El hombre que cuida, grata sorpresa del cine




Jose Rafael Sosa
Alejandro Andújar y Amelia del Mar aportan crucialmente a la marca nacional en cine. Simple, efectiva, directa y rica por los matices universalmente dominicanos.

Tras ver, en la sala dos de Caribbean Cinemas de  DowntownCenter ,El hombre que cuida, al irnos, nos invade una combinación ciertamente extraña: alegría, satisfacción y un nudo de interrogantes en la garganta.
¿Por qué, para una industria que comienza, que tiene la plataforma legal de incentivos imprescindible (la Ley Nacional de Cine), con los recursos artísticos  y técnicos disponibles, con la disponibilidad de fondos internaciones dispuestos para financiar un cine consistente y a la vez entretenido, no hacemos un cine así...siempre?
Lo que han demostrado Andújar y Amelia del Mar, es que la preparación profesional y la actitud al darse miras estética muy alta, es posible que den sus frutos.
Su éxito: la cuidada elaboración de los diálogos y una buena definición del concepto, tratando de lograr una gran película, en un marco natural extraordinario (nunca la Bahía de Ocoa se había visto tan hermosa y promovida como ahora), a lo que se agrega un cuidado tratamiento del humor, agudo y puntual y efectivo. Le funciona el humor.
El hombre que cuida es una historia simple sobre el amalgamado conjunto de sentimientos que enmarcan a los seres humanos: trabajo, soledad, conservadurismo, infidelidad, rabia contenida, deformación social, valores y anti-valores que juegan en pantalla, tremendamente bien interpretados por talentos muy jóvenes: Héctor Aníbal (de quien pensamos que su mejor actuación estaba en Reinbou (Maler/Curbero) – actualmente en pantallas- Julieta Rodríguez (con su mejor protagónico desde La hija Natural (Leticia Tonos); Yasser Michelén (dado a conocer también por tonos en Cristo Rey), un sorprendente “cubano” Héctor Medina, Fiora Cruz (efectivísima y mostrando que no hay papeles poco importantes), la sensual  y convincente EyraAgüeroJoubert y un Archié López que debuta como actor,  y con una sorprendente y breve e inolvidable[jrs1]  primera  actuación en pantalla de Archie López (Don Víctor) que hay que verlo.
Una gran película no es sinónimo obligatorio de un gran presupuesto. Una idea, por simple que parezca y creatividad para llevarla a pantalla, son suficientes para hacer historia en la búsqueda de un sello nacional en la cinematografía, disfrutable para la audiencia local y entendible en todas partes.
El éxito escrito
Lo que hace fundamental este filme, es la combinación de un guión escrito con honesta gracia y profundidad y unas actuaciones al nivel requerido.
Alejandro Hernández y Amelia del Mar, guionistas de  películas criollas más exitosas, tuvieron toda la razón cuando se preguntaron ¿Por qué no hacemos nosotros una película digna?


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