En las comunidades abundan personas con vocación al canto, dueños de voces naturales, de las llamadas celestiales. Niñas y niños que cantan lindo, adultos que deleitan con su hermosa voz. En congregaciones religiosas se retracta esta verdad; en las escuelas y colegios se descubren jóvenes talentos que destaca un insumo inagotable.
Desde la municipalidad se deben crear las condiciones para involucrarse en la educación de canto, que se patrocinen los cursos necesarios para dotar de los conocimientos y las técnicas a los adornados con la voz.
Enseñar a cantar parece extraño o atrevido, pero la mayorÃa de nuestros cantantes carecen de esa formación, por eso es muy limitado el aprovechamiento de sus cuerdas vocales, y el tipo de canto que es propio a su naturaleza.
Los ayuntamientos con la juntas vecinos, iglesias y escuelas, tienen el insumo en las manos, solo es planificar ese curso, contratando maestros diestros y aptos para enseñar esa disciplina.
La Escuela de Canto Municipal seria el resultado de esta iniciativa, que parirÃa coros, rondallas, solistas, tenores, sopranos, baladistas, merengueros, soneros, salseros y bachateros.
Es una manera de invertir en la gente, dotando de las herramientas básicas a cientos de voces diseminadas en hogares del paÃs, que pueden insertarse de manera exitosa en la producción comercial de su talento.
Esta entrega no se limita como es habitual a nuestro natal San Cristóbal, está dirigida a la municipalidad de republica dominicana.
Nos imaginamos la primera promoción de la Escuela de Canto, ofreciendo un Concierto en un auditorio o plaza pública, dando testimonio de la profesionalidad alcanzada.
La Escuela de Canto Municipal serÃa el primer peldaño en la formación de nuestros cantantes, la ruta de mayor profesionalización es muy expedita, y sólo con el interés y voluntad podrá asumirse.
Es el mejor momento para dejar instituida en cada localidad la Escuela de Canto Municipal.
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