Miriam Germán califica de soberbio al Procurador y lo responsabiliza de los insultos de Laura Guerrero Pelletier a los jueces de la SCJ







Foto: Magistrada Miriam Germán Brito

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La magistrada Miriam Germán Brito, miembro de la Suprema Corte de Justicia, remitió una comunicación al Procurador General de la República en la que le acusa de soberbio, junto a la Procuradora Especializada de Lucha Contra la Corrupción, Laura Guerrero Pelletier.
La carta dirigida a Jean Alain Rodríguez, fue remitida este lunes, con copias a Mariano Germán, presidente de la Suprema Corte de Justicia, y a la propia Guerrero Pelletier.
“Ustedes corren el riesgo de que sus insultos, algunos por encargo, sean vistos como una proyección de temores y falencias. Si surge un malestar de fondo, lo crearon ustedes y eso es lamentable”, dice la carta de la presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, y a la que Acento tuvo acceso.
La carta de Miriam Germán Brito es la siguiente:
Santo Domingo, DN
02 de julio de 2018
Magistrado
Jean Alain Rodríguez Sánchez
Procurador General de la República
Su despacho.-
Honorable Procurador
Recientemente tres procesados del llamado caso Odebrecht interpusieron recusaciones en contra del Magistrado Francisco Ortega.
Y es a partir de ahí que de la boca de la Distinguida Señora Laura Guerrero Pelletier, sale un montón de descalificaciones para todos los Jueces de la Suprema Corte de Justicia.
Con sus expresiones, esa Distinguida Señora se comportó como sin el Magistrado Ortega fuera el único que garantiza que el proceso siga, no sé qué pensará este Magistrado, pero es un insulto que una parte presente a un Juez como proclive a decidir un proceso a su favor, eso no es justo con alguien que como Ortega obra con corrección y de cuya honorabilidad no tengo motivos para dudar.
A los otros quince Jueces se nos insultó, porque según sus decires la Distinguida Señora Guerrero Pelletier, no coloca como favorables a la “impunidad y a los procesados”.
Para ustedes hubiese sido más honorable que en el improbable caso de que la Suprema Corte de Justicia hubiere elegido a un Juez que no fuera el Magistrado Ortega, hacer uso de la recusación que no es como ustedes dicen un mecanismo de retardar procesos, sino una garantía que persigue que las partes (ustedes son una) tengan un Juez imparcial y ustedes son una parte nada más ni nada menos.
Usted y su subordinada prefirieron usar la soberbia, nos insultan a todos, y no a cualquier tribunal, a la Suprema Corte de Justicia, que no somos mejores que nadie pero al igual que cualquier otro tribunal estamos obligados a decidir con imparcialidad.
Ustedes creen que todo se resuelve poniendo una implacable presión mediática, eso a la larga no funciona, además de que no es aceptable, parece como si su propósito fuera crear una pugna que nos lleve a un mal de fondo.
Con la incontinencia verbal de quien jerárquicamente depende de usted y por tanto usted es responsable, ni siquiera reparó en que su accionar la colocaba como posible de violación de la Ley 6132.
De los imputados ustedes, sin mayores explicaciones, excluyeron ocho, porque no tenían pruebas, bien hecho, pero por más memoria que hago, no recuerdo ningún calificativo despectivo, ningún insulto por esa medida, emitido por nadie de la Suprema Corte de Justicia.
Es un abuso de ustedes descalificar quince Jueces a quienes señala como “proclives a los imputados y a la corrupción”.
Las veces en que he subido a estrados en este asunto, les pregunté si tenían algún reparo a mi presencia y callaron, están los audios.
Aunque usted diga que su expresión fue “Para mi el Juez confiable es la justicia”, usted es responsable de todos los insultos y descalificaciones de la Distinguida Señora Pelletier.
Supongo que se dividieron los papeles y a ella le tocó el más odioso: el que viola ley 6132.
Si no olvidamos las reglas de las instituciones ligadas al quehacer de la justicia, no hay súbditos, por tanto, ni usted, ni la distinguida Señora Laura Guerrero Pelletier tienen derecho a dirigirse a nosotros como si fuéramos sus súbditos entre cuyos deberes están el soportar insultos injustificados.
Si usted ponderara el efecto de los insultos de la Distinguida Señorsa Guerrero Pelletier, presentaría una excusa, pero eso no lo espero, la soberbia no permite este tipo de decisión.
Ustedes corren el riesgo de que sus insultos, algunos por encargo, sean vistos como una proyección de temores y falencias.
Si surge un malestar de fondo, lo crearon ustedes y eso es lamentable.
Sin otro particular, se despide,
Atentamente,


Miriam C. Germán Brito
Juez Presidenta de la Segunda Sala
Suprema Corte de Justicia

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