Como sabía hacer dulces, en especial el dulce de coco con leche, con un caldero pequeño, en una cocina de madera y fogón de leña se puso a comprarle cocos a vendedores de Samaná y de otras provincias del país, a guayar y a endulzar hasta lograr ese dulcito famoso en Constanza y conocido allí como panela.
Eso sería a finales de los años cincuenta.
Además del dulce de coco, preparaba arepas, habichuelas con dulce, majaretes, dulce de naranja y otras variedades.
Hasta el 2016 se mantuvo María Mercedes Gutiérrez -Doña Benza- al frente de su dulcería garantizando la lealtad a sus recetas. Desde entonces su nieto, José Manuel, tiene la custodia de la tradición.
“De jueves a domingo el negocio se pone bueno”, cuenta José Manuel, porque a Constanza llegan muchos turistas a vacacionar y por la agricultura próspera del valle, otras muchas comercian y se mueve mucho dinero.
Para el Clúster Ecoturístico de Constanza, Dulcería Doña Benza, ubicada en Palero, es un ícono de la gastronomía constancera, la parada más dulce en las montañas dominicanas.
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