencia Mundial Educación para Todos, celebrada en Jomtien (Tailandia), en
marzo de 1990, con la concurrencia de un gran número de países, se arribo a la
firma de varios acuerdos, entre estos, las necesarias y urgentes reformas a realizar
al sistema educativo, especialmente, en los países en desarrollo. Es por tanto,
que para finales del año 1992, la Republica Dominicana, elabora y da a conocer
el Plan Decenal de Educación 1992-2002, propuesta ambiciosa, llena de esperanza
y expectativas para el sector educativo,
concebido a implementarse en un periodo de 10 años.
Transcurrido el
tiempo, el Consejo Nacional de Educación, el 7 de febrero del 2001, convoca e
informa al país la decisión de iniciar el proceso de formulación de un nuevo Plan
de Desarrollo, instrumento guía que conduciría al sistema educativo al logro de
los objetivos estratégicos esperados por los diferentes sectores de la sociedad
para el periodo 2002-2012.
Es entonces,
cuando se somete el Plan decenal anterior a su proceso de evaluación, surgiendo de esta el documento, “Diagnostico
de la Educación Dominicana”, base para
la formulación del nuevo instrumento de planificación.
Los resultados
de este levantamiento en realidad fueron inimaginables, mostraban escasa
participación de la sociedad civil en la ejecución del plan, ausencia de un
sistema claro de monitoreo, control y medición de la calidad, no se evidenciaba
una definición de objetivos consistentes con la disponibilidad de los recursos
humanos y financieros, marcada debilidad en la implementación de políticas de
desconcentración y descentralización en la administración educativa, y autonomía
cero de la escuela. De igual forma, se pudo constatar grandes dificultades para
desarrollar el nuevo currículo y la inexistencia de los enfoques regionales y
municipales en este, tanto para los niveles de básica y media.
Hasta la fecha, se han presentado otras propuestas
pero con igual suerte. Sabemos lo que queremos pero no como obtenerlo. Hacer
que las ideas funcionen es un reto mayor que crearlas y no se podría justificar
el éxito por la falta de recursos, ya que para todos los casos, ha habido
disponibilidad y apoyo de toda índole. No es cuestión de financiamiento y
personal calificado, es cuestión de ejecución, de dirección, hasta el momento.
Muy bien lo ha
expresado el autor español, Ángel Díaz “no es posible dar reglas universales
que funcionen en todas las circunstancias, ya que la voluntad de los actores
dirigen los resultados hacia una u otra parte”. Una solida dirección y ejecución
es crucial. Es evidente el desafío que presentan las autoridades educativas, el
éxito es el resultado de una serie de decisiones o acciones integradas a lo
largo del tiempo, es un proceso. Se debe desarrollar un sistema de gestión
capaz de establecer los indicadores de medición necesarios que permita en cada momento ser capaces de
conocer la eficacia de las acciones, sean estas de previsión, monitorización,
realización, seguimiento y control, para así, garantizar el éxito programado.
Hay una luz al final del túnel, mas ahora,
después de esa larga lucha y empoderamiento de la sociedad, que ha logrado el
compromiso de las autoridades dominicanas de aprobar y aplicar el 4% del
producto interno bruto para la educación, presupuesto que debe manejarse
apropiadamente en procura de que se produzcan las transformaciones necesarias
que conlleven a mejorar la calidad del
sistema educativo dominicano.
Un llamado a la
reflexión, al sector educativo dominicano, más ahora que contamos con una ley
que establece la Estrategia Nacional de Desarrollo, considerar si lo fuese necesaria,
la revisión de la propuesta educativa existente y hacer énfasis en los planes
operativos anuales que dan sustento a su ejecución, para evitar que se repita
la historia.
No hay excusa
para que nuestra población carezca de una educación digna, solo necesitamos de
la sapiencia del manager y la actitud
positiva de los jugadores del equipo, PLAYBALL.
ING. HECTOR BAEZ SOTO, MSC, MA
Maestría Informática Educativa, Iona, Estados
Unidos
Estudios especializados en Planificación Estratégica
Estados Unidos, España y Republica Dominicana
PSD:
Miembro Foro Educativo
Email:
hbaez13@hotmail.com
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