Por AlĆ n Vargas
Celos,
es un sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona
amada siente amor o cariƱo por otra, o cuando siente que otra persona prefiere
a una tercera en lugar de a ella. Esta definición la podemos encontrar en
cualquier diccionario de web o fĆsicos de los tantos cientos o miles que
existen en espaƱol.
Lo cierto es que pragmƔticamente, nunca encontramos definiciones como la que
nos hemos atrevido hacer en este articulo. En RepĆŗblica Dominicana, Celos, es
el accionar violento de un hombre o mujer en contra de su pareja, esposa, novia
o ex pareja cuando sospecha, cree, supone o comprueba que le estƔn pegando los
cuernos.
Lo incierto es, que los celos suceden nada mƔs en personas de bajos extractos
sociales, ni sólo en clase media, o altas. Es algo que le sucede a casi todo el
mundo. El que alguien diga que no siente celos o que no sea celoso, no le quita
la posibilidad que un dĆa cometa un error de maltratar, golpear, o matar a su
pareja, novia o ex pareja. De lo que estamos seguro es, que el ser humano es
impredecible, nunca se sabe; pero sĆ sabemos que mientras mejor educada sea una
persona, los riesgos son mƔs lejos de que actos come este suelan suceder.
MƔs bien, quienes cometen estas acciones como el matar por causas de los celos,
al momento de hacerlo, se les nubla la mente y la razón. No quita que sepan lo
que estÔn haciendo, sino, que cuando han iniciado la acción ya no hay vuelta a
tras. Si cometieron el hecho de golpear, apuƱalar, o hasta simplemente
abofetear a su pareja, sabe bien lo que le espera según la ley del nuevo Código
Procesal Penal.
Las personas educadas, tanto como los que mƔs conocen, saben al dedillo de lo
que sucede a diario en nuestro paĆs en los tribunales con aquellas personas que
han cometido el error de ir mƔs allƔ del maltrato verbal contra su pareja.
Una persona educada, estĆ” al dĆa del diario vivir, lo que tambiĆ©n le sirve de
experiencia y al mismo tiempo de aprendizaje para verse en el espejo de los
errores que han cometido otros y de los que se comen a diario.
La educación, no sólo llega a los individuos a través de las escuelas y
universidades, sino, también, por los distintos medios de comunicación que hoy
en dĆa hay en el paĆs.
Estas herramientas de comunicar, estĆ”n creciendo cada dĆa mĆ”s, llenos de
informaciones y actividades que inspiran a las personas a hacer cosas que hace
unos aƱos eran intolerables, y que tenĆan control desde una Comisión de
EspectĆ”culos PĆŗblicos y RadiofonĆa que controlaba cada accionar de los que se
atrevĆan a comunicar por los medios electrónicos nacionales.
Hoy en dĆa, cualquiera es o se convierte en un asiduo comunicador-a a travĆ©s
del medio que ahora es la alternativa para muchos, por no decir la mayorĆa de
los dominicanos.
Entonces, ¿quĆ© estĆ” haciendo el Gobierno para aplicar el Reglamento 824 de la
Ley de Telecomunicaciones?
Aunque muchos comunicadores nacionales, la han calificado de obsoleta, no
dejarĆa de ser funcional si se aplicara.
La libertad de expresión tiene una doble función, que es la de recibir y
publicar información, teniéndose el derecho de publicar y expresar el propio
pensamiento y dando garantĆas a la libertad de prensa asĆ como transparencia en
el ejercicio del orden democrƔtico, como aspiran todos los pueblos del mundo
para un buen convivir. Esto, no deja ni quita que se pueda asumir la
responsabilidad de que un gobierno que mantenga el control de todos los medios
audiovisuales, incluyendo las redes sociales, a travĆ©s de internet en el paĆs.
Y si todos, o la mayorĆa de los ciudadanos que tienen el poder, la suerte y
hasta la capacidad de dar uso a estas herramientas tan importantes, no limita
el mal uso que tambiƩn se les da, publicando las infidelidades, dando a conocer
amorĆos, noviazgos, relaciones, incluso pornografĆas, como suele suceder en
ocasiones, con desnudos, encuentros sexuales etc,etc,etc..
No serÔ, mÔs que una provocación, para los ignorantes que no saben la materia
del bien convivir, porque como dice el refrÔn, "el corazón de la auyama,
sólo lo conoce el cuchillo", sólo el momento es el que habla.
Vamos a aunar esfuerzos, para que la educación llegue a los sectores mÔs
empobrecidos, de clase media y de clase alta si es necesario. Llevando Talleres
Educativos que enseƱen a convivir en familia, para evitar los feminicidios y
muertes innecesarias que diezman el honor, la paz y la tranquilidad de muchas
familias que son vĆctimas de estos actos, que ya son bochornosos, penosos y de
carĆ”cter brutal, que desdice de la preparación educativa de un paĆs que se hace
llamar RepĆŗblica Dominica, un paĆs de playas turĆsticas, democrĆ”tico, y
educado.
Vayan pues, Gobierno y Ministerios y Pueblo en General, en pro de ayuda de
aquellos hombres y mujeres que matan e infieles que causan celos, respectivamente,
para controlar de una vez y por todas las muerte que cada aƱo se reportan de
alarmantes en comparación de otros paĆses del mundo.
Eduquen hoy, que maƱana la patria les agradecerƔ por siempre, para
evitar muertes innecesarias y feminicidios.
El Autor es Director de El Derecho de
Prensa (Diario Digital de Santo Domingo, R.D.)
0 Comentarios