Por Edith Gòmez

Es posible que
tu trabajo, incluso sin tú darte cuenta, haya empezado a ocupar cada vez más
espacio en tu vida, hasta el punto de adueñarse casi de todo e impedirte vivir
una vida positiva.
Pues, esto forma parte de la realidad de muchas personas, en las cuales su
trabajo ocupa la mayor parte de su tiempo en estado consciente.
El esclavo moderno
Algunas
veces sucede porque no hay más opciones, es decir, dependes de tu trabajo hasta
el punto de que si no cobras durante este mes, podría ocurrir lo peor,
especialmente si:
- No posees otras fuentes adiciones de ingresos.
- Si no cuentas con ahorros para subsistir una
temporada, mientras consigues algo mejor.
- Hay pocas ofertas de trabajo.
- Tu formación no te permite postularte en otras
oportunidades.
- No dispones de los medios para desplazarte a
otras ciudades, o
- Si no cuentas con apoyo para sobrevivir, en caso que pierdas tu actual trabajo.
- Estas situaciones pueden suceder, y en este caso el trabajo te posee, estás en él por obligación, porque si no lo haces, te podrían despedir. Este tipo de situaciones son complicadas a la hora de resolver. Sin embargo podrías considerar:
- Investigar una manera de generar otro ingreso, de forma independiente.
- Dentro de lo posible,
trata de ahorrar.
- Mantente al día con las
ofertas que publican las empresas.
- Continúa tu formación,
puesto que así lograrías ampliar tu abanico de posibilidades.
- Buscar contactos.
Esto puedes hacerlo hasta que llegue el día en el cual necesites continuar
trabajando, pero tu grado de dependencia sea menos estresante. Pues, salir de
ese tipo de situaciones no es fácil, sin embargo, es posible y lo puedes
apuntar entre tus objetivos.
El apasionado de su trabajo o el adicto trabajo
Aunque parezcan lo mismo, en realidad son
diferentes: te hablamos de la pasión y la adicción por el trabajo. Estas
diferencias suelen notarse en demasía cuando el trabajo va en detrimento de
otras áreas de tu vida y es importante que las puedas reconocer.
Uno de los puntos cruciales para distinguir ambas
situaciones es que, si el apasionado lo desea, puede desconectarse del trabajo
y vivir otras experiencias. Además de encontrar satisfacción en ellas. Para el
adicto no funciona así.
De acuerdo a la dependencia que tena una persona por su trabajo, podrá
experimentar algunos de estos signos:
- Gasta más de 9 horas en el trabajo: de hecho, menos de eso, es muy poco.
- Sus conversaciones: todas giran en torno al trabajo, es su tema
preferido, y de lo único sobre lo cual quiere hablar.
- Los hobbies no existen: no sabe qué es un hobby, no se lo plantea, o
tal vez piense que no es importante relajarse, ni aprender cosas nuevas.
- ¿Vacaciones? : aunque las necesita
más que nadie, no las toma, y si lo hiciera, apenas habrán pasado unas
horas cuando querrá volver al trabajo.
- ¿Tiempo libre? : esto es borroso en su
mente. No disfruta de una película, ni puede recordar el título de la
última que vio. Así como tampoco ve a sus amigos desde hace siglos, sin
mencionar el desconocimiento que tiene sobre qué es una cena romántica.
Si sientes que tu vida se encuentra consumida por el trabajo, y deseas
cambiar, poco a poco puedes hacerlo.
En la medida que observes que existe algo más allá de lo laboral, y que
puede ser divertido, relajante o apasionante, podrás incorporar un poco de
equilibrio en tu vida.
Por supuesto que esto es algo que debes valorar y decidir por ti mismo. Por
el momento, intenta que tu trabajo no te posea, sino que tú lo tengas a él, así
como podrías tener muchos otros en base a tus habilidades.
¿Has descubierto cuál es tu caso? ¿Puedes notar cuándo el trabajo te
absorbe por completo?
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