Califica a Vincho Castillo como difamador profesional

El doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez,abogado de profesión, la cual adquiere un carácter secundario ante lo que ha sido su verdadero oficio, del que ha hecho un uso-costumbre, la calumnia y la difamación.
El doctor Castillo es uno de los personajes más siniestro que recuerda el país, la génesis y sentido de su vida ha tenido como norte embarrar las conductas bien ganadas de honorables dominicanos, solamente por la razón de que disienten de su posición política, por resentimientos personales.
La manipulación y retorcimiento de la realidad, su permanente siembra de odios, la mentira, entre otras distorsiones de la naturaleza humana, que riñen contra todo sentimiento cristiano, reflejan todo cuanto existe en el interior este hombre.
El Dr. José Francisco Peña Gómez, líder indiscutible del partido Revolucionario Dominicano, aun después de muerto, en las elecciones del año 1998, víspera de su muerte, casi agonizando, en compañía de reconocidos intelectuales del país, agotó largas horas de su ya, disminuida y exigua existencia, redactando un documento que fue enviando a la prensa y a la comunidad internacional defendiéndose de la acusación de narcotraficante, hecha por el Presidente de la Fuerza Nacional Progresista.
Una de las Razónes que justifica el sport televisivo *Yo los perdono*,es la decisión del Dr. Peña Gómez de liberarse de rencores y perdonar a aquellas personas que hicieron más infeliz su paso por la vida, dentro de lo que se destaca con preeminencia el Dr. Vincho Castillo.
Presidente de un minúsculo partido de nombre Fuerza Nacional Progresista, que en términos electorales nunca ha tenido principalía enla República Dominicana, su líder ha buscado la notoriedad que las masas populares le niegan en las urnas, haciendo históricamente las más estridente denuncias.
Concurrir aliado a un partido mayoritario en una y otras elecciones, ha sido la estrategia de este hombre de funesta recordación, evitando perder la personería jurídica, ante la miserable votación que en cada proceso electoral adquiere.
El Gacetaso de 1978 que despojó al Partido Revolucionario Dominicano de 4 senadores, así como de varios diputados, síndicos y regidores, es una muestra de los escrúpulos del personaje en cuestión.
La acusación al Lic. Fernando Álvarez Bogart de haber desfalcado el Concejo Estatal del Azúcar (SEA), es otro hecho que retrata en cuerpo y alma la mitomanía del hombre denominado Palero de San Francisco, La acusación en contra de Salvador Jorge Blanco que minó las bases de la paz, la tranquilidad y la armonía de esa familia, que durante años tuvo que padecer el látigo de la enquina, sometidos a una angustia que aceleró los achaques de salud que sufrían, tanto Salvador, como Doña Asela, culminando después de varios años con el final de su existencia.
El Dr. Castillo es presidente en la actualidad de la Comisión Nacionalde Ética del Poder Ejecutivo, sustituyendo en ese cargo a José Joaquín Bidó Medina, uno de los hombre más honorables del Partido de la Liberación Dominicana, de conducta diametralmente opuesta al supra indicado infame calumniador.

Ha sido un anhelo del pueblo dominicano ver al Dr. Castillo, asumir su rol ante un bochornoso escándalo de corrupción como el caso Sund Land, dar seguimiento a todos y cada uno de los expedientes de corrupción destapados en este gobierno, que laceran lo más profundo de la conciencia nacional.
Sería oportuno también verlo actuar en los múltiples escándalos de corrupción que vinculan a Felix Bautista, hombre de extrema confianza de Leonel Fernández y su gobierno, así también proceder a raíz de las alusiones hechas a la primera dama, de manejo irregular de recursos y cuentas bancarias, de las cuales según las informaciones, es titular.
La campaña del año 1994 y 1996, en la que el Dr. José Francisco Peña Gómez fue candidato, padeció la más sucia y rastrera campaña de difamación que recuerda la historia del país, de parte de un hombre que ha hecho de la difamación y la injuria, su modus viviendis, contribuyendo esas despiadadas acusaciones, a acelerar el deterioro del estado de salud de un hombre excepcional como Peña Gómez, que lamentablemente acabaron con su vida.
En esta ocasión la Dra. Milagros Ortiz Bosch, de conocidas credenciales morales en este país, de acrisolada honestidad, responsable de profundas reformas en términos legislativos, con eficiente labor en la Secretaría de Estado de Educación, ha sido envestida por la insolencia del personaje de marras, craso error de su parte.
Milagros no tiene que defenderse de ninguna alusión hecha por quien le ha dejado a su familia como legado, la profesión de embarrar honras bien ganadas, de ahí que los hijos de engendro demoniaco Vincho Castillo, en una clonación y símil perfecta de su padre, han continuado tan innoble tarea; a esta mujer extraordinaria la defiende su conducta, su transparencia, una vida dedicada a favor de la democracia y la libertad.
En ocasión de una alusión hecha por la señora Alejandrina Germán, sobre su desempeño como Secretaria de Estado de Educación, Milagros dio seguimiento en términos judiciales a tan infame imputación, terminando con una decisión de un magistrado de la república que avaló su honesto y cristalino desempeño en esa institución.
La Tercera Sala de la CamEl doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez, abogado de profesión, la cual adquiere un carácter secundario ante lo que ha sido su verdadero oficio, del que ha hecho un uso-costumbre, la calumnia y la difamación.

El doctor Castillo es uno de los personajes más siniestro que recuerda el país, la génesis y sentido de su vida ha tenido como norte embarrar las conductas bien ganadas de honorables dominicanos, solamente por la razón de que disienten de su posición política, por resentimientos personales.

La manipulación y retorcimiento de la realidad, su permanente siembra de odios, la mentira, entre otras distorsiones de la naturaleza humana, que riñen contra todo sentimiento cristiano, reflejan todo cuanto existe en el interior este hombre.

El Dr. José Francisco Peña Gómez, líder indiscutible del partido Revolucionario Dominicano, aun después de muerto, en las elecciones del año 1998, víspera de su muerte, casi agonizando, en compañía de reconocidos intelectuales del país, agotó largas horas de su ya, disminuida y exigua existencia, redactando un documento que fue enviando a la prensa y a la comunidad internacional defendiéndose de la acusación de narcotraficante, hecha por el Presidente de la Fuerza Nacional Progresista.

Una de las Razónes que justifica el sport televisivo *Yo los perdono*, es la decisión del Dr. Peña Gómez de liberarse de rencores y perdonar a aquellas personas que hicieron más infeliz su paso por la vida, dentro de lo que se destaca con preeminencia el Dr. Vincho Castillo.

Presidente de un minúsculo partido de nombre Fuerza Nacional Progresista, que en términos electorales nunca ha tenido principalía en la República Dominicana, su líder ha buscado la notoriedad que las masas populares le niegan en las urnas, haciendo históricamente las más estridente denuncias.

Concurrir aliado a un partido mayoritario en una y otras elecciones, ha sido la estrategia de este hombre de funesta recordación, evitando perder la personería jurídica, ante la miserable votación que en cada proceso electoral adquiere.
El Gacetaso de 1978 que despojó al Partido Revolucionario Dominicano de 4 senadores, así como de varios diputados, síndicos y regidores, es una muestra de los escrúpulos del personaje en cuestión.

La acusación al Lic. Fernando Álvarez Bogart de haber desfalcado el Concejo Estatal del Azúcar (SEA), es otro hecho que retrata en cuerpo y alma la mitomanía del hombre denominado Palero de San Francisco, La acusación en contra de Salvador Jorge Blanco que minó las bases de la paz, la tranquilidad y la armonía de esa familia, que durante años tuvo que padecer el látigo de la enquina, sometidos a una angustia que aceleró los achaques de salud que sufrían, tanto Salvador, como Doña Asela, culminando después de varios años con el final de su existencia.

El Dr. Castillo es presidente en la actualidad de la Comisión Nacional de Ética del Poder Ejecutivo, sustituyendo en ese cargo a José Joaquín Bidó Medina, uno de los hombre más honorables del Partido de la Liberación Dominicana, de conducta diametralmente opuesta al supra indicado infame calumniador.

Ha sido un anhelo del pueblo dominicano ver al Dr. Castillo, asumir su rol ante un bochornoso escándalo de corrupción como el caso Sund Land, dar seguimiento a todos y cada uno de los expedientes de corrupción destapados en este gobierno, que laceran lo más profundo de la conciencia nacional.

Sería oportuno también verlo actuar en los múltiples escándalos de corrupción que vinculan a Felix Bautista, hombre de extrema confianza de Leonel Fernández y su gobierno, así también proceder a raíz de las alusiones hechas a la primera dama, de manejo irregular de recursos y cuentas bancarias, de las cuales según las informaciones, es titular.

La campaña del año 1994 y 1996, en la que el Dr. José Francisco Peña Gómez fue candidato, padeció la más sucia y rastrera campaña de difamación que recuerda la historia del país, de parte de un hombre que ha hecho de la difamación y la injuria, su modus viviendis, contribuyendo esas despiadadas acusaciones, a acelerar el deterioro del estado de salud de un hombre excepcional como Peña Gómez, que lamentablemente acabaron con su vida.

En esta ocasión la Dra. Milagros Ortiz Bosch, de conocidas credenciales morales en este país, de acrisolada honestidad, responsable de profundas reformas en términos legislativos, con eficiente labor en la Secretaría de Estado de Educación, ha sido envestida por la insolencia del personaje de marras, craso error de su parte.

Milagros no tiene que defenderse de ninguna alusión hecha por quien le ha dejado a su familia como legado, la profesión de embarrar honras bien ganadas, de ahí que los hijos de engendro demoniaco Vincho Castillo, en una clonación y símil perfecta de su padre, han continuado tan innoble tarea; a esta mujer extraordinaria la defiende su conducta, su transparencia, una vida dedicada a favor de la democracia y la libertad.

En ocasión de una alusión hecha por la señora Alejandrina Germán, sobre su desempeño como Secretaria de Estado de Educación, Milagros dio seguimiento en términos judiciales a tan infame imputación, terminando con una decisión de un magistrado de la república que avaló su honesto y cristalino desempeño en esa institución.

La Tercera Sala de la Camara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, mediante sentencia No. 91 de fecha 16 de diciembre del año dos mil cinco (2005), condenó al Dr. Marino Vinicio Castillo Rodríguez por difamación e injuria, ordenándolo pagar una indemnización de un millón (RD$1,000,000.00) de pesos, en razón de la acusación hecha a Hernani Salazar, en la que lo vinculaba un personaje ligado al narcotráfico internacional.

El Señor Castillo no tiene calidad moral para cuestionar a nadie en este país, es una decisión jurídica que lo ha catalogado como difamador profesional. La honestidad no es una palabra, es una conducta.


CRISTIAN CEBALLOS
cristianceballos20@yahoo.es
El autor es abogado y periodistaara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, mediante sentencia No. 91 de fecha 16 de diciembre del año dos mil cinco (2005), condenó al Dr. Marino Vinicio Castillo Rodríguez por difamación e injuria, ordenándolo pagar una indemnización de un millón (RD$1,000,000.00) de pesos, en razón de la acusación hecha a Hernani Salazar, en la que lo vinculaba un personaje ligado al narcotráfico internacional.
El Señor Castillo no tiene calidad moral para cuestionar a nadie en este país, es una decisión jurídica que lo ha catalogado como difamador profesional. La honestidad no es una palabra, es una conducta.


CRISTIAN CEBALLOS
El autor es abogado y periodista

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