A los pueblos no se les puede desairar, tampoco engañar, porque y aunque no se perciba, reĂºne fuerzas de a poquito para reclamar. La ilusiĂ³n democrĂ¡tica a la que fue convocado en 1963 y en la que participĂ³ entusiasta, le fue despojada abruptamente.
Sin el golpe de Estado de 1963 y sin la firme voluntad del pueblo dominicano de procurar su bienestar en democracia, no es posible explicar los acontecimientos de Abril de 1965 que se sucedieron en la RepĂºblica Dominicana.
Dos años despuĂ©s, en 1965, estallĂ³ en RevoluciĂ³n armada comandada por soldados y oficiales valientes respetuosos de la voluntad popular.
Euclides GutiĂ©rrez FĂ©lix, politico, historiador, combatiente de Abril y destacado funcionario del gobierno revolucionario, recuerda cĂ³mo la conspiraciĂ³n se tejiĂ³ desde el mismo triunfo de Juan Bosch en las urnas.
Juan Bosch era un sabio, dice GutiĂ©rrez FĂ©lix. Se habĂa formado en el exterior. SabĂa cĂ³mo hacer polĂtica. Del estudio de Eugenio MarĂa de Hostos habĂa aprendido que la polĂtica es pedagogĂa. Como narrador y observador de las calamidades de los pueblos latinoamericanos aprendiĂ³ cĂ³mo construir su relato polĂtico. En Cuba conociĂ³ de las mejores tĂ©cnicas de mercadeo polĂtico de su tiempo.
En poquĂsimo tiempo, andando por las calles, hablando por la radio, saludando, explicando la razĂ³n y raĂz de sus problemas y desafĂos de forma sencilla, amena y directa, Juan Bosch se ganĂ³ el cariño, la razĂ³n y el entusiasmo del pueblo dominicano. Su programa democratizador fue votado con mĂ¡s del 60% de los votos.
Bosch fue una sorpresa para los grupos opuestos a la democratizaciĂ³n de la vida dominicana, explica el historiador y polĂtico GutiĂ©rrez FĂ©lix.
El inmenso talento, la sabidurĂa de Bosch, los sorprendiĂ³. Y los indispuso contra el gobierno democrĂ¡ticamente elegido.
No esperaban que Juan Bosch ganara y que derrotara a Viriato Fiallo, el candidato preferido. Inmediatamente despuĂ©s del triunfo electoral, aĂºn sin haberse juramentado, comenzaron a conspirar hasta derrocarlo el 25 de septiembre de 1963.
La de hoy es la primera de tres historias que nos ayudĂ³ a hilvanar Euclides GutiĂ©rrez FĂ©lix.
Recordar a Juan Bosch, tenerlo presente en la cotidianidad de la acciĂ³n polĂtica, es reafirmar la decisiĂ³n democratizadora del pueblo dominicano y la construcciĂ³n de una Patria libre y solidaria.
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