Hemos observado
que en pasadas elecciones congresuales y municipales, muchos alcaldes, alcaldesas
y regidores que no fueron favorecidos nuevamente con el voto popular, abandonaron
sus despachosy sus funciones, perdieron el contacto con la gente, se olvidaron
hasta de recoger la basura, dejando sus municipios totalmente abandonados.
Esta actitud,
ademĂĄs de ser una irresponsabilidad y un irrespeto a los munĂcipes, constituye
una flagrante violaciĂłn a la ley, constituyendo un acto delincuencial, lo que
conlleva la acciĂłn de la justicia, porque hay que cumplircon las funciones asignadas
hasta el Ășltimo minuto. OjalĂĄ que estas amargas experiencias no vuelvan a
repetirse esta vez.
Se olvidaron de que
fueron electos por cuatro años (en las elecciones del 2010, por 6), que sus
funciones culminan el 16de agosto, a las 10 de mañana, momento preciso en que
se realizael traspaso de mando entre las autoridades salientesy entrantes.
Cuando no se
logra retener una posiciĂłn electiva, se debe respetar la institucionalidad
establecida constitucionalmente, sirviendo hasta el Ășltimo minuto. Esta es una
excelente oportunidad para demostrarle a la ciudadanĂa su verdadera vocaciĂłn de
servicios. El funcionario se valora cĂłmo termina, no como comienza.
Se debe entender
que el mundo no termina ahĂ, que vendrĂĄn nuevas jornadas, que hay que aprender
de los errores cometidos; reflexionar por quĂ© los munĂcipes no lo favorecieron
con sus votos; en qué se ha fallado, cuål fue su nivel de participación, cuåles
fueron sus reacciones ante las demandas que se les hicieron, si se actuĂł con
humildad, o por el contrario, se actuĂł con prepotencia, arroganciay
engreimiento; si la posiciĂłn fue utilizada para servir a la sociedad o para
servirse de ella, etc.Para cada una de estas interrogantes, de seguro que se
tendrĂĄ una respuesta satisfactoria.
Ya hoy en dĂa, para
ser alcalde, la primera condiciĂłn que Ă©l o la aspirante a esa posiciĂłn debe
reunir, es que sea una persona con capacidad gerencial, tener amplios
conocimientos sobre las normativas vigentes, tales como: ley176-07 de los
ayuntamientos,la 170-07 de los presupuestos participativos municipales; la 340-06,
sobre compras y contrataciones pĂșblicas; la 423-06 de Presupuesto General del
Estado; la 6-06 de CrĂ©dito PĂșblico, entre otras.
Debe ser una
persona austera y no manejar los recursos pĂșblicos alegremente. Tener presente
que la sociedad los estĂĄ vigilando; ser transparente, informar oportunamente
sobre el manejo de los fondos pĂșblicos a los Ăłrganos de control.
Si concluyen
bien su gestiĂłn municipal, es posible convertir la derrota en victoria, pues se
retiran con la frente en alto y podrĂan volver aspirar, pues cuatro años
transcurren rĂĄpidamente. Si se concluye mal, difĂcilmente se pueda lograr el
favor del pueblo, que es el soberano.
Cuando no se es
favorecido por el voto popular, se debe ser mĂĄs eficiente, transparente y dejar
todo bien organizado, para que el nuevo incumbente encuentre todo en orden:
preparar todos los informes, los estados
financieros, el estado de ejecuciĂłn presupuestaria; tener un control absoluto de
todos los compromisos e impuestos por pagar; las cuentas por cobrar; preparar
un inventario de todas las propiedades y bienes del ayuntamiento, tales como: maquinarias,
equipos pesados y de transporte; inmuebles, muebles y equipos de oficina; una
relaciĂłn de todos los contratos formalizados y legalizados; que todos los
balances de las cuentas por pagar y de las cuentas bancarias estén conciliados;
que los cheques tengan todos sus soportes, que las documentaciones estén bien
protegidas y organizadas; preparar una
memoria de toda la gestiĂłn municipal.
Los nuevos
incumbentes, al momento de iniciar sus funciones, deben proceder a confirmar que
todos los documentos que soportan la situaciĂłn encontrada, son coherentes con
la realidad; se deben verificar los compromisospendientes por pagar y que estén
correctamente soportados.
Se deben
conformarlas comisiones de transiciĂłn para el traspaso de mando; jamĂĄs se deben
poner obstĂĄculos a las nuevas autoridades. A estas hay que suministrarles todas
las informaciones que sean requeridas. Durante la transiciĂłn, no se deben asumir
compromisos de deudas, ni tomar decisiones que afecten o comprometan la gestiĂłn
de las prĂłximas autoridades, tales como: aumento de sueldos, compra de
maquinarias y equipos; realizar nuevas concesiones o contrataciones; préstamos,
ventas de solares, ĂĄreas verdes y espacios pĂșblicos;cobros de arbitrios sin
recibos legĂtimos; otorgar permisos para la instalaciĂłn de estaciones de
combustibles, asĂ como la creaciĂłn de deudas ficticias por operaciones
fraudulentas.
Se debe actuar
con prudencia y aferrado a la Ă©tica pĂșblica, preservando y conservando el
patrimonio municipal, con lo que se estarĂa contribuyendo con la buena
gobernanza. Nunca actuar como en otrora, que se procedĂa a vender los equipos,
los bienes e inmuebles, asĂ como a desaparecer o incendiar las documentaciones,
con tal de no dejar huellas de las malas prĂĄcticas administrativasy
financieras.
Cuando rendimos
cuentas, contribuimos con el fortalecimiento institucional, con la
transparencia, con nuestra democracia, pero sobre todo, con la municipalidad
que tanto soñó nuestro patricio, Juan Pablo Duarte.¡Actuemos aferrados a las leyes y a los principios Ă©ticos, para que
luego no tengamos que arrepentirnos!
El autor es Contador PĂșblico Autorizado
y Miembro del Pleno de la CĂĄmara de Cuentas de la RepĂșblica
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