Fuera de duda la trascendencia mundial Cannes, pero
su veredicto por su desequilibrio entre errores de bulto y actos de justicia,
dan origen a la pregunta: ¿Qué pasó?
José Rafael Sosa
El Festival de Canneses el más formidable
cuestionador o el mejor aliado de sí mismo, de acuerdo a lo
que decida finalmente. Y ahora parece que ha sido afectado y beneficiado por
responsabilidad propia.
El veredicto de la sección oficial de su versión 70
nos llenó de preocupaciones y esperanzas.Hay desaciertos, conciliaciones
con un cine poco profundo y aciertos
indudables para las interpretaciones actorales y
El evento, al que acudimos invitados por la
Dirección General de Cine, nos hizo
transitar por un variado, dicho en su sentido más strictu sensu, abanico
de películas norteamericanas, francesa, alemanas, coreanas (del Sur),
japonesas, rumanas, austríacas, ucranianas, inglesas, rusas y una
representación, discriminada y pequeña de latinoamericanas.
España aparece por en secciones competitivas de
menor trascendencia como participante en
dos coproducciones de América Latina. Una exclusión ciertamente alarmante
tomando en cuenta la firme marca hispana en el cine.
Vimos joyas del cine del mundo, como In theFade
(FakinAkin), sufrimos con la lentitud desesperante y sin sentido de un bodrio
como la película búlgara Posoki o Directions( de Stephan Komandarev), una relación tipo reality
show, de secuencias, terriblemente lentas, en las que se produce lo mismo: un
pasajero toma un taxi y el resto es lo que pasa entre ellos dos y gozamos de la
creatividad latina con, la argentina/chilena
La novia del Desierto (ópera prima de las directoras (Cecilia Atán y Valeria Pivato) y Las hijas de Abril (Michel
Franco) – finalmente ganadora del Premio del Jurado en la categoría Una cierta
Mirada, el punto más alto al que llegó nuestro cine regional nuestro en Cannes.
El descenso experimentado en los últimos años en
Cannes de la calidad fílmica se observa en el hecho de la no existencia, como
era en otros tiempos, de una gran película que dejara sentir su peso desde sus
primeras impresiones, de cara a la Palma de Oro.
Considerado como el festival de cine más importante
del mundo, habrá que ver si se ha
experimentado un descenso en su criterio
evaluativo eurocéntrico del cine cuando
el verdadero arte llama a la puerta, excluyente y con modos elegancia, – como
ahora- de la producción de
cinematográfica Iberoamericana, a lo que
hay que reconocerle que luces de justicia en algunas partes cruciales
de su veredicto, como ocurrido con las interpretaciones masculina y femenina.
El
principal yerro de Cannes fue su Palma de Oro a la irregular TheSquare del director sueco Rubén Östlund,
comedia con un metraje tratado con benignidad en la sala de edición, dejándole
cuando me menos 45 minutos que no debieron llegar a pantalla. Es el principal
yerro del veredicto, presidido por Pedro Almodóvar. Una vergüenza que ha sido
criticada casi unánimemente en todo el mundo.
El
premio del jurado a la producción rusa Loveless,
(AndreyZviagintsev), cine lento y
desesperante para el gusto latinoamericano,
pero efectivo y de alto cuidado
en su realización y que es una obra que lo merece, a juicio de la
crítica internacional.
El
premio 70 aniversario del Festival fue a manos de la actriz australiana Nicole
Kidman, pero es obvio que se procuraba una buena imagen para la fotografía
histórica del momento, mientras el productor, actor y director polaco Román
Polanski, con una trayectoria más consistente, significativa y extendida, se
tuvo que militar a los aplausos que manda el protocolo para la Kidman. Primó
más el mercadeo de una foto que al final queda solo como estampa para ser
material mediático, que la validez de una carrera más acorde con el estándar
fílmico de Cannes.
La
justicia que ha llegado de satisfacción a todo el mundo fueron los premios a
mejor actor y mejor actriz. Lo que hicieronJoaquín Phoenix (You Were Really Never Here ) y Diane
Kruger (In the fade Fatih Akin). De la
actuación de Phoenix solo tenemos referencias, (como las de Alfonso Quiñones
(Revista Diario Libre) y Rubén Peralta (www.cocalecas.com)
y las que aporta la crítica internacional en la red. Solo el protagonista de
Rodin, VincentLindon(dirigido por Jacques
Doillon), se le puede acercar.
Diane
Kruger en In theFade (dirigida por FakihAkin) lo que
ofrece es uno de los más estilizados e intensos concierto interpretativos en
Cannes, en la forma de hacernos vivir el drama de una madre la que un ataque terrorista le arrancan todo
lo amado. El escándalo hubiera sido no
premiarla.
Las
películas latinoamericanas participantes en Cannes fueron:
· En sección oficial: Aquarius (KleberMendonçaFilho,
Brasil) (en Sección Oficial)
·
En sección Una cierta Mirada: Argentina/Chile La
Cordillera”, (Santiago Mitre. “Paulina” y “El estudiante”) con elenco todos
estrellas: Ricardo Darín), Dolores Fonzi, Érica Rivas, Paulina García, Alfredo Castro, Daniel
Giménez Cacho, Elena Anaya. Se pensaba que ganaría en su categoría.
· La novia del desierto. Argentina. De las
directoras Cecilia Atán y
Valeria Pivato.
·
Las hijas de Abril. México. (Michel Franco) Ganadora
del Premio del Jurado.
· Semana de la Crítica. Venezuela La familia (Gustavo Rondón Córdova), debut de ese país en Cannes y
que fue muy aplaudido por platea. El impacto fue muy positivo, sobre todo
porque la cinta cumple con los requisitos del “Código Cannes” del que hemos
descrito anteriormente sus características: cámara en mano, buen uso de sonido,
imagen/fotografía, edición, presentación de una pobreza “bonita” y ninguna o
poca experimentación expresiva, fuera de
un guión lineal y coherente.
Pies de foto
El veredicto del Festival de Cine de Cannes siempre
genera expectativas, aprobaciones y rechazdos.
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