La Dirección
General de Comunicación dio a conocer hoy el impacto de la visita sorpresa del
presidente Danilo Medina a la Asociación de Mujeres Merced Tamarindo, que opera
una granja piscícola en El Tamarindo, Bahoruco.
Tuvieron que esperar
(o batallar) 23 años para tener éxito. "La mayoría de las mujeres estaban
mal", recuerda Delfina Reyes, líder de la Asociación de Mujeres Merced
Tamarindo, que opera una granja piscícola en El Tamarindo, Bahoruco.
Danilo Medina las
visitó enterado de su perseverancia y de su afán por producir para mejorar las
condiciones de vida de sus familias. Impresionado, autorizó un préstamo de 11
millones de pesos a una tasa de interés de 5% anual (0.41% mensual).
Son 50 mujeres que
engordan tilapias y carpas en estanques en una superficie total de 32 tareas.
Su historia puede ser vista aquí: bit.ly/1mnXaBg
6 estanques y un
reservorio que costaron 6 millones de pesos
Los 6 estanques
que tienen costaron 6 millones de pesos más el reservorio. Invirtieron en
instalar un eficiente sistema de energía eléctrica.
Venden su pescado,
fresco, fresquito, acabado de salir del estanque, limpio, pero también
sazonado, listo para freir o cocinarlo guisado. Sabroso.
De Vicente Noble,
Tamayo, Galván, Neiba y hasta de Barahona vienen a El Tamarindo "detrás de
sus pecaítos". Compran y revenden para puestos de comida, frituras, fondas
y a las familias.
"Va a haber
meneo, un cambio de vida bien"
"Va a haber
meneo, un cambio de vida bien", dice una de las socias, entusiasmada por
el cambio que ha dado la granja y que comienza a sentirse en sus vidas luego de
la visita sorpresa de Danilo Medina y del apoyo gubernamental.
"Hay fuentes
de trabajo, hay aspiraciones y mucha motivación."
“Nos ven como
empresarias”
"Ya no nos
ven como las mujeres que no éramos nadie, nos ven como empresarias",
concluye Delfina con una amplísima sonrisa de satisfacción.
Ahora, además de
que habrá más dinero en sus familias y en la comunidad, cuya economía se dinamiza,
estas mujeres emprendedoras y persistentes se sienten valoradas, respetadas y
admiradas por sus maridos, por sus hermanos, por sus vecinos, en fin, por su
prójimo.
Y tal cambio, al
gobierno de Danilo Medina, le hace feliz. Gobernar bien es precisamente eso,
aplicar políticas que funcionan y que cambian la vida de la gente.
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