Fui visitado este viernes, a las 6:00 de la mañana en este Palacio de Justicia, por dos altos funcionarios del gobierno, quienes me contaron una historia que me da la explicación del por qué es que yo estoy preso.
Me contaron de varias publicaciones en los medios de comunicación el lunes, relacionadas a una persona que no conozco, quien está acusado de lavado, de Drogas, y que dizque le había dado dinero al gobierno y que trabaja con un movimiento, que dizque apoya al compañero Hipólito Mejía y que va ha ser deportado, quien habría mencionado nombres de funcionarios, con quienes estaría vinculado, a quienes había dado dinero, lo que provocó una situación terrible para el PLD y el Gobierno, una situación muy difícil para la imagen del gobierno.
Cuando le pregunté a ellos, ¿Pero qué tiene que ver eso conmigo? Ellos me dijeron, no,no no, fue que hubo una reunión en el Palacio el lunes mismo, después de la publicación de las declaraciones que había dado ese señor a la prensa, mientras era juzgado, y en un análisis de la nueva situación, realizado por altos funcionarios políticos y judiciales del gobierno, con cuatro personas muy amigas mías, tratando de encontrar un tema o caso con el cual “sacar” de los medios esas declaraciones.
Ellos me dijeron que el Fiscal del Distrito Nacional, Moscoso Segarra, quien estaba en la reunión, planteo el caso mío. Me dijeron que él fue quien introdujo el tema, Tony Rutinel Domínguez como posible solución a la situación dada. Tres funcionarios muy amigos míos, uno judicial y dos Secretario de Estado, se negaron y se retiraron. Entonces él, Moscoso Segarra, instruyó el expediente. Llamó a la Magistrada Miriam J. Sánchez, Magistrada Aracelis Peralta, al Magistrado Adolfo Feliz y otros, para que instrumentaran el expediente. Uno de ellos le dijo que el caso mío no era un expediente ni criminal, ni que tuviera cosas graves, que era un caso de simple policía, ya que era solo una discusión familiar, sin importancia.
ASI OCURRIERON LOS HECHOS.
Al otro día de suceder el incidente con la distinguida joven, quien tiene un niño conmigo, que es de una gran familia, Los Caraballos, me informaron que ella había puesto una querella, el miércoles después de ocurrido el incidente. Llamé entonces a los magistrados Miriam J. Sánchez, Aracelis Peralta y al magistrado Adolfo Feliz, por separado, y en el curso de la semana, había hablado con ellos el miércoles, el jueves y el viernes y me habían dicho que no había nada. Que sí había una denuncia y que ellos no le había puesto importancia, porque no tenía la característica ni la condición para ponerle, que era un caso simple, que era un empujón que ella decía que yo le había producido y que eso le ocasionó una pequeña herida.
Que eso era una simple herida que curaba antes de los diez días, que eso era del juzgado de Paz, pero que ellos tampoco lo iban a mandar, porque lo que procedía era una orden de alejamiento físico entre nosotros. Envié a una abogada y a ella le dijeron lo mismo, hasta que el lunes vuelvo a llamar a las magistradas, Aracelis Peralta y Miriam Sánchez y me dicen lo mismo. Pero cuando llamo el martes, el día después de la reunión que se celebró en Palacio y que no conocía que donde ya habían diagramado el plan contra mí, entonces es que la magistrada Aracelis Peralta me dice, después de yo llamarla tres veces ese día, me dice, ¿ usted puede venir a la 7:00 de la noche?. Le dije, como no magistrada y fui. Ahí estaba montado un espectáculo. Me dice que el Fiscal Moscoso Segarra me quiere ver y así me traen y cuando llegamos, esta toda la prensa, el Fiscal no estaba y me subieron para la celda de manera sorpresiva.
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