Manuel
Volquez
En
los últimos años, la popularidad de los médicos ha bajado en forma estrepitosa.Y
la responsabilidad recae sobre los dirigentes del Colegio Médico Dominicano
(CMD), que han politizado a esa valiosa institución conformada miembros respetados.
Hago
la salvedad de que no todos los galenos son impopulares, pues cientos de ellos
no participan en las protestas públicas que realizan los directivos y continúan
brindando servicios.
Se
puede contar con un dedo la directiva del CMD que no haya organizado una
huelga. Ese es el sello, la carta de presentación y despedida, que exhiben al
tomar el mando.
Independientemente
de que sus demandas son justas, la forma de exigir aumentos de sueldos y otras
reivindicaciones no es la más razonable.
Ciertamente,
los médicos ganan salarios de miseria y trabajan a manos peladas, sobre todo en
los hospitales del Estado, donde los ciudadanos pasan dificultades extremas por
el trato anti hipocrático y la indiferencia que acostumbran recibir.
Las
huelgas no afectan a los médicos que trabajan en centros privados, sino los de
hospitales públicos. Se trata de un mecanismo de presión que al final de la
jornada tiene sus beneficios, pero en el fondo tiene un matiz político si
tomamos en cuenta que la mayoría de los directivos del CMD son manejados por
los partidos de la oposición.
Comparo
esos paros con los gases químicos y las bombas de exterminación extremas que se
lanzan contra los pueblos indefensos. Es un acto de terrorismo con otro
uniforme. Constituye un crimen abandonar los servicios en los hospitales y
negar asistencia a los enfermos. Por eso se consideraque los galenos son
impopulares
En
los centros privados, las cosas marchan a otro nivel en razón de que tienen que
alquilar salas de consultas y pagar una secretaria. Sin embargo, explotan a los pacientes al cobrarles altas
sumas de dinero, a pesar de que van asistidos de un seguro responsable.
Si
el seguro es bueno en cuanto a la cobertura, recomiendan análisis y estudios muchas
veces innecesarios y hasta los repiten para sacarle provecho al seguro. He sido víctima de esas travesuras y también
lo he visto en amigos y parientes cuando asisten a las clínicas en busca de
asistencia.
Una
vez sostuve una discusión con un empleado del área administrativa de un
reconocido centro médico de la capital porque le agregaron 17 medicamentos extras
a la cuenta de una hermana mía que fue intervenida con problema cardiaco.
Pude
detectar el fraude al examinar la cuenta. Quede sorprendido al notar que pese a
que le dieron la de alta a las 7:00 am, la despacharon a las 5 de la tarde y en
el expediente aparecía que le habían suministrado ese día los fármacos que
estaban demás en la lista.
Particularmente,
creo que quienes actúan de esa manera son mercaderes de la medicina. Es una
acción combinada con la administración del centro porque terminan dividiendo
los beneficios.

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