CRONICA DE UNA SESION DEL AYUNTAMIENTO DE CAMBITA GARABITO

Regidores se ahogan entre un vaso de leche y la corrupción de la gestión pasada.
El pasado miércoles 15 de septiembre asistimos a la sesión ordinaria que celebró la nueva alcaldía. Era la número cuatro desde la instalación de las nuevas autoridades municipales. Una agenda sin par ocuparía la atención del honorable alcalde y de los honorables regidores.
El consejo municipal lo preside Aquiles Zapata. Anuncia la apertura y ordena a la secretaria la lectura de los puntos de agenda. Dispone que el punto 12 sea el uno, porque la Fundación del Dr. Jiminián anunciaría un acuerdo de trabajo y cooperación con la alcaldía. De hecho ya se ejecuta. Si usted está muy enfermo y no cuenta con recursos económicos, diríjase al alcalde, y éste lo enviará al mayor centro de filantropía médica: la clínica Jiminián.
“Como el amor con amor se paga” el filántropo también vino a convencernos de las bondades de la ARS RENACER. A esta hora todos los empleados deberían estar afiliados.
Luego vino lo del vaso de leche para los empleados de limpieza, los que recogen la basura de Cambita. El munícipe Tomás Reenville introduce el punto. “Protejamos los obreros que día tras día se exponen a contraer alguna enfermedad contagiosa. Es mejor prevenir.”
El alcalde y los regidores blancos se opusieron al vaso de leche para los “recogebasuras”. Las precariedades halladas y la quiebra del cabildo les impide gastar tres mil pesos mensuales en leche. Los morados defendieron la iniciativa. Tras 15 minutos de “debate” aprobaron el vaso de leche para “cuando el ayuntamiento pueda”.
Luego los honorables regidores, por qué los regidores son honorables, no sería mejor hablar de representantes o mandatarios, la honorabilidad se gana con el trabajo y la honestidad, ¿se puede decir que los anteriores regidores fueron honorables?, me excusan por este largo incidente, decidieron analizar la seguridad ciudadana. Determinaron que con varias bombillas se resolvía el problema. Se habló del rol de la policía municipal, del cuartel nuevo, etc. No sé qué se aprobó finalmente.
La ley 176-2007 se comenta, pero no se lee. Debe ser lo contrario. Se lee el texto y luego se comenta. Esto para no hacer del texto un pretexto. Y la ley estaba ahí, en la mesa concejal, cerca de los testículos y vaginas de los ediles.
Ahora discutiremos la solicitud de apertura de una mina de arena del general retirado, el de los aguacates, benefactor de Cambita, el municipio gigante de Pachén y Luis. El general habla de sus grandes aportes a las gentes cambiteras. Lo de la mina será extraordinario. No creará dificultades al municipio, ni a las gentes.
Porque aquí somos idiotas para no reconocer que el descalabro de una montaña representa el más duro golpe al ecosistema y al medio ambiente. Representa un daño irreparable al sistema hídrico y un elemento perturbador y propiciador de la erosión de los suelos cercanos. Sobre todo si pensamos que la montaña por destruir soporta y abastece varios arroyos.
Pero para la nueva alcaldía esto no es trascendente. Sólo pidieron que el material extraído se transporte en camiones de menos de siete metros. Cuánta ignorancia.
Aprobado. Qué curiosa fue esa sesión. Todos los puntos se ratificaron a unanimidad. No hubo disidencia ni minoría. La oscuridad se cobija debajo del consenso absoluto. Pero como el “ayuntamiento está trabajando” todo camina viento en popa.
Se hizo un paréntesis para sustituir a la elegante secretaria del consejo municipal de seis pies por una de 5.5”. Razón: la de seis pies haría mejor trabajo en Contabilidad. Qué argumento del presidente Zapata.
La honorabilidad de la sesión se hizo presente cuando decidieron conocer las actas de las sesiones del distrito municipal de Cambita El Pueblecito. Nadie las conocía, pero fueron sancionadas. Los honorables de El Pueblecito estaban muy ocupados, por eso no se atrevieron a presentar formalmente las actas. Si algún regidor quería preguntar algo sobre las actas, quién le contestaría. Pero avanzamos, la gestión de Apolinar ni las mandaba, porque nunca hubo.
Ahora venía el drama final. El informe de la alcaldía y del alcalde. No es lo mismo, aunque se presentan indicios de que se quiere que sea así.
El alcalde presentó excusas por no terminar el informe, debido a la muerte de Kiko Chopí, el valioso compañero.
La alcaldía nueva en cuatro meses no ha podido recibir el informe de la gestión anterior. Muchos cuentos y esperas, pero las famosas memorias no aparecen.
Las deudas de las motocicletas y los embargos ocuparon las primeras oraciones del síndico. Se acabó el relajo de las ejecuciones judiciales. Ahora somos nosotros que vamos a demandar. Eso se le ocurrió. Pero la millonaria deuda de los Delta y Nipponia continúa. Y seguirá dando carpetas. Son casi 40 millones.
Vino la descripción del extraordinario operativo de limpieza que se ejecuta. Se compraron dos camiones al vapor. A nombre del ayuntamiento, porque aquí nada se comprará a título personal. No se sabe de dónde salieron los dos primeros pagos de la compra. Tal vez se tomaron prestados.
Para las actuaciones nada se ha tomado cuenta de la LEY 340-06 de compras y contrataciones.
La yipeta estaba financiada y debía seiscientos mil pesos. Para qué el síndico anterior tomó ese dinero, no se sabe. Tampoco si el libro de ingresos consagra ese dinero. Pero se honró el compromiso. Ahora la yipeta es del ayuntamiento.
Se hablaron de los préstamos personales de LUIS Y PACHÉN. La pareja del siglo. Algunos se pagarán, otros no. A propósito, ¿puede una entidad pública tomar dinero prestado en efectivo a un particular, aún con la aprobación de la sala capitular? La ley autoriza tomar préstamos a entidades financieras debidamente registradas por la Superintendencia de Bancos. El derecho público norma las actuaciones y procedimientos de las instituciones públicas, sean centralizadas y descentralizadas. La LEY 340-06 Y SU REGLAMENTO DE APLICACIÓN ordena todo lo concerniente al asunto.
Porque un asunto sea aprobado por la sala no significa que sea legal. La ignorancia es criminal, muchas veces.

A lo último hablé yo, pero ya no había gente. Sólo cansancio, por el maratón edilicio de cuatro horas.
cambiniasa@gmail.com

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