
Alfredo Cruz Polanco (alfredocruzpolanco@gmail.com)
La República Dominicana es el segundo paÃs en el mundo con la mayor ocurrencia de accidentes de vehÃculos de motor y con la mayor tasa de muertes y heridos. De todos los accidentes de tránsito que ocurren, según cifras estadÃsticas, en el 60% de ellos está involucrada una motocicleta.
Recientemente se aprobó ley 63-17 que crea el Instituto de Transporte y Tránsito Terrestre-INTRANT, la cual tiene unos 40 reglamentos para su aplicación. La misma contiene una serie de normas para la organización del tránsito vehicular, estableciendo un sistema para la conducción de las motocicletas pero lamentablemente no existe un sistema para su ordenamiento y control.
El parque vehicular del paÃs es de alrededor de unos 4,500,000 vehÃculos, de los cuales el 54% son motocicletas (2,430,000), la mayorÃa de las cuales carece de registros y de matrÃculas.
El uso de las motocicletas como un medio de transporte particular y de pasajeros, en un paÃs carente de un transporte masivo suficiente (metros, autobuses articulados, teleféricos), se ha convertido en un mal necesario, en una fuente de empleo, aunque muy informal.
La Dirección General de Aduanas (DGA), la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y el INTRANT urgentemente deben propiciar un mecanismo que dote y facilite de matrÃculas, registros y de licencias a los propietarios y conductores de motocicletas, pues además de organizar el tránsito, facilitarÃa importantes labores que son imprescindibles para la seguridad ciudadana del paÃs, como es la identificación de las personas accidentadas, las motocicletas que son sustraÃdas y deshuesadas; el ordenamiento en distintas paradas y cooperativas de motoconchistas, asà como para perseguir a los actos delincuenciales y criminales, pues muchos de estos son realizados en motocicletas, por la facilidad de escapar.
La DGII, asà como hace con las agencias de vehÃculos, que les otorga marbetes provisionales hasta tanto se gestionen las placas originales, luego de una rigurosa inspección fÃsica, asà también debe hacerse con las motocicletas. La DGA debe otorgar los registros de las motocicletas importadas, pues muchas de las agencias que las distribuyen no los otorgan, ya que estas ingresan al paÃs como piezas.
Se deben crear facilidades para motivar la obtención de estos documentos, a un costo mÃnimo, lo que le generarÃa importantes ingresos al estado dominicano. Los propios sindicatos o gremios de motoristas deben colaborar para la agilización de estos trámites, lo que irÃa en su beneficio.
Todos los vehÃculos que circulan en las calles deben pagar un impuesto para poder hacerlo. Hasta la década de los años sesenta, una bicicleta se consideraba como un vehÃculo y pagaba un impuesto para poder transitar, por lo que en este aspecto hemos retrocedido.
Se debe iniciar una intensa campaña de orientación y concientización ciudadana a través de las distintas alcaldÃas, las gobernaciones provinciales y el INTRANT, por radio y televisión, para reducir la cantidad de accidentes de tránsito que diariamente ocurren, los cuales les cuestan al estado dominicano, todos los años, miles de millones de pesos en atenciones médicas en los distintos hospitales a los que resultan con traumas severos y heridos de gravedad, pues no podemos continuar con este desordenmayúsculo.
En nuestras escuelas y colegios se debe impartir a los estudiantes la asignatura de Educación Vial. El INTRANT, de manera sistemática, no esporádica, debe mantener los operativos de cumplimiento a la ley. Si asà lo hacemos contribuiremos a reducir drásticamente las estadÃsticas de accidentes y la pérdida de vidas, sobre todo, de jóvenes valiosos, en nuestro paÃs.
El autor es Contador Público Autorizado, CPA
Ex Diputado al Congreso Nacional
Ex Miembro Titular de la Cámara der Cuentas de la República
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