Por: Alfredo Cruz Polanco (alfredocruzpolanco@gmail.com)
Estas reflexiones las concebimos hace más de un año,
pero por prudencia y por ética profesional, esperamos que las auditorías que
dieron origen a las mismas, fueran aprobadas oficialmente por la Cámara de
Cuentas de la República y colgadas en la web de la institución.
En estos momentos en que distintos sectores empresariales
y políticos, a través del Consejo Económico y Social, propugnan por la
realización de un “Pacto Eléctrico, se
presenta una gran oportunidad para que las finanzas de este importante sector, que
sin duda alguna se ha convertido en un barril sin fondo y principal causante del
déficit fiscal del Sector Público Consolidado del país,
sean saneadas (analizadas, transparentadas, soportadas y conciliadas).
Según las auditorías realizadas por la Cámara de
Cuentas de la República a través de las firmas auditoras independientes KPMG y
Grant Thornton, las finanzas de la Corporación Dominicana de las Empresas
Eléctricas Estatales (CDEEE), así como las de sus subsidiarias (ETED, EGEHID,
EDENORTE, EDESUR, EDEESTE), amerita que las mismas sean corregidas cuanto
antes, pues según dichas firmas, en las condiciones actuales, no se pueden
tomar decisiones efectivas, correctas y confiables.
Las autoridades que dirigen este importante sector son
las más llamadas a corregir estas distorsiones administrativas y financieras, las
cuales datan desde hace varias décadas.
Para esto se requerirá del aval de los organismos de
control, como son: la Contraloría General y la Cámara de Cuentas de la
República; del Congreso Nacional, del Ministerio de Hacienda, de la Dirección
General de Compras y Contrataciones, de la Dirección de Ética e Integridad
Gubernamental, de la Dirección General de Contabilidad Gubernamental, del
Ministerio Administrativo de la Presidencia, la DGII, entre
otras.
Debido a las tantas distorsiones y diferencias encontradas
por las firmas auditoras, tales como: carencia de soportes y de evidencias en
la mayoría de sus cuentas, diferencias en los balances de sus cuentas por
cobrar y por pagar de clientes, relacionados y proveedores de energía; ausencia
de libros auxiliares; diferencias en las conciliaciones bancarias, aportes de
Capital recibidos, a las pérdidas acumuladas, entre otras, cuyos montos
ascienden a miles de millones de pesos, éstas se abstuvieron de emitir una
opinión a los Estados Financieros, pues no pudieron satisfacer sus
requerimientos, tal como lo ordenan las Normas Internacionales de Información
Financiera (NIIF´s).
De mantenerse esta situación, la CDEEE y sus
subsidiarias, corren un alto riesgo de tomar decisiones
erradas, basadas en informaciones poco confiables, las cuales pueden ser catalogadas
de “basuras”, poniendo en peligro el
crédito del país con los organismos internacionales, tales como el Banco
Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Europeo de
Inversiones, ya que el manejo desordenado que se le viene dando a sus finanzas,
puede incidir para que estos organismos crediticos pongan
obstáculos a futuros financiamientos.
Como Miembro de la Cámara de Cuentas de la República,
nos sentimos en el sagrado deber de externar estas debilidades financieras, que
de no ser corregidas cuanto antes, esta situación podría acarrearle al país
serias dificultades.
La publicación de estas auditorías representa un gran
aporte de la Cámara de Cuentas de la República al sector eléctrico y al país,
pues contribuyen con la transparencia y el fortalecimiento de las instituciones
públicas.
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