Por Elvin Sánchez
Hoy arribamos a los 156 años de la epopeya restauradora de la República Dominicana. Este acontecimiento parió la Segunda República, donde la presencia protagónica de hijos de San Cristóbal, fue determinante en la soberanía conquistada.
José María Cabral y Luna, héroe de Santomé y la Canela, figura egregia de la Independencia y Restauración de la República, dos veces presidente de la nación y líder emblemático del Partido Azul.
José del Carmen Reynoso, uno de los dominicanos más honorables en el desempeño de la función pública, prócer inmaculado de la Independencia y Restauración de la República Dominicana, que jamás utilizó para provecho personal las altas posiciones ocupadas en gobiernos. Es un elevado paradigma de integridad, moralidad y decencia de la patria.
Eusebio Araujo, Eusebio Pereyra y Eusebio Evangelista , Aniceto Martínez , Desiderio del Pozo, Manuel Mateo, Basilio Urbaez, Fernando Lapaix, José Melenciano, Alejo Campusano, José Mercedes, y mucho otros hijos de San Cristóbal que sus espadas reivindicaron la tierra de Duarte….
Este enorme legado símbolo inequívoco de la grandeza de San Cristóbal en la historia de la República, debe ser uno de los primeros estímulos, motivos y razones para enfocarnos en repensar el municipio, construyendo unidad para dar pasos agigantados al desarrollo y el bienestar de la gente.
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