La delincuencia es la cabeza visible de uno de los tantos males en laRD, se
recrudece cada dÃa, como la hierba mala no deja que las buenas plantas crezcan
y como el cáncer no se cura.Es
multifactorial y tiene raÃces profundas, su historia y su forma muy particular
de presentarse.
Es que cuando los delincuentes se dan cuenta que en las autoridades hay arenas
movedizas, vacÃos de poder,como consecuencia de la corrupción y otros delitos de Estado, cuando observan debilidades,
bandos y porciones que les favorecen,
complicidad con su accionar,cuando ven que no se ejerce la autoridad que ha sido conferida, por el voto popular, y que
por consiguiente los elementos que a estos les pondrÃan freno se dejan de lado
o no se toman en cuenta, entonces estos se aprovechan y se hacen dueños de todo
el hábitat, manipulan, extorsiona y ponen
sus propias reglas, como acontece en la actualidad en la República Dominicana.
Fuentes:
La fuente primaria de la delincuencia, a mi juicio, aunque no la justifico
deriva de la desigualdad social. El 90%
de la población dominicana históricamente ha sobrevivido a duras penas; el
resto, es decir, el otro 10% lo tiene absolutamente todo. Existen 7 u 8 familias,
a lo sumo 10 que dominan: cielo, mar y tierra, son los que ponen los presidenticos
de turno, corrompen a los polÃticos, a militares, trafican con mercancÃas, con
drogas peligrosas a gran escala, trata
de blancas y todo tipo de negocios ilÃcitos. Son la falsa aristocracia del barrio
dominicano.
Sistema económico:
Este capitalismo tardÃo y atrasado, parafraseando al profesor Bosch, en RD
no entiende que, a la fuerza trabajadora, a la gente simple, a los pobres y a
la población en general, hay que darle participación de las riquezas generadas
en su territorio. Esto garantiza mayor demanda de productos y servicios, por
consiguiente, el retorno de las facilidades económicas otorgadas a la clase
consumidora. Es preciso dar servicios de calidad, un estado de derecho real y la
posibilidad de una vida digna. Eso trae consigo la autoprotección de los
intereses de esa minorÃa dominante, ciudadanos con la estima alta, disminución
del crimen y otros delitos menores, por consiguiente aumento de sus riquezas, y
como consecuencia, incremento de su poder.
Historia e identidad cultural:
Una segunda fuente, y no menos importante, radica en el plano estrictamente
cultural e histórico. Si retrocedemos a nuestros orÃgenes como nación, no ha de
sorprendernos quienes han sido nuestros ancestros. Casi todo dominicano lo
sabe, venimos de: piratas, filibusteros, ladrones, del residuo social español y
esclavos africanos. Esta rabiza social afro-español, nos legó las normas de
conducta y de convivencia, de ahà viene
nuestra forma de actuar, vestir, hablar y de comportamiento, a grandes
rasgos. Heredamos malas costumbres
españolas y el complejo de inferioridad de los esclavos, africanos. Por eso somos como somos fanfarrones y bulteros.
El dominicano se rechaza asà mismo (baja estima), tiene paradigmas
culturales erróneos y absurdos, para nosotros lo que no es blanco y de origen
europeo es feo, también le llamamos pelo malo al crespo, y pelo bueno al lacio,
es decir, irreconocemos la función esencial del pelo, solo por citar par de
detalles, pero existe un montón de estigmas negativos en el seno de la sociedad
dominicana, se observa también de manera
muy marcada una de doble, triple y hasta cuádruple moral,asà como una sociedad
exageradamente conservadora.
La excepción a las reglas:
En contraste con todos estos elementos negativos, encontramos una porción
de la población dominicana que es muy trabajadora, noble, buena, religiosa,
ingenua, creativa, talentosa y bondadosa. Lo que nos da la idea de que no todo
esta perdido, a pesar de haber al menos tres generaciones que han ido al
abismo, que quiere todo fácil, con un marcado mal gusto por las artes y rechazo a las buenas costumbres, pesimista, grosera y de una visión de futuro muy pobre.
Sueños de cambio:
Como la sociologÃa no se equivoca, conforme a los cambios sociales y de
actitud que en el discurrir del tiempo una sociedad debe experimentar, como todo cambia y se transforma, presumo que para
la década del 2050 al 2060 y subsiguiente tendremos: una población que reclamara sus derechos
individuales, exigente con las autoridades, sin racismo, que demandará servicios de calidad, un auténtico estado de derechos, una sociedad que lee e
investiga, con identidad étnico cultural, tendremos comerciantes y polÃticos
éticos, policÃas amigos de la población, periodistas que ni perviertan ni trafiquen
con sus palabras por una borona, auténticos medios de comunicación, crÃticos y
al servicio de la gente, el negocio de las droga legalizado, sin feminicidios,
respeto a la libertad de culto, respeto a las minorÃas diferentes, como a los
homosexuales, una sociedad que no mate a los niños para luego vender sus
órganos, y probablemente una sociedad con niveles humanos y de decencia
apropiados.
El ámbito polÃtico partidario y la justicia:
Solo me voy a referir al PLD, pues ha sido gobierno los últimos 20 años, y voy
a tratar de ser imparcial, hay que
reconocer que aunque a un costo altÃsimo, por la inmensa corrupción, los
gobiernitos del PLD, pueden exhibir algunas infraestructuras importantes, asÃ
como el fortalecimiento de algunas instituciones, y debilitamiento de otras,
fortalecida ha sido el caso de la JCE, y la reforma que impulso Leonel Fernández,
en la administración pública, yo tengo un diplomado en Administración publica,
realizado en la RD, en el 2015, o sea tengo objeto de causa. Debilitadas: para
citar solo una: la administración de justicia, pero hay varias.
El Código Procesal Penal Dominicano:
Un código bajo el cual se va administrar justicia, no debe ser copiado de otra sociedad, en su totalidad,
quizás la forma de redacción, el orden de los artÃculos, el alcance en el marcoteórico,
pero no asà las normas perche y su
esencia conceptual, en las cuales deben
ser considerados, elementos culturales y el comportamiento de la delincuencia
local. En la elaboración de este código, deberÃan participar: sociólogos,
psicólogos, psiquiatras, médicos, sacerdotes, militares, abogados, Juntas de
vecinos, expertos en elaboraciones similares, los partidos polÃticos, y la
representación de los organismos colegiados. Un código garantista, como es el
código Procesal Penal Dominicano, es aprovechado por abogados marrulleros, y
por los delincuentes, para cometer fechorÃas y delitos, pues saben que les favorece,
y eso también favorece el incremento de los niveles de delincuencia.
Si retrocedemos 15 años atrás, y observamos lo que habÃa que hacer para
obtener un acta de nacimiento, hoy dÃa es como del cielo a la tierra, sin
embargo, en contrapartida a estos elementos positivos, el PLD va a dejar una
impronta, un legado histórico, negativo e inesperado, pues no se suponÃa que un
partido de “Liberación Nacional”, en su concepción, en sus gobiernos se habrÃa
de incubar fenómenos como el sicariato, incremento del tráfico de drogas y la
alta delincuencia que en la actualidad se observa, la denegación de justicia,
estregar tanta riqueza en medio de tanta pobreza, la irresponsabilidad de las
autoridades, la corrupción, el dispendio, etc., son generadores de alta delincuencia
y son una herencia de los gobiernos del PLD.
Si estableciéramos una media de los delincuenticos rateros actuales, no llegarÃan
a 22 añosprecipita, lo que quiere decir, que nacieron y crecieron en los
gobiernos del PLD, lamentablemente. Quien escribe este artÃculo fue miembro de
esa organización polÃtica, durante los últimos 25 años, yo conozco la esencia.
Finalmente, si la sociedad dominicana no se asume como tal (Negros y
mulatos en un 85%), si se empecina en ser lo que no es, ni va a ser, si las
autoridades no llevan a cabo el papel que el pueblo ha puesto en sus manos,
sino entiende que el fenómeno de la delincuencia es esencialmente producto de
la falta de autoridad, de la desigualdad social, del comportamiento de la clase
dominante y polÃtica, si seguimos pensando como entes primitivos, dando
prioridad al dinero, a algunas alhajas, ropita y cuestiones esencialmente materiales,
por encima del conocimiento, lo ético y lo humano, si seguimos pateando los artistas y
por consiguiente a la cultura en sentido general, si no se investiga, y nos
olvidamos de querer todo fácil, sino replanteamos
la RD actual, si no nos respetamos como nación, jamás nadie nos respetara y
seremos el tuyo que hoy dÃa somos.
El autor es músico cantautor y contador público.
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