Reverenda Cristina Gregorio de Peña imparte taller "Vuelve a reír"

María Cristina Gregorio de Peña, pastora Principal de la iglesia Tabernáculo de Salvación y Alabanza  hizo un llamado a las familias dominicanas y a las instituciones  a tratar con amor y cariño  a cuidar  a los adultos mayores.
Al impartir un taller sobre la recuperación del humor en el acto de inauguración de una casa hogar para adultos mayores  Fundación de Mujeres Salomé Ureña,  la Pastora Cristina Gregorio de Peña afirmó que los adultos mayores necesitan cariño para vivir con calidad.
En 1997 la Pastora Principal a la Pastora María Cristina Gregorio de Peña y como pastora Administrativa a la Reverenda Bellanira Milagros Bello, llegaron a República Dominicana  en 1997 provenientes de la Iglesia Brooklyn Tabernacle que pastorea el Obispo Jim Cymbala para trabajar con la comunidad desarrollando programas que impactan la vida de miles de dominicanos y dominicanas en toda la geografía nacional y desarrollando campanas contra la trata humana, el abuso infantil el bulling y todo tipo de abuso.
La Iglesia Tabernáculo de Salvación y Alabanza está apoyando durante varios años ha apoyado de manera ininterrumpida a la Fundación de Mujeres Salomé Ureña, que dirige laTamarah Santana,  en sus proyectos comunitarios dirigidos a los adultos mayores con la finalidad de contribuir a mejorar la calidad de vida y fortalecer los servicios del Programa Integral de Atención y Prevención de Salud que está ejecutando esa fundación.
La pastora María Cristina Gregorio de Peña y directora nacional de Operación Bendición RD, institución que realiza donaciones de medicamentos a hospitales, fundaciones e iglesias,  destacó la importancia de la risotearía en los adultos mayores.
Durante el taller "Vuelve a reír", la pastora Maria Cristina Gregorio de Peña indicó que la risotetapia trata de recuperar nuestra risa interior Y EXTERIOR, esa risa que trajimos como equipaje al nacer, que desarrollamos durante la infancia y que luego fuimos perdiendo debido a las normas sociales. La risa tiene el efecto de liberar tensiones, bloqueos y modificar el estado general del organismo aumentando su sistema defensivo-inmunológico.
La pastora Cristina Gregorio sostuvo  que una buena risa, calurosa y contagiosa, permite deshacerse del estrés, las preocupaciones y la depresión. Toca el núcleo emocional de las personas y alivia los sentimientos de soledad y aislamiento.
Además de ser un remedio para la enfermedad, la risa produce pensamientos positivos y reduce las tensiones. Ayuda a salir de la depresión emocional y brinda una perspectiva positiva de las cosas. La terapia de la risa ayuda a aliviar enfermedades crónicas, mejora la movilidad y la comunicación personal y hace trae armonía a las relaciones interpersonales.
La Pastora María Cristina Gregorio de Peña destacó  la importancia que la Palabra de Dios le da al buen humor.
“El buen humor hace bien al organismo; si el espíritu está triste los nervios se deprimen”, como indica proverbios 17:22.
Hizo un llamado tanto a más autoridades gubernamentales como a las distintas ONG que trabajan con personas de la tercera edad para que desarrollen programas en procura de que los adultos mayores conserven el buen humor.
Afirmó que se debe enseñar a los jóvenes a honrar a las personas ancianas. “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor” Levítico 19:32
Las personas ancianas deben ser tratadas con respeto. “No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre… a las ancianas, como a madres”. 1 Timoteo 5:1-2
Los ancianos deben ser valorados por su experiencia. “La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez”. Proverbios 20:29
Los jóvenes pueden aprender lecciones valiosas de los ancianos., “Aun en la vejez y las canas, Oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir”. Salmo 71:18
Hay consejo para las personas de tercera edad. “Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”. Tito 2:2-5

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