Editorial domingo 21 de agosto 2016 del periódico Camino
Acabamos de celebrar 153 años de la Restauración de la República. Este trascendental hecho histórico fue obra de hombres que creyeron en el futuro de la patria. Entregaron la vida, que es lo más precioso que tiene un ser humano. Se olvidaron de sí para que brotara del jardín de sus sueños y utopías la libertad que nació en febrero del 1844.
La fecha de la Restauración nos llama a caminar por nuevas sendas. Nuestro país tiene muchas realidades oscuras que debemos restaurar con nuevas luces de esperanza. Todavía estamos a tiempo de impedir que los ideales de los forjadores de nuestra nacionalidad perezcan por la desidia y la indiferencia de quienes estamos llamados a darle continuidad. Llegó la hora de proclamar: Basta ya de complicidad con lo mal hecho. Basta ya del crimen sin castigo y del acto corrupto sin la sanción merecida.
Ahora que iniciamos un nuevo período presidencial y municipal es propicia la ocasión para ofrecer un desagravio a los héroes de la Restauración. Ellos se lo merecen. Es el mejor tributo a su memoria. Es el momento de darle continuidad al proyecto que iniciaron los restauradores. No continuemos transitando por caminos paralelos a sus ideales. Recordemos que la mejor manera de decir, es hacer.
Tenemos que restaurar la honestidad y la transparencia en la administración pública. El cumplimiento de los deberes ciudadanos. Sepultar para siempre la cultura de impunidad que parece echar raíces en nuestro suelo. Tenemos que restaurar la esperanza perdida en el futuro de la nación.
La fecha de la Restauración nos llama a caminar por nuevas sendas. Nuestro país tiene muchas realidades oscuras que debemos restaurar con nuevas luces de esperanza. Todavía estamos a tiempo de impedir que los ideales de los forjadores de nuestra nacionalidad perezcan por la desidia y la indiferencia de quienes estamos llamados a darle continuidad. Llegó la hora de proclamar: Basta ya de complicidad con lo mal hecho. Basta ya del crimen sin castigo y del acto corrupto sin la sanción merecida.
Ahora que iniciamos un nuevo período presidencial y municipal es propicia la ocasión para ofrecer un desagravio a los héroes de la Restauración. Ellos se lo merecen. Es el mejor tributo a su memoria. Es el momento de darle continuidad al proyecto que iniciaron los restauradores. No continuemos transitando por caminos paralelos a sus ideales. Recordemos que la mejor manera de decir, es hacer.
Tenemos que restaurar la honestidad y la transparencia en la administración pública. El cumplimiento de los deberes ciudadanos. Sepultar para siempre la cultura de impunidad que parece echar raíces en nuestro suelo. Tenemos que restaurar la esperanza perdida en el futuro de la nación.
Podemos lograrlo. Esperamos que las autoridades que asumieron la responsabilidad de conducir al país, durante los próximos cuatro años, no defrauden a este pueblo noble que espera días mejores. Que las promesas ofrecidas se hagan realidad. Así crecerá la democracia.
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