UN NECESARIO TRAGO AMARGO EN EDUCACIÓN


Sin lugar a dudas que la educación dominicana está empantanada desde hace décadas y no han valido las revisiones curriculares, pues en muchos casos quien diseña no capacita y quien capacita no domina lo diseñado.

Los puestos directivos no necesariamente van en función de la formación para el mismo y en casos recurrentes quienes toman las decisiones lo hacen en función de como era cuando ellos eran y no en función de la debida renovación de los tiempos.

Entre muchos de los elementos que componen el problema, está la gran cantidad de docentes que ya se sienten cansados, desmotivado, muchos ya no son entrenables, no por falta de capacidad sino, porque les quedan pocos años activos y no ven necesario el estrés de una formación si en pocos años saldrán del sistema.

Recordemos que en la pasada evaluación de desempeño casi de 23 mil docentes quedaron en rango mejorable y casi 25 mil quedaron en rango bueno ( básico); ambas cantidades sumadas representa el 73% de la matrícula del profesorado en aula.

Estas cifras no pone en entredicho las capacidades de los evaluados, más bien, cuestionan la funcionalidad del sistema, pues la evaluación de desempeño y los concursos de oposición docente se diseñan en función de las seis competencias docentes definidas por el sistema en 2011 y publicadas en 2014 en el documento Estándares Profesionales y del Desempeño para la Certificación y Desarrollo de la Carrera Docente.

¿Qué pasa con este documento? Que el docente no lo conoce, nadie les ha formado en función de, las universidades egresan profesionales pero formados de espaldas a estas competencias, el brazo formador del MINERD que es INAFOCAM diseña y monta sus capacitaciones sin tomar en cuenta este conjunto de competencias y el docente domina una cosa pero se le evalúa otra.

En adición a lo dicho anteriormente, cuando un docente entra al sistema, la inducción en el centro y en colectivo la encabeza en gran medida, docentes que no necesariamente están actualizados en el enfoque curricular vigente y multiplican los puntos huecos de la formación.

¿Qué hacer entonces Dr. Furcal? Tomando en cuenta que hay un gran número de colegas no entrenables por quedarles menos de 5 años activos y por otro lado un gran número de egresados de las universidades sin experiencia pero entrenables, proponemos lo siguiente:

Todo el docente con más de 20 años en el sistema y edad de 55 años, si él desea irse del sistema, hacer los arreglos legales de lugar y jubilarles con su salario total; es preferible pagarles sentados y en su lugar designar un entrenable; ojo; siempre y cuando ese profesional desee acogerse a esta opción.

Hay aún muchos docentes que pasaron el concurso y no han sido designados; están en banco de elegibles pero el sistema los necesita, por eso hay contratados.


Recordar que tenemos un currículo del año 2015, todos somos nuevos, todos debemos reaprender, no vale la experiencia acumulada para un aprendizaje en contexto nuevo, por lo que, solo la disposición a reaprender nos hace útiles.

Si tiene 29 años en sistema pero está dispuesto a reaprender, es entrenable, tiene 33 años en sistema pero no quiere irse porque se siente con deseos de seguir y es entrenable, se queda, pero si tiene 22, 25 y está cansado, deseoso de salir del sistema, se acoge a esa opción con 100% de beneficios y en su lugar se coloca un entrenable.

Todo esto oxigenaría el personal de aula y con el más alto respeto los profesionales cansados o enfermos podrían ir a casa y disfrutar su jubilación, de igual manera todo el que esté dispuesto a seguir sirviendo aunque tenga tiempo cumplido, puede optar por quedarse.

Currículo revisado y actualizado, nueva modalidad de enseñanza, nuevos aprendizajes diseñados y nuevas tecnologías para los mismos, pero no podemos echar vino nuevo en


odre viejo.

Por Rubén Franco

Periodista, Locutor y Profesor

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