A 107 años del nacimiento de Bosch


Por FAUSTO ARAUJO

Este jueves 30 de junio, el país celebra con júbilo los 107 años del natalicio del profesor Juan Bosch, quien ha sido –sin dudas- el más grande pensador social dominicano de todos los tiempos, y el primer Presidente democrático de la República Dominicana, después de la tiranía encabezada por Rafael Leónidas Trujillo.
En este 2016, también hemos asistido al 53 aniversario del ascenso al Poder del profesor Bosch, quien subió al solio presidencial, el 20 de febrero de 1963, tras ser electo con una abrumadora mayoría de votos en las elecciones efectuadas el 20 de diciembre de 1962.
El brillante escritor dominicano y político de fama internacional –de cuyo asenso al Poder se conmemoraron en este año –como vimos en febrero- más de cinco décadas- está considerado como el padre de la democracia dominicana y maestro de América.
Además, a Bosch se le recuerda como el guía de uno de los mejores gobiernos democráticos en la historia del país, propulsor de la Constitución más avanzada que ha conocido la sociedad dominicana y como uno de los pocos políticos en el mundo que ha formado dos partidos y a ambos los ha llevado al Poder.
De hecho –insistimos- las dos fuerzas políticas constituidas por Bosch: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fundado en 1939, y al que el mismo le llamara su obra cumbre: el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), creado el 15 de diciembre de 1973, desde el año 1996 se han venido disputando la preferencia del electorado en la República Dominicana.
Sin embargo, los 107 años del natalicio del profesor Juan Bosch -que se conmemoran este jueves 30 de junio- encuentran a los dos partidos políticos formadas por el Maestro de la Política y Padre de la Democracia dominicana prácticamente “unidas,” mediante un histórico acuerdo electoral a los fines de llevar nueva vez a la Presidencia de la República (en agosto de 2016) a un connotado discípulo de Juan Bosch e impulsar lo que han denominado “un gobierno de unidad nacional.”
En efecto, contrario a como ocurrió en 1996, en 1998, en el 2000, el 2002, el 2004, el 2006, el 2008, el 2010 y el 2012  ambas organizaciones políticas no estuvieron enfrentadas por la conquista del Poder en las elecciones presidenciales, congresionales y municipales del 15 de mayo pasado, sino que concurrieron juntas, alcanzando un respaldo en las urnas sin parangón en la historia.
Como vemos, al conmemorarse este jueves 30 de junio el 107 aniversario del natalicio del Profesor Juan Bosch, razones de sobra tiene el PLD para celebrar en grande ese acontecimiento, la grandeza y fortaleza de la organización y los extraordinarios cambios que han hecho al país las gestiones  encabezadas por el Partido fundado hace más de 4 décadas por el Maestro de la Política y símbolo de la dignidad nacional.

Hoja de vida del profesor Juan Bosch

Escritor, cuentista, novelista y ensayista. Nació en la ciudad de la Vega el 30 de junio de 1909, hijo de don José Bosch y Ángela Gaviño. El padre de nacionalidad española y la madre nacida en Puerto Rico, se habían establecido en el país en los finales del siglo pasado.
Juan Bosch vivió los primeros años de su infancia en una pequeña comunidad rural de esa provincia, llamado Río Verde. Allí realizó sus estudios primarios y más tarde su familia se trasladó a La Vega en donde cursó los primeros años del bachillerato.
En su juventud vivió en la ciudad de Santo Domingo y trabajó en establecimientos comerciales; más tarde viajó a España, Venezuela y algunas de las islas del Caribe. A su retorno a la República Dominicana en los primeros años de la década iniciada en 1931, publicó su ensayo “Indios”, inmediatamente después “Camino Real” y la novela “La Mañosa”, aclamada por la crítica nacional como una obra de extraordinario valor en la literatura dominicana. Fundó y dirigió la página literaria del periódico Listín Diario, en el cual se perfiló como un notable crítico de arte y ensayista.
Se casó con la señora Isabel García y en su matrimonio procrearon a sus hijos León y Carolina.
En los primeros años de la dictadura de Rafael Trujillo Molina fue encarcelado por razones políticas, permaneciendo varios meses en prisión siendo libertado sin cargos de ninguna naturaleza.
En 1938 se ausentó del país estableciéndose en Puerto Rico, y luego se trasladó a Cuba donde dirigió la edición de las obras completas de Eugenio María de Hostos. En 1939, junto a otros exiliados políticos, fundó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el cual organizó y dio a conocer en otros países del Caribe y América Latina. En los años transcurridos entre 1940 y 1945 se destacó como uno de los más notables escritores de cuentos de la región y laboró activamente en la formación de un frente anti trujillista encabezado por el PRD.
Colaboró con el Partido Revolucionario Cubano y desempeño un destacado papel en la redacción de la Constitución de aquel país promulgada en 1940. allí contrajo matrimonio con la dama cubana Carmen Quidiello, de cuyo matrimonio nacieron sus hijo Patricio y Bárbara.
Ganó importantes premios internacionales de cuentos y ensayos, entre los cuales se distingue el premio “Hernández Catá” que se otorgaba en la Habana a los cuentos escritos por autores de América Latina. Fue uno de los principales organizadores de la expedición militar que se gestó en “Cayo Confite” y en la cual participaron cientos de ciudadanos, cubanos y centroamericanos con intención de derrocar la dictadura de Trujillo.
Fracasada esa expedición, Bosch se trasladó a Venezuela y a otros países de América Central, donde desarrolló una activa campaña anti trujillista y consolidó su fama de escritor, cuentista y ensayista de primera categoría. Para ese momento había escrito cuentos de profundo contenido social, entre los que pueden citarse “La Noche Buena de Encarnación Mendoza”, “Luis Pié”, “Los Amos” y “El Indio Manuel Sicuri” calificados por la crítica como obras maestras del género.
En Cuba, lugar al que regresó requerido por sus amigos del Partido Revolucionario Auténtico, desempeñó importantes papeles en la vida política, siendo reconocido como promotor y autor de importantes leyes y del discurso pronunciado por el Presidente de la República, cuando se trasladaron los restos de José Martí al cementerio de Santiago de Cuba. Meses después del derrocamiento del gobierno civil, como consecuencia del golpe de Estado encabezado por Fulgencio Batista, y después de haber sido encarcelado por las fuerzas represivas del gobierno golpista, se ausentó nuevamente del país estableciéndose en Costa Rica.
Dedicado a tareas pedagógicas políticas en ese lugar y a sus actividades como Presidente del PRD, el más importante Partido político opositor del Régimen de Trujillo, en el exilio, se produjo en Cuba el triunfo encabezado por Fidel Castro, que motorizó un reordenamiento político, económico, y social en los países del Caribe. Bosch, con instinto certero, percibió el proceso histórico que se había iniciado a partir del 1ero de enero de 1959, con el advenimiento de Castro a la jefatura política y militar de la nación cubana y dirigió a Trujillo una carta, el 27 de febrero de 1961, en la cual le advertía que su papel político, en términos históricos, había concluido en la República Dominicana.
Ajusticiado Trujillo el 30 de mayo de ese año, Bosch regresó a su país luego de veintitrés años de exilio, cuatro meses después de haberse establecido en territorio dominicano el Partido que había fundado en 1939. su presencia en la vida política nacional, como candidato a la presidencia de la República revolucionó y modificó substancialmente el estilo de realizar campañas electorales en el país.
Su forma directa y sencilla de dirigirse a las capas más bajas de la población, tanto rurales como urbanas, le permitió desarrollar una profunda influencia y simpatías populares, que lo perfilaron como incuestionable ganador de las elecciones de diciembre de 1962.
Celebrado el torneo electoral, Bosch obtuvo un triunfo arrollador sobre los electores más conservadores del país, representado por la Unión Cívica Nacional. Combatido desde antes de su ascensión al poder por esos mismos sectores que fueron derrotados en las elecciones, tomó posesión como Presidente de la República el 27 de Febrero del 1963.
Bosch dio inicio a una gestión gubernativa patriótica, reformadora, de incuestionable honestidad administrativa y de profundo reordenamiento económico y social. Su gobierno fue derrocado por un golpe militar apoyado por las fuerzas más conservadoras de la nación, estimuladas y apoyadas desde el exterior.
Menos de dos años después, la insatisfacción generó el levantamiento militar del 24 de abril de 1965, que tenía como objetivo el restablecimiento del gobierno constitucional que Bosch había presidido, y la vigencia de la constitución que su gobierno había promulgado el 29 de abril de 1963, la más progresista y liberal que ha conocido la República.
Impedido de regresar al poder por la intervención militar de los Estados Unidos, apoyado por la Organización de los Estados Americano (OEA), se vio obligado, por las circunstancias, a participar en las elecciones realizadas el 30 de mayo de 1966, bajo la dirección y el control de las fuerzas interventoras. Bosch se marchó al exterior radicándose en España, donde realizó una extraordinaria labor literaria produciendo algunas de sus obras más importantes entre las cuales están: “Composición Social Dominicana”, “Breve Historia de la Oligarquía”, “De Cristóbal Colón a Fidel Castro” “El Caribe, Frontera Imperial” y numerosos artículos de diferentes géneros publicados en revistas, periódicos y otras publicaciones del país y del exterior.
Regresó a la República Dominicana en abril de 1970 con la intención de reorganizar y modernizar al PRD.
Convirtiendo a sus miembros en militantes activos, estudiosos de la realidad histórica y social de su país; su proyecto no fue aceptado por la mayoría del PRD. Las diferencias y contradicciones entre Bosch y un sector importante de la dirección de ese partido lo llevaron a abandonar las filas de esa organización en noviembre de 1973 y fundar el 15 de diciembre de ese año el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Bajo su liderato y rectoría, el PLD se ha convertido en una de las fuerzas políticas más importantes del país. Como organización patriótica y democrática tiene ganado un incuestionable crédito en la República Dominicana y en otros pueblos de América y el mundo.
Su conducta patriótica, cívica, honesta, valiente y militante, como gobernante y líder lo convierten en un símbolo de la dignidad nacional y en un ejemplo a seguir para las generaciones presentes y futuras de la República Dominicana.


Obras de gobierno del profesor Juan Bosch:
Ese gobierno encabezado por el profesor Juan Bosch se caracterizó por respetar estrictamente los derechos humanos y las libertades públicas y, sobre todo, por haber impulsado una serie de proyectos en el aspecto económico y social de extraordinaria trascendencia, como veremos más adelante.
Con el transcurrir del tiempo los aspectos que más se resaltan de ese interesante ensayo democrático son el respeto que primó en los derechos de los ciudadanos y en las libertades públicas.
Sin embargo, cuando se pasa un balance minucioso a la obra de gobierno y a los proyectos concretos emprendidos por Bosch se puede coincidir con los historiadores, intelectuales, políticos y economistas que señalan que su fatídico derrocamiento ha retrasado el desarrollo económico y social del país por no menos de 50 largos años.
Según se desprende de publicaciones hechas en los periódicos El Caribe y Listín Diario de la época y de la Constitución de 1963, el gobierno de Juan Bosch echó las bases del desarrollo económico y social de la República Dominicana, encaminó acciones concretas para sembrar el país de fábricas, industrias y acueductos; de incentivar la agricultura y la pecuaria, de rescatar la escuela dominicana, enficientizar el sistema sanitario nacional y proteger el medio ambiente.
En virtud de las obras contratadas por el presidente Bosch, si este no hubiese sido derrocado -como aconteció en aquel oscuro septiembre de 1963- la sociedad dominicana no estuviera hoy en día sufriendo de tantas carencias fundamentales, y quizás tuviera el mismo grado de desarrollo económico y social que hoy exhibe con orgullo la República China de Taiwán.
El gobierno de Bosch -dentro del elevado grado de apertura y participación que exhibió- abrió las puertas del Palacio Nacional al pueblo y, en ese sentido, todos los miércoles el presidente de la República desayunaba con representantes de los diferentes sectores del país, a fin de escuchar sus planteamientos y procurar soluciones en conjunto.
Bosch, quien asumió el Poder el 27 de febrero de 1963, encontrando el pueblo dominicano sumido en un estado de miseria general alarmante, promulgó una Constitución de las más modernas y avanzadas de la época.
El Consejo de Estado, que había dirigido los destinos de la nación antes del ascenso de Bosch al Poder, dejó al Estado en una situación de bancarrota tal que el nuevo gobierno tuvo que hacer malabares para poder pagar los sueldos de los empleados públicos correspondientes al mes de marzo y para eliminar un déficit de 53 millones 500 mil pesos que se registró en el presupuesto gubernamental, el cual era de 176 millones de pesos.
A pesar de todos esos y otros obstáculos, el presidente organizó la economía del país, reorganizó los distintos departamentos de la administración pública, pagó la deuda externa, consolidó la moneda nacional y el crédito interno y externo del Estado, aumentó los salarios y congeló los precios de los productos de primera necesidad.
Se recuerda que fue Bosch quien creó y promulgó, el 23 de abril de 1963, la Ley 13, de protección a la economía popular, mediante la cual se consideraban productos básicos todos aquellos cuyo uso y consumo se consideren razonablemente imprescindibles para el sostenimiento de la vida humana. Asimismo, el gobierno dispuso el levantamiento de unas 200 denominadas tiendas del pueblo para ofertar productos a la población a precios asequibles.
En el aspecto económico, las autoridades de 1963 también dispusieron, a través de la Corporación de Fomento Industrial, un plan de ayuda a la pequeña y mediana industria y artesanía; la construcción de un hotel turístico en Samaná para fomentar el turismo; la instalación de una fábrica de aceite vegetal en la zona cocotalera, una de ropa, en Barahona; una de cemento en Montecristi; y otra de acero que se llamaría Metaldom.
De igual manera, el presidente impartió instrucciones para la organización de una pesca familiar, con miras a dotar de conocimientos pesquero a familias pobres para que se dediquen a esa actividad con una inversión mínima de fondos.
También ordenó que se hiciera un plano regulador de Haina para que esa localidad se desarrollara como una ciudad que dentro de 20 años se convertiría en un centro económico importante; y negoció con la firma europea Overseass Industrial Constrution LTD, representantes de la General Electric de Inglaterra, la construcción de una planta eléctrica, un nuevo muelle y el dragado del puerto de Puerto Plata, con miras a incentivar el turismo y el desarrollo industrial en la zona.
Cuando esas corporaciones apenas eran conocidas en el mundo, el gobierno de Juan Bosch promulgó la Ley número 38, disponiendo la construcción de la Zona Franca de Puerto Plata y posteriormente la de Samaná. El Poder Ejecutivo, además, había contratado en Europa el levantamiento de una gran planta petroquímica y una refinería de petróleo en la comunidad Salinas, de Barahona.
El gobierno de 1963 tenía bien claro lo que se tenía que hacer para encarrilar a la nación por los caminos del progreso y el desarrollo. Convencido de eso el Presidente Bosch quería contar con los auspicios de la firma Kaiser Corporation, con el fin de impulsar un plan encaminado a electrificar totalmente al país.
Esa gestión gubernamental, segura de que el país iba a necesitar mucha energía a los fines de poner en práctica su programa de desarrollo industrial, dispuso la multiplicación de la producción de ésta por 5 ó 6 y la construcción de las presas e hidroeléctricas de Taveras y de Valdesia.
Esas obras y el acueducto Valdesia-Santo Domingo, para cuya ejecución –conjuntamente con otras obras- el gobierno había obtenido un préstamo de 150 millones de dólares, procuraban resolver el problema de agua de la Capital, irrigar unas 580 mil tareas de tierras productivas y mejorar unas 800 mil tareas más, las cuales tendrían una producción mínima asegurada de 32 millones de pesos al año.
Asimismo, las dos presas en conjunto producirían un total de 257 millones al año de kilovatios-hora de energía eléctrica, lo que generaría a su vez un incremento de 9 millones de pesos al año al estado dominicano, conforme con los diarios de la época y el libro ¿Cómo fue el Gobierno de Juan Bosch? Del licenciado Félix –Felucho- Jiménez.
Bosch asumió el Poder el 27 de febrero de 1963, encontrando al pueblo dominicano sumido en un estado de miseria general alarmante. Promulgó una Constitución de las más modernas y avanzadas de la época.
Siguiendo con el aspecto energético, el gobierno de Bosch dio inicio a principio de junio de 1963 a los trabajos de lugar para llevar la energía eléctrica a Montecristi. Con mucha anterioridad habían arrancado los de Nagua y otras localidades.
Empeñado en garantizarle agua de buena calidad a la población, a parte del acueducto Valdesia-Santo Domingo (que 30 años después fue que vino a construirse), el Presidente Juan Bosch dispuso a principio de su gestión el levantamiento de varios acueductos urbanos y 300 rurales.
El 24 de junio anunció estudios tendientes a aprovechar las aguas del río San Juan y otras fuentes de la zona sureña; en julio instaló las bombas necesarias para abastecer de agua potable a Santiago y Moca; y en agosto de 1963 ordenó la construcción del acueducto de La Romana, y un alcantarillado en los sectores Ozama y María Auxiliadora, de Santo Domingo.
En el área agropecuaria, en tan sólo 6 meses el gobierno de Bosch recuperó cerca de 500 mil tareas de tierras que habían pertenecido al dictador Rafael Leonidas Trujillo y sus allegados y un promedio de 1.513 familias campesinas fueron beneficiadas con 95 mil 950 tareas de terrenos, según los periódicos citados.
A principio de 1963 Don Juan ordenó realizar un estudio sobre las aguas del río Yuna para impulsar la agricultura en seis provincias de la parte Norte del país y en un municipio del Este; en marzo garantizó que se pusieran en condiciones de producir unas 40 mil tareas de tierras en Nagua y otras 347 en Azua; en mayo, a través del Ministerio de Agricultura, inauguró en La Vega la tercera Agencia de Extensión Agrícola, y se vacunaron millares de cerdos a nivel nacional contra el “cólera porcino;” mientras que en agosto dispuso la construcción de 300 pozos para mojar unas 200 mil tareas en la finca el Sisal, en Azua; y en septiembre el Banco Agrícola anunció la construcción de un gran almacén en Baní para depositar la cosecha de varios productos.
Fueron notorias las acciones emprendidas por las autoridades por mejorar y elevar la producción agrícola, avícola, porcina, bovina y pecuaria de la República Dominicana.
El gobierno de 1963 también se esforzó por garantizarle viviendas seguras y adecuadas a los dominicanos y en ese caso había llamado a concurso para dar inicio al novedoso proyecto de construcción de las Villas de la Libertad, que serían concentraciones de 200 ó 300 casas para campesinos.
A parte de otorgárseles las viviendas –que serían entregadas en su primera etapa a personas que trabajaran en las zonas cañeras-, a cada familia campesina que resultara favorecida se les iban a entregar 100 tareas de tierras para que la labrasen y, así, aparte de contribuir con el aumento de la producción agrícola, se pudieran ganar su sustento.
Independientemente de las Villas de la Libertad, en abril el gobierno proyectaba levantar un complejo habitacional de 5.000 casas con fondos del Estado, de los propios beneficiarios y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y en mayo entregó 10 viviendas tipo doble a igual número de familias humildes en Pedernales, zona fronteriza.
En agosto, el Presidente Bosch hizo entrega, el día 15, de unas 200 casas en el ensanche Libertad, en Santiago; el 18 recibió un total de 300 solares que les donó el Ayuntamiento de la Capital al gobierno para construir cientos de viviendas en la barriada de Los Mina, y el día 27 del mismo mes anunció el levantamiento de unas mil 400 del tipo dúplex.
En el último mes de gestión de Bosch, el gobierno entregó 20 viviendas en Dajabón y unas 100 en San Pedro de Macorís a familias humildes; repartió 14 casas del tipo X doble entre 14 familias que ocupaban el edificio de la escuela Paraguay, y ocho días antes del golpe de Estado contemplaba desarrollar proyectos habitacionales en Guerra, Distrito Nacional; Cabrera, Madre Vieja y Palenque, en San Cristóbal; El Palmar de Ocoa y Matanza, en Peravia; Juma, en Bonao; La Guajaca, en Montecristi; y Cajilla, en Santiago de los Caballeros.
El fatídico golpe de Estado contra el gobierno de Don Juan tronchó el levantamiento de una serie de obras de infraestructura en todo el ámbito nacional, entre las que figuraban puertos, muelles, puentes, carreteras, reformas al ferrocarril que cubría la ruta San Francisco de Macorís-La vega y Sánchez; edificios de correos y telecomunicaciones; mataderos industriales en Santiago y San Pedro de Macorís, cementerios y otras que aparecen detalladas en los diarios de entonces.
En el campo de la educación los aportes hechos por Bosch no pudieron ser mejores. Se preocupó sobremanera por organizar la escuela dominicana y convertirla en una empresa formadora de hombres y mujeres nuevos, de restaurar los valores culturales perdidos y de acabar con el analfabetismo.
Don Juan fue el ideólogo de la instauración de las escuelas vocacionales en la República Dominicana, para lo cual procuró que arribaran al país unos 100 técnicos o artesanos mexicanos que les enseñaran a la juventud dominicana los que ellos sabían.
En esa tónica, el jefe del Estado dominicano contempló instalar aulas-talleres de artes industriales y de economía doméstica en la parte Oriental de la nación; el 14 de julio dejó inaugurada, en la Feria ganadera, la escuela vocacional para la capacitación de mecánicos diesel y electricistas.
De igual manera, el 20 de agosto dispuso el inicio de un plan para adiestrar a 25 mil obreros, la instalación de seis escuelas de formación laboral y el arranque de un programa de educación y becas con miras a formar bachilleres y profesionales en el campo de la ingeniería mecánica, industrial, eléctrica y de minas, así como en la administración de empresas, contabilidad, geología y química.
También en el área educativa, el gobierno de Bosch acogió oficialmente publicar las obras literarias de los escritores nacionales, aumentó el sueldo a los maestros rurales de 90 a 100 pesos mensuales, dispuso, el 18 de mayo, la construcción de un nuevo local que aloje la escuela Prebístero Carlos Nouel, de Sabana Grande de Boyá; anunció, el 23 de agosto, el desembolso de 240 mil pesos para el levantamiento de un nuevo local de la escuela República de Paraguay; y a principio de septiembre inauguró cuatro nuevos centros escolares en San Francisco de Macorís y Cabrera.
En el aspecto de salud, los logros obtenidos fueron kilométricos. En marzo, abril y septiembre se vacunaron 709, 341 niños contra la poliomielitis en la Capital, San Francisco de Macorís y otras poblaciones del país; en abril se procedió a vacunar 2, 500, 000 dominicanos contra la viruela y a desarrollar un operativo médico tendiente a beneficiar a 150,000 personas en San Cristóbal y localidades aledañas.
Asimismo, el gobierno dispuso la construcción y equipamiento de una serie de hospitales y otras obras en el campo de la salud, entre las que se destacan un centro de salud en Puerto Plata, que fue inaugurado el 6 de abril; un moderno hospital del Seguro Social en San Cristóbal, el cual se inauguró el primero de mayo; un consultorio médico en la planta de la Corporación Dominicana de Electricidad ubicada cerca del río Ozama; y la rehabilitación del Banco Central de Sangre.
El gobierno de 1963 había anunciado la construcción de un hospital para personas afectadas de tuberculosis y una maternidad, donde recibirían atenciones las esposas de los asegurados; el levantamiento de modernos centros de salud en Barahona, San Pedro de Macorís, La vega, Puerto Plata, Moca, Montecristi y otras ciudades, así como la reconstrucción del hospital de San José de Ocoa.
En lo que respeta a la preservación de los recursos naturales, del gobierno de Bosch se recuerda que el 10 de abril dispuso la creación de una Policía Forestal y la suspensión de las talas de arboles.
Fue una gestión extraordinaria, donde florecieron la democracia, la libertad y el progreso del pueblo dominicano. Un digno ejemplo a imitar.

Del exilio a la Presidencia:
A pesar de su largo exilio, de casi un cuarto de siglo, Bosch no perdió el aliento y la atmósfera de lo dominicano. Siempre llevó a su pueblo en el recuerdo y en la acción. Luego de un breve lapso en Puerto Rico dedicado a la reorganización de los escritos de Hostos y establecerse en Cuba, vivió y viajó por países de América, Europa y Oriente, pero ninguno de esos ramales de su ser le hizo desviar de su blanco: la lucha contra la dictadura de Trujillo y por el establecimiento de la democracia en la República Dominicana.
Quizás por ello conectó tan rápidamente con su pueblo, aunque durante la ausencia sus libros no podían circular en el país y era un peligro pronunciar su nombre. A raíz del ajusticiamiento del tirano, líderes de diversos partidos se habían ganado la aceptación del pueblo. Cuando regresa, el 20 de octubre de 1961, apenas se le conoce, y un año después (el 20 de diciembre de 1962) era elegido mayoritariamente Presidente de la República.
Su reencuentro lo realizó a través de la radio.

La obra literaria de Bosch se compone de cuentos, novelas, romances y de guiones radiofónicos, escritos en Cuba, para los programas titulados “Forjadores de América” y “Memorias de una Dama Cubana”. Pero el cuento es su más trascendente producción literaria. En él presenta los matices esenciales de la realidad del campesino dominicano, desde sus tragedias y conflictos hasta su dignidad, sueños y esperanzas. Pese a que los temas locales toman en su pluma dimensiones universales, es notoria la preocupación didáctica. Sin proponérselo, con Rómulo Gallegos y otros narradores del continente, creó la llamada “literatura de la tierra”, tendencia que dio paso al boom literario latinoamericano que, con la Revolución cubana, proyectó mundialmente en este siglo a Latinoamérica, lo que había hecho Rubén Darío a finales del siglo XIX, con el Modernismo.
Algunos de sus cuentos, como “El socio” y “Dos pesos de agua”, son pioneros del realismo mágico en la literatura latinoamericana, que llevarían a su máxima expresión Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez, entre otros. Es autor de Apuntes sobre el arte de escribir cuentos, uno de los contados trabajos sobre teoría del género escritos en el mundo. No se contentó con escribir una de las obras literarias más sólidas, sino que se empeñó en dar a conocer sus experiencias y conclusiones de narrador, como una contribución a las generaciones contemporáneas y futuras.
Después del Golpe de Estado Bosch se marchó al exterior radicándose en España, donde realizó una extraordinaria labor literaria produciendo algunas de sus obras más importantes entre las cuales están: “Composición Social Dominicana”, “Breve Historia de la Oligarquía”, “De Cristóbal Colón a Fidel Castro” “El Caribe, Frontera Imperial” y numerosos artículos de diferentes géneros publicados en revistas, periódicos y otras publicaciones del país y del exterior
Ganó importantes premios internacionales de cuentos y ensayos, entre los cuales se distingue el premio “Hernández Catá” que se otorgaba en la Habana a los cuentos escritos por autores de América Latina.
Su relevante aporte a las letras nacionales y americanas en la narrativa, novelas y ensayos lo han convertido en una gloria literaria viviente, maestro de dos generaciones de escritores, cuentistas, novelistas, ensayistas, periodistas e historiadores entre los cuales se distinguen algunas de las más sobresalientes figuras del país y de América Latina.

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