De la incubación de pollos a la incubación de empresas


De la incubación de pollos a la incubación de empresas 
Si bien es cierto que las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) constituyen una absoluta mayoría entre el universo de los negocios que existen en el mundo, no menos cierto es que así como estas nacen y se multiplican rápidamente, también tienden a desaparecer.
Muchas investigaciones y esfuerzos se han encaminado en las últimas cinco décadas a los fines de determinar las causas de la mortandad de las unidades productivas de menor tamaño y, en efecto, procurar la puesta en marcha de políticas y acciones efectivas que tiendan a minorar esa deprimente situación.
Los estudios sobre el desarrollo y evolución de las MIPYMES que la Comisión Europea y otros organismos internacionales han venido haciendo desde hace años en distintas partes del mundo, arrojan que de cada 10 empresas que nacen, 7 desaparecen durante los primeros 12 meses, lo que significa que tienen una sobrevivencia de apenas un 3 por ciento.
Hay naciones que son 8 y hasta 9 de cada 10 las empresas que desaparecen del mercado antes del primer o segundo año de fundada, debido a una gama de deficiencias y factores.
Contrario a esa dramática realidad, el modelo de desarrollo empresarial basado en la Incubación de Empresas, tiende a reducir de manera clara y evidente ese elevado índice de mortandad de las empresas.
De acuerdo con estadísticas de la National Business Incubation Association (NBIA), de Estados Unidos, entre el 87 y el 90 por ciento de los negocios graduados, egresados de las incubadoras, continúan siendo rentables después de un período considerable.
Esta realidad es la responsable de que en la República Dominicana se haya estado produciendo últimamente una verdadera transformación en políticas de desarrollo empresarial, que incorporan el fomento de nuevos emprendimientos y la promoción de una nueva mentalidad que valoriza la actividad productiva innovadora y la de alta tecnología a los fines de lograr una mayor competitividad.
Una reciente investigación del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) basado sobre la actividad emprendedora en el país arrojó que la edad promedio del emprendedor dominicano oscila entre los 34 y 42 años de edad, y con un nivel de estudios secundarios.
El estudio del GEM ubica a la República Dominicana en el 5to lugar –de 55 naciones que participaron en la investigación- entre los países con mayores iniciativas emprendedoras. Lo que significa que somos una nación de emprendedores.
¡Y eso! ¿Qué es incubar empresas?
 Las Incubadoras de Empresas son programas de asistencia y capacitación, donde –en un ambiente protegido- se orientan, asesoran y acompañan a emprendedores y empresas nacientes para que, con todo el éxito garantizado, puedan ver hecha realidad sus ideas o proyectos de negocios.
Estas formidables herramientas de desarrollo, a lo largo de las últimas décadas, han venido jugando un rol importantísimo en el desarrollo económico y social de las comunidades, regiones y países que las utilizan.
El objetivo fundamental de las Incubadoras de Empresas –que se caracterizan por la búsqueda constante de innovación- ha sido prestar asistencia en los primeros años de existencia de una empresa, precisamente en el momento en que ellas son más vulnerables, a los fines de lograr que al final del programa sean empresas exitosas y sostenibles, y procurar, como señala Rami Tervomaa, director del Travel Park Incubator Network de Finlandia, que “cuando las empresas despeguen, de verdad vuelen.”
Además, la misión básica de las incubadoras consiste en disminuir a su mínima expresión el riesgo de fracasar al comenzar una empresa. Su norte es garantizar empresarios exitosos, que administren negocios rentables y autosustentables al momento de salir del ambiente protegido de la incubadora.
En efecto, esos proyectos que se gradúan generalmente son de vanguardia y producen  o se sustentan en nuevas tecnologías que aseguran crear productos o servicios que tienden a mejorar la competitividad de las naciones y la calidad de vida de las personas.
Las experiencias vividas en diversos países del mundo indican que normalmente el periodo de incubación dura entre 18 meses, 2 y 3 anos, pero que, frecuentemente, cada año se gradúa un 30 por ciento de las empresas incubadas.
Este formidable y exitoso instrumento de desarrollo data desde finales de la década de los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial. Se inicio ante la necesidad de que nacieran con sostenibilidad en el tiempo una buena cantidad de MIPYMES para suplir una oferta de espacio físico y crear nuevos empleos en una localidad Norteamericana.
El proceso comenzó a usarse por primera vez en 1959, cuando, Joseph Mancuso, instaló la primera Incubadora de Empresas tradicional o multipropósito en la ciudad de Batavia, en Nueva York, Estados Unidos. Posteriormente quedó establecida una Incubadora de base tecnológica en California.
Los temas: Apoyo puntualizado a las unidades productivas de menor tamaño, respaldo a los emprendedores, la incubación de negocios y a los encadenamientos productivos están en la agenda del sector privado, de algunas academias y del Presidente de la República Danilo Medina, todos los cuales les vienen prestando la debida atención y luego –Dios mediante- darle un gran impulso.
EL AUTOR es escritor y dirigente del PLD. Reside en Santo Domingo.

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