Hacer política es el arte de asumir las causas y
necesidades de TODOS y llevar desarrollo y soluciones al COLECTIVO, eso es
política…así deberían manejarla los
actores políticos, pero no es así, sucede lo contrario. Los que han empañado la política, la conciben como la
oportunidad de enriquecerse a modo personal, y eso es desligarse del objetivo
de esta ciencia.
Vocación de servicio,
lo elemental, lo no negociable para
hacer política, pero cuando personas sin esta cualidad de una manera u otra
logran escalar en este escenario, todos pagamos por el alcance de sus bajezas, ambiciones,
desorientación y desatención a las necesidades de aquellos por los cuales se
vela…o mejor dicho, por los que se debería velar desde la posición política
obtenida.
Cuando estos modos de operación política se generalizan,
como es el caso de nuestro país ,sucede lo que pasa. Ni los que ocupan
posiciones políticas, ni los que los apoyan movilizan un dedo si no hay un
beneficio personal, y el beneficio de todos en esta situación podría empacar
maletas e irse al olvido.
Los poquitos frente a la mayoría lucen como nada. Los que
si entienden la política como el arte de de la inclusión de todos para el
desarrollo, se observan como los atrasados y desfasados políticos que no se
“actualizan” al modo perverso de la política enriquecedora de los últimos tiempos.
De esos se ríen, son los objetados, pues el modo político actual hace que los
adormecidos de esta sociedad vean a estos actores políticos como soñadores,
donde sus ilusiones de política real para todos es inexistente.
Menos mal que los que
hoy son mayoría algún día fueron minoría, hay que agotar todos los métodos necesarios
para mostrar a los desencantados de la política (casi todo el país) que las
cosas pueden ser distintas, o que
la política puede ser como debe de ser,
un ejercicio de dignidad y de
importancia para el desarrollo colectivo.
Los daños que causa
el ejercicio político sin nobleza, sin sentido de humanidad, sin inclusión de
desarrollo para todos tiene sus resultados, muy penosos, catastróficos sería la
palabra. Analicemos…
datos oficiales y de organismos internacionales que reflejan que la
economía local no ha parado de crecer desde finales de 2004 tras la crisis
bancaria de 2003 hasta la fecha. Cita la posición de República Dominicana muy
por encima de países de Latino América en lo que a crecimiento económico se refiere.
Eso es estupendo pero, un 46% de los dominicanos en zonas rurales vive en la pobreza y alrededor
de un 30% de los jóvenes está desempleado.
El manejo desmedido e irresponsable
de los actores políticos del país tiene como resultado una deslumbrante
desigualdad entre crecimiento económico y reducción de pobreza, tal parece que
el crecimiento económico no da cabida a la reducción de la pobreza nacional, y
este crecimiento es solo visible en unos pocos mientras los mucho siguen
avanzando hacia el retroceso y visualización de una política sucia que fomenta la
desigualdad. La República Dominicana
está entre los países con mayor pobreza de la región con un 40,7% según el estudio Panorama Social de
América Latina desarrollado por la CEPAL.
Todos estos resultados son causa de una política pública mal
manejada a propósito de intereses particulares.
La oscuridad abre concierto a la luz, tanta oscuridad en la
política nos ordena que llego el momento de encenderla, hay que detectar los que la han podrido, identificarlos y
penalizarlos en permanencia de tener participación en lo que a políticas
publica se trata, ya que, el crecimiento y desarrollo de un país no puede estar
en manos de los que quienes no representan mejorías para las mayorías.
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