Dinámica familiar en tiempo de crisis

 Por María Sonaly Vega Vega Garabitos M.A

Especial para La Verdad de ahora.com

Una situación de emergencia de cualquier naturaleza implica un impacto psicológico muy estresante, que requiere de una respuesta que devuelva al individuo su estabilidad emocional.

Las personas en tiempo de crisis son significativamente más propensas a padecer de agotamiento, desapego, ansiedad, irritabilidad, insomnio, poca concentración e indecisión, lo cual trae consigo deterioro del desempeño

laboral.

La comunicación familiar durante la crisis

La convivencia familiar en este momento de crisis mundial se ha incrementado en nuestro día a día, lo que nos permite que los valores que, habitualmente, inculcamos a los más cercanos a través de verbalizaciones, tengan más efectividad en las acciones y en el tiempo que pasamos juntos/as, de manera que la comunicación asertiva y la empatía son elementos importantes para mantener una sana convivencia en el hogar. Así, cobra especial relevancia cuidar no solo lo que decimos, sino también cómo lo decimos.

Es importante tener en cuenta estas estrategias que nos ayudarán para una convivencia saludable:

 Permite que los demás se sientan cómodos/as al hablar.

 Favorece que los demás se den cuenta de que entendemos su postura,

aunque no la compartamos.

 Practica la empatía.

 No caigas nunca en descalificaciones.

 No interrumpas el discurso de tus familiares.

 Habla con mensajes claros, siendo preciso en lo que quieres expresar.

Evita mensajes contradictorios o vacilantes.

 Emplea un tono y un lenguaje corporal positivos, mirando a la persona

con la que nos estamos comunicando.

 Ofrece mensajes positivos siempre que tengas ocasión.

 Trata a tu hijo o a tu hija, padre, madre, hermano o hermana con el

mismo grado de respeto con el que esperas que te traten a ti.

 Habla y responde con respuestas que incentiven una conversación

afable evitando frases negativas.

 Favorece la comprensión y el respeto mutuo en la familia.

 Procura delegar y pedir ayuda cuando es necesario, sé tolerante con los

fallos de los otros y no olvides motivar a tu familia.

La buena comunicación se basa en comprender, colaborar, construir, respetar, escuchar y hacer partícipes a los y las demás de las cuestiones de la casa, de la familia,

Tenemos en estos días, una gran oportunidad para practicar la comunicación, la negociación y la empatía.

Existen situaciones que pueden alterar la dinámica familiar como puede ser desastres naturales, enfermedades, separación de los padres, muerte de algún familiar, accidente de tránsito, comportamiento inadecuado de algunos de sus miembros, el nacimiento de un hijo e hija con alguna condición de discapacidad, lo cual puede generar diferentes reacciones como rechazo, negación, inseguridad, miedo, preocupaciones y frustraciones.

De igual manera podemos fortalecer la dinámica familiar y la relación con los hijos e hijas, tomando en cuenta estos elementos y poniéndolos en práctica.

 crear en el hogar un ambiente de cariño y de apoyo con pautas de convivencia claras donde corregir sea sinónimo de educar y jamás de maltratar.

 enseñarle a valorar y disfrutar los pequeños logros.

 inculcar valores morales y espirituales.

 modelar el respeto y valoración de la vida y la naturaleza.

 hacer todo lo que esté a su alcance para que el niño o niña aprenda.

 Desarrollar la resiliencia en sus hijos, (La resiliencia es la capacidad para

adaptarse levemente con resultados positivos frente a situaciones adversas).

 Aceptar que cada hijo e hija es un ser único.

 Practicar la atención y escucha activa.

 Establecer reglas y rutinas de horarios para las tareas y actividades

recreativas de la familia.

 Promover la motivación y la autodisciplina.

Cabe destacar el fomento de una buena autoestima en sus hijos, aceptarlos y amarlos tal cual son, elogiar los logros de manera sincera. Es importante asignarle tareas acordes a su capacidad, evitar la sobreprotección, sancionar en privado y elogiar en público, darle oportunidad de equivocarse y aprender de

sus errores.

Dios nos ha dado el gran privilegio de ser padres y con responsabilidad asumimos nuestro compromiso para dar respuestas a las necesidades de nuestros chicos.

Les dejo con este texto: He aquí, herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre, como saeta en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud, bienaventurado el hombre que lleno su aljaba de ello,

no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta. (Salmo

127:3)


Publicar un comentario

0 Comentarios