En ocasión de
celebrarse este domingo 8 de marzo el Día Internacional de La Mujer,
la Dirección General de Comunicación, difunde historias de mujeres,
historias de verdad que constituyen un ejemplo al país, por su
combatividad, su afán emprendedor y su gusto por trabajar.
Estas mujeres, cada
día se levantan a construir la patria dominicana y han contado con el apoyo
decisivo de las políticas democratizadoras del gobierno las cuales se inspiran
en la cercanía, la frugalidad y el amor al prójimo.
Criando 3 hijos sola
Odalis enviudó con
3 hijos. Perder la pareja será siempre devastador, sea por muerte, divorcio o
separación. Lo será aún más si la persona vive en pobreza y es mujer.
Combatir en pareja
el desamor sistémico de la sociedad (que se manifiesta muchas veces en no tener
qué comer, desempleo, bajos salarios, falta de protección en salud, violencia,
discriminación y desconsideración) permite defenderse en mejores condiciones y
soñar con poder vencerlos. (http://bit.ly/18M2hb5)
Pero, mujer, sola y
para más inri con 3 hijos, el calvario le estaba pintado (reservado) con letras
mayúsculas. De más pobreza no la salvaba nadie.
Y no ocurrió así con Odalis Ureña. ¿Qué pasó para que ese "designio
fatal" no se cumpliera?
La historia vale la pena contarla, hoy que estamos viendo como muchos
dominicanos y dominicanas unidos al gobierno estamos construyendo la Patria que
por muchos años soñamos y quisimos y que ahora se nos revela posible y
verdadera. Una patria fundada en el amor al prójimo, patria de todos, con todos
y para todos.
Dos factores intervinieron para cambiar el curso de lo que debió ser la
historia de Odalis Ureña.
El primero fue la determinación de Odalis de no dejarse derrotar, la voluntad
férrea por vencer la enorme adversidad que le cayó encima. Gigantesco esfuerzo
respaldado por el amor de sus hijas y de su madre que le han brindado aliento
permanentemente.
El segundo, la política de compras y contrataciones públicas del gobierno de
Danilo Medina que favorece las compras nacionales con especial preferencia por
las micro y pequeñas empresas de nuestros barrios y campos.
Sucede que gracias a esa política y a la decisión del gobierno de dotar de zapatos
hechos en República Dominicana a los escolares de nuestro país y de paso salvar
a la industria del calzado (muy buena pero menospreciada por gobiernos
anteriores) JP Ramírez, pequeña empresa que fabrica zapatos en el
barrio 24 de Abril de la Capital, ganó una licitación para hacer
muchos de esos zapatos y tuvo que contratar más empleados, más obreros.
Uno de ellos, Odalis.
Su vida cambió, la de sus hijos y la de su madre.
Historia de mujeres. Historia de verdad.

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