Si la historia humana es la historia del sometimiento de unos por otros, de la apropiación privada de lo que es de todos, de la justificación del dominio y de su Naturalización Ideológica; es, también, la de la resistencia a la explotación y a su violencia por parte de la rebelión y la esperanza. Esta historia es la lucha entre la multitud y el mando (Lucha de clases), que no es otra cosa que la pugna entre lo común y lo privado; entre el derecho de todos y el poder acumulado por quienes se lo apropian; entre la potencia y su sometimiento.
La lucha actual es originada por el arrebato de los medios que posibilitan el uso y aprovechamiento de los recursos naturales para lo común y la toma por la fuerza, del fruto del trabajo ajeno, además de la unión de otros para impedirlo. La lucha es porque todos los seres vivos necesitan que el ambiente esté adecuado para su desarrollo (incluidos los miembros del Capitalismo) y de que todos los seres humanos tienen los mismos derechos fundamentales y, por lo tanto, nadie debe realizar acciones que puedan perjudicar a otro Ser humano, o si lo hizo, deberá compensarle de alguna forma.
Es lo que se manifiesta con la negación de desarrollo para nuestra época con la ruptura de la capacidad de tolerancia de los organismos a consecuencia de las actuaciones del Capitalismo. Esto supone una articulación social que elimine la explotación y el dominio, que construya la libertad de todos, en la que, además, para satisfacer las necesidades hay que producir de algún modo; pero diferente a ellos, una forma de relación social en la que la producción no es un fin en sí mismo, sino un instrumento de la construcción social de la vida.
El capitalismo ha cumplido su promesa de expansión y colonización: a mediado del siglo XVI fue España, en el siglo XVII fueron Francia e Inglaterra. Después de la revolución y del imperio, comenzó una especie de nuevo ciclo histórico definido por el desarrollo industrial de las naciones. Inglaterra, por ejemplo, desarrolló un avance tan excepcional que su potencia era igual a la de todos los demás países reunidos (siglo XIX). La envestida contra el derecho ajeno conquista cada día nuevos territorios; pero estas expansiones sólo se cumplen a expensa del planeta Tierra y de la vida misma; su producción y nuestro consumo, orientados siempre y sólo al beneficio de ellos, poniendo en peligro la supervivencia humana, incluso la suya propia y como es natural al medio ambiente. El funcionamiento del aparato necesita el medio y sus recursos para explotarlos, nuestras manos para producir, nuestros estómagos y nuestros miedos para consumir, y al propio ambiente para que reciba sus desechos.
Estos son sólo partes de los mecanismos con los que se articula el poder del capitalismo, red de sometimiento y sobreentendidos, que nos llevan a confundir la visión del Mundo y la naturalidad de su orden.
El modo de producción capitalista tiene, como toda forma de dominio, la apropiación como insumo principal. Esto impide a la mayoría actuar con autonomía y continúa descartando la posibilidad de la multitud de agenciarse su propio porvenir. Se establece como base fundamental el trabajo obligatorio, para la materialización de la producción; su resultado es el Sometimiento inicial y finalmente la muerte antes de tiempo y sin libertad.
La propiedad privada, aliada incondicional del capitalismo, sólo se garantiza con la fuerza, la apropiación y la imposición. Declarar que son suyas las tierras, los medios de producción, las ciudades y los campos, las fábricas y los trabajos colectivos, entre otros, es impedir al Colectivo su uso liberador y condenarlo a una supervivencia precaria, a sus condiciones, a su obediencia.
Las actividades que debían garantizar la vida libre, aumentar la Independencia y fomentar su autonomía ha desaparecido con la aprobación, la que, a su vez, convierte el trabajo (obligatorio para la supervivencia), en tristeza y desesperación, en castigo, en condena de obediencia, sumisión y muerte anticipada.
El que los proletarios (los que trabajan por un salario), quieran vivir igual que los capitalista, como se ha visto y entendido en muchos escenarios, es posible de una forma: integrarse en la normalidad del orden del espectáculo capitalista, contribuyendo de este modo a mantener y perpetuar el estado de calamidad que padece la humanidad y el medio ambiente azotados por el capitalismo. Sin embargo, el proletario puede y tiene que ser otra cosa: el Gestor de un Mundo Nuevo, rechazando al Mundo del dominio y enfrentando el Orden de la muerte.
Tiene que comenzar a hacer lo contrario de lo que ha hecho antes, como Reverso que es del Capitalismo, debe convertirse en su pesadilla: debe hablar, en vez de estar callado, escribir en vez de escuchar lo que otros leen; saber en vez de ignorar, hacer la historia en vez de padecerla; exigir en vez de obedecer; desobedecer en vez de estar sumiso; gobernar en vez de elegir a los que los gobiernen; crear el mundo en vez de ver como se consume.
El proletariado hace cosas que precisamente benefician a la Empresa del espectáculo, alimentando, de este modo, la Industria de su Destrucción y por ende al Patrón Económico y Desarrollo Industrial Despilfarrador y Destructivo. En su lugar tiene que aprender a cuidar porque se cumplan los elementos del Desarrollo Sostenible que es el tipo de desarrollo que toma en cuenta al Proletario y a todos por igual.
El 80% de los recursos del mundo son absorbidos por los países capitalistas (los cuales cuentan con el 15-20% de la población mundial). El proletariado, como contraparte debería estar desafiando esta tremenda injusticia, aunque parezca que se dan golpes contra un muro de concreto.
Como consecuencia de estas acciones capitalistas se ha dispuesto, de forma abusiva, de los Recursos de la tierra, para aumentar diferentes tipos de poderíos y en menor parte para satisfacer necesidades. En los últimos dos siglos, la convivencia equilibrada entre ser humano y naturaleza ha sido rota para cubrir necesidades reales y ficticias del capitalismo. Todo esto en detrimento de la salud, calidad y la estabilidad del medio ambiente y sus recursos, llegándose en la actualidad a un punto en que la situación es considerada por muchos como irreversible; es decir, sin posibilidades de recuperación por medios naturales en la escala del tiempo de la vida humana.
Si pretendemos crear una sociedad en la que la apropiación, la producción del desarrollo industrial y tecnológico Insostenible y las actuaciones desafortunadas de las comunidades sean respetuosas del ambiente, sería bueno recordar que el irrespeto anterior conque han sido tratado el ambiente y los recursos naturales, ha puesto en peligro la tierra como lugar donde se tiene que desarrollar la vida y que no es posible más sumisión hacía el Gran Capital.
En estos momentos de trascendencia y crisis, la humanidad proletaria, todavía, es la fuerza que se tiene que domar y mantener a la vez, pues no pueden suprimirla; ¿quién trabajaría por ellos? No pueden anularla, porque de ella depende su Mundo; esa fuerza es su límite, es la Piedra en el Zapato. Se requiere, sin embargo, más capacidad y competencia para la acción, por parte del Proletariado. Ha llegado el momento de vivir y proceder correctamente, de forma conveniente y ética para el ser humano, para los animales y toda la naturaleza; pero sobretodo, para las nuevas generaciones.
Ya han quedado atrás los días en los que se pensaba que la ciencia y la tecnología iban a ser la solución de todos los problemas ambientales creados y materializados por las intervenciones y actuaciones descritas antes, incluidas las de nuestra sociedad. Está claro lo de los cuantiosos daños ambientales acumulados hasta ahora en toda la tierra.
Para su apropiación y actuación posterior, el Amo manejó la naturaleza a su antojo y capricho, haciendo del planeta tierra su propio paraíso, en el cual todo era posible, sin mucho esfuerzo y sin ningún tipo de límites. Pero las cosas no han salido bien y tenemos que contractual. La naturaleza se vuelve contra nosotros: somos todos culpables; aunque unos con una cuota de responsabilidad mayor.
Los recursos naturales se agotan rápidamente o son contaminados por las acciones del capitalismo y nuestras actividades, convirtiéndose en peligrosos o en inútiles; nos quedamos sin espacios en las zonas tradicionales más habitables del planeta, el acceso fácil y barato a las Aguas y la energía ha dejado de serlo.
Necesitamos una sociedad nueva, con nuevos valores de comportamiento, de consumo y de relaciones. Hemos de conseguir que el “Bienestar y la felicidad” no se basen en la producción y el consumismo. Hemos de conseguir vivir de forma Sostenible. Pero......
La economía capitalista no puede tratar el ambiente de forma Sostenible. su lógica es crecer y matar; producción sin planificación ni efectividad, tendiendo siempre al logro de la eficiencia, en el sentido simple de ingresos – inversión, lo cual constituye una ausencia de equidad y un desarrollo falso, sus horizontes son a cortos plazos. Las ganancias se potencian rápidamente, sin tomar en cuenta pasivos ambientales de sus acciones e impactos (Desarrollo económicamente inviable). La producción capitalista es privada, ya se ha dicho, todo está fragmentado en partes y cada parte mira hacía lo demás como si fuera gratis. Un Capitalista toma en cuenta únicamente los costos de su industria o empresa (con sus equipos e inversiones), pero lo que hace en contra del Ambiente no es” su costo”, porque no es parte de su entorno de propiedad que deba cuidar (desarrollo sin seguridad ambiental).
En los momentos actuales se presentan nuevas oportunidades para enfrentarnos a otros tipos de problemas, tanto prácticos como éticos. Las fuentes de energía renovables, de las que se habla mucho en la actualidad, tienen muchas ventajas y son la propuesta “bandera” de los grupos ecologistas del momento y como están entrando en moda, podríamos estar en presencia de un” nuevo y moderno encuentro del capitalismo con el medio ambiente”. Parece interesante conocer algunas cosas sobre las energías renovables, a fin de que no seamos sorprendidos como en los tiempos pasados recientes.
Las energías renovables son menos eficientes que las de los Combustibles fósiles o las nucleares, se requieren grandes superficies para instalarlas, producción de energía de manera intermitente, de difícil acople a los grandes picos de demanda, producen grandes impactos al Paisaje, empleo de grandes cantidades de recursos y energías para fabricación de componentes. Estos y otros aspectos mueven a pensar que es necesario tratar con cuidado el tema de las energías alternativas. En modo alguno, las afirmaciones anteriores pretenden descartar el uso de las Energías alternativas. Pero tenemos que estar preparados para evaluar y decidir si conviene que los parques eólicos y Solares sustituyan las Zonas Agrícolas o los bosques en determinadas zonas, si podremos tener estas instalaciones cerca de donde vivimos?, o en las zonas Urbanas?. Si podremos instalar cualquier tipo de planta sólo porque se diga que se trata de Energía Renovable o si vamos, como es lo correcto, a analizar la posibilidad de la instalación, para decidir la que conviene al país y al medio ambiente, de acuerdo a la ubicación.
No porque se hable de energía renovable el proyecto tal procede. Existen aspectos éticos que no pueden ser manejados desde los puntos de vista del capitalismo, o sea, basándose únicamente en aspectos económicos o tecnológicos. Sea cual sea la fuente de Energía Alternativa en que se piense, será necesario el planteamiento de problemas técnicos, ecológicos, económicos y éticos:
¿los costos económicos de esas tecnologías serán asumibles por las posibles sociedades sostenibles futuras? Debemos satisfacer necesidades energéticas sin pensar en las consecuencias ecológicas de las generaciones por venir? Cuál es el tipo de energía renovable que conviene a las futuras generaciones?.
Por otro lado, las energías renovables son costosas en términos económicos, tanto en la investigación, y el desarrollo como en la construcción, instalación y funcionamiento, sobre todo para la Deposición de los residuos al final de la vida útil: no sólo los residuos radiactivos necesitan sistemas de transporte, tratamiento, confinamiento y almacenamiento, que deben ser consecuentes con las normas de seguridad y protección del medio ambiente; también los de tipos biológicos y químico los requieren.
Las propuestas y los análisis de alternativas, en los estudios de impacto ambiental tendrán y están llamados a cumplir su cometido para decidir si el coste económico justifica o no el costo ecológico. Recordemos que, actualmente, los economistas tienen grandes dificultades para aplicar un precio a los valores ecológicos. Al menos, para estos tipos de proyectos sería recomendable contar con la participación comunitaria en la fase previa a la elaboración del estudio de impacto ambiental, para que tome parte en las propuestas de opciones para la propuesta de las alternativas de proyectos. Para el cumplimiento de este objetivo de forma realista, cada Proyecto o Actividad debe estar incluido en una Planificación territorial en la que ya se haya tenido en cuenta el elemento ambiental (Planificación del Territorio).
La solución de estos problemas tomará, necesariamente, en cuenta el concepto holistico del ambiente, o sea, pensar en sistema y olvidarse de las tendencias simplistas cartesianas de causas y efectos. Para el alcance del desarrollo Sostenible ayudan los principios básicos que incluyen a la gestión ambiental como garantía para la protección del Medio.
La integración de estos principios, tanto el de prevención como el de corrección, implicará la inclusión de otros instrumentos Jurídicos, administrativos y económicos que obligarán a la Gestión a convertirse en un proceso holistico.
Los estudios de impacto ambiental son herramientas poderosas, que ayudarán en la gestión para prevenir alteraciones que pudieran ocasionar las obras del porvenir; las auditorias ambientales o ecoauditorías, como complementos de los estudios de impactos, ayudarán como herramientas técnicas de corrección.
Si queremos tomar en serio a la energía renovable como alternativa para los próximos años, al menos, se debería tener la oportunidad de poder analizar el tipo de instalación conveniente para el lugar y condiciones especificas (Fotovoltaica, eolica, hidroeléctrica, geotérmica, etc), los Sistemas Globales de distribución energética deben ser actualizados e incluso cambiados, si fuere necesario. No lleguemos al desarrollo de estas
Fuentes por moda u oportunismo político de turno, analicemos cuidadosamente cada proyecto de estos, que van a aparecer próximamente, auspiciados por el mismo capitalismo de que se ha hablado en estas paginas o por las “necesidades” surgidas en los próximos meses y que serán “administradas” por las nuevas autoridades que serán el resultado de la próxima derrota del pueblo en las venideras elecciones.
Por Sergio Ledesma.
0 Comentarios