El llamado de Asís


Editorial del periòdico El Camino correspondiente  domingo 25 de septiembre 2016
El encuentro de los principales líderes religiosos del mundo celebrado el ­pasado 20 de septiembre en Asís nos llena de esperanza. Esta ciudad italiana, cuna del admirado san Francisco, sirvió de escenario para congregar a cristianos, ­musulmanes, judíos y dirigentes de otros credos para rezar por la paz.

El año 1986 vio nacer esta jornada, iniciativa de san Juan Pablo II, y que han continuado sus sucesores. En los últimos años le ha todado al papa Francisco ser el anfitrión de este hermoso momento de oración y unidad.

“La paz que invocamos desde Asís no es una simple protesta contra la guerra, ni siquiera el resultado de negociaciones, compromisos políticos, o acuerdos económicos, sino resultado de la oración. Buscamos en Dios, fuente de la ­comunión, el agua clara de la paz que anhela la humanidad: Ella no puede brotar de los desiertos del orgullo, y de los intereses particulares, de las tierras áridas del ­bene­ficio a cualquier precio y del comercio de las armas”.

Dentro de los motivos que inducen a la guerra, los participantes en el Encuentro Interreligioso de Asís subrayaron: Ansias de poder y de dinero, la codicia de quienes comercian con las armas, los intereses partidistas y las venganzas del ­pasado. Luego nos presentan las causas que subyacen en el conflicto, mencionando la situación de pobreza, injusticia y desigualdad, la explotación y desprecio por la vida humana.

Nos piden que seamos artesanos de la paz, y mirando la realidad dominicana, creemos que trabajar por la paz conlleva luchar contra las causas que generan la violencia, entre ellas las desigualdades sociales irritantes que vemos a nuestro alrededor; ofrecer a los jóvenes alternativas de una reali­zación plena que les motive a llevar una vida sana y no refugiarse en las drogas y el alcohol; que se busquen soluciones reales a los graves problemas que padecemos, como la inseguridad ­ciudadana, que continúa, y la falta de un salario justo, que le permita a nuestras familias vivir con dignidad.

Por último, que tengamos un país en donde nadie esté por encima de la Ley, no importa la posición que ocupe en los partidos ni en el tren gubernamental. Recordemos al papa Paulo VI cuando nos decía: Si quieres la paz, trabaja por la justicia.

Publicar un comentario

0 Comentarios