Asaltado por diversas formas y maneras esta el espacio público de la ciudad benemérita, siempre con la mirada cómplice de las autoridades municipales. Desde el año 1962 la autoridad de la casa consistorial ha sido indiferente y muy permisiva frente a la pérdida constante del espacio colectivo. Se llama espacio público, al espacio de propiedad pública, dominio y uso público. Es el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular en paz y armonía, donde el paso no puede ser restringido por criterios de propiedad privada. El espacio público abarca, por regla general, las vías de tránsito o circulación abiertas: calles, plazas, carreteras; así como amplias zonas, como las bibliotecas, escuelas, hospitales, los jardines, parques y espacios naturales, cuyo suelo es de propiedad pública. Resulta hilarante por no decir otra cosa, la práctica de la propia Policía Nacional de estacionar vehículos en la acera de la entrada principal del Palacio Policial de esta localidad, cuando es la institución llamada a velar por el orden y asegurar la libre movilidad de la gente. Motoristas han invadido la ciudad, usando mas del 60 % de las esquinas como paradas; guagüeros ocupan calles y aceras como sus terminales; camioneros abusan de la rotonda norte de la avenida Libertad; los taxistas ocupan también calles principales para estacionar sus unidades, todos actúan como dueños absolutos sin importarles un bledo la ciudadanía. La calle General Leger desde la intercesión con la calle Jesús de Galindez hasta la calle 16 de agosto esta mas que asaltada por talleres de pinturas, mecánica, auto adornos y negocios sin parqueos. Vendedores de frutas, de ropas de paca, de chucherías, de celulares, ocupan tranquilamente la ciudad; limpiabotas, fritureros, paleteros, prostitutas, prostitutos, vagos, mendigos se adueñan de plazas y parques. Las calles Pedro Renville María Trinidad Sánchez y Duarte son un pandemonio. De las calles Juan Tomas Díaz, Dr. Brioso, Santome, Florencio Araujo, María Trinidad Sánchez y Francisco J. Peynado hablaremos con especial interés cuando abordemos el tema mercado. La avenida Libertad es un escenario de pérdida del espacio público, ahí hay de todo desde la calle Armando Nivar hasta la calle 16 de agosto: Dealer, camioneros, taxistas, pollos, comidas, gomeros, talleres, alquiler de equipos pesados…vulneran todo y nadie hace ni dice nada. En la carretera Sánchez el tránsito de vehículos y personas se ve interrumpido por los negocios de ventas de neumáticos, talleres, puestos de frutas y viandas, que bajo el imperio del desorden pululan en esa vía. Lo que acontece en esta metrópoli se traduce en un irrespeto flagrante de la ley, no tan solo de los violadores materiales, sino de las autoridades que nada hacen para extirpar este mal mayor que padece nuestro pueblo. Hemos heredado una ciudad asaltada por el desorden, donde nadie quiere respetar reglas y normas, con la justificación de buscarse el moro, se afecta a la generalidad, se transgreden los derechos del colectivo social y se construye una urbe prácticamente invivible. Jamás podemos seguir protegiendo intereses personales y de grupos que azarosamente agreden la paz y tranquilidad de San Cristóbal Vivir en disfrute pleno de nuestras calles, aceras, parques, plazas, avenidas, es el anhelo de toda la ciudadanía, y la autoridad municipal está en la obligación de garantizarlo. No es nada difícil recuperar el espacio público de la ciudad de San Cristóbal, sólo hay que empezar por los grandes como la Policía Nacional, los transportistas, los camioneros, los Dealer en las calles, y los talleres que abundan en calles y avenidas. Esta pesadilla debe ser parte del pasado, de un ayer nefasto, de una historia de insaciables comensales en la rectoría de la capital provincial y de una ciudadanía indiferente, calladamente cómplice. ES URGENTE que la alcaldía dirija su mirada hacia este tumor maligno, que los 17 concejales demuestren que viven aquí y que este terruño les importa mucho. Es penoso decir que la acera frente a la gobernación en la histórica avenida constitución de San Cristóbal es usada para estacionar motocicletas. Como este son cientos los ejemplos que podemos mencionar. ... se ha convertido en un mercado, es una realidad, es una verdad a la vista de todos; cambiar esto es también responsabilidad de todos"
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