¿Cómo perdonar para sanar definitivamente? Muchas veces tenemos en nuestros corazones rencores, resentimientos viejos, rabietas pasadas para con personas que en su momento nos hicieron daño. Esto ocurre porque no dejamos que los sentimientos sanen, sino que los dejamos ahí pensando que si no se toman en cuenta el tiempo los curará, como si este fuera una especie de superhéroe capaz de resolver todo sin que nosotros hagamos nada al respecto. La verdad es que siempre somosnosotros los responsablesde generar cambios en nuestras vidas. No lo podemos dejar en manos de la situación, de los demás o de otros factores; por supuesto que estos influyen, pero siempre seremos nosotros quienes debamos determinar nuestras reacciones ante lo sucedido. Para ayudarte con este tema, mira en Gananci este artículo sobre cómo seguir y ser persistente cuando solo tienes ganas de rendirte. A continuación encontrarás algunas claves que son de suma importanciapara que puedas perdonar y de esta manera evitar enfermedades, malos ratos, y de una vez por todas, desligarte negativamente de aquellos que te hirieron física o emocionalmente: 1.- Hazte consciente de la importancia de perdonar: cuando reconoces que el perdón te beneficia a ti mismo antes que al otro, que te trae muchos beneficios tanto para tu salud mentalcomo la física, te causa una sensación de alivio –entre muchas más resultados positivos- se te hará mucho más sencillo hacerlo. Este es el primer paso: reconocer todas las bondades de dejar iraquellos sentimientos y darte cuenta de que con la falta de perdón no estás castigando al otro sino a ti mismo. 2.-Examínate: haz el ejercicio de recordar esos momentos -por incómodos que sean- donde te sentiste irrespetado, herido, triste o atacado por el otro, recuerda tu reacción y toma la responsabilidad de tu aporte en caso de que la tengas. Trata de que esos pensamientos sean objetivos, no se trata de echarte la culpa a ti, sino de saber admitir tu cuota de responsabilidad en la situación (si existe). Esto no es nada fácil, de hecho perdonarnos a nosotros mismos suele ser complicado porque a menudo solemos ser muy duros, pero date la oportunidad. Mira este artículo sobre cómo perdonarte a ti mismo en Gananci, seguro te será muy útil. Al final, la vida está hecha de errores y enmiendas, eso es lo que le da sazón y además, son esos tropiezos los que te otorgan las experiencias que necesitas para seguir. 3.- Admite:una vez te examines a fondo, encontrarás las razones por las cuales has acumulado rencor, ahora lo que debes hacer es admitir que tienes una necesidad de perdón. Muchas personas se quedan en esta fase ya que creen que manteniendo esas emociones negativas en sus corazones es una manera de protegerse de futuros daños o de demostrar su fortaleza ante los demás. Nada más lejos de la realidad. Cuando aceptas que tienes sentimientos que no te están trayendo nada positivo a tu vida, es uno de los mayores pasos para sanarte. 4.- Olvida: una vez hayas pasado por todos los pasos anteriores viene la verdadera dificultad. Perdonar definitivamente tiene que ver con olvidar, es dejar pasar la ofensa, es seguir hacia adelante decidiendo de verdad dejar las heridas en el pasado. Hay dicho que reza “Yo perdono pero no olvido”, debo decir que ese es uno de los refranes más contradictorios del argot popular, ya que justamente el perdón implica el olvido. Si no olvidas no estás soltando, y eso es precisamente lo que se busca, sanar, drenar a nuestro cuerpo de emociones que solo le hacen daño. Perdonar es tomar la decisión de olvidar.Déjame explicar mejor, no se trata de olvidar literalmente: el perdón significa que cuando recuerdes a esa persona o esa situación ya nosientas dolor, rabia, rencor, odio o ninguna otra emoción negativa. Cuando esto ocurre, te liberaste. 5.- Vive: cuando perdonas es un alivio, es quitarte un peso de encima. De ahí en adelante lo que viene es disfrutar tu vida tomando en cuenta que no estamos exentos de que otros nos hieran, pero que sí somos nosotros quienes determinamos nuestra manera de actuar en esos momentos. Por otro lado, queda también de cada uno atesorar las experiencias ya que estas nos ayudarán a ser más cautelosos y a no tropezarnos dos veces (o más) con la misma piedra. Edith Gómez (Algeciras, Cádiz)


Muchas veces tenemos en nuestros corazones rencores, resentimientos viejos, rabietas pasadas para con personas que en su momento nos hicieron daño. Esto ocurre porque no dejamos que los sentimientos sanen, sino que los dejamos ahí pensando que si no se toman en cuenta el tiempo los curará, como si este fuera una especie de superhéroe capaz de resolver todo sin que nosotros hagamos nada al respecto.
La verdad es que siempre somosnosotros los responsablesde generar cambios en nuestras vidas. No lo podemos dejar en manos de la situación, de los demás o de otros factores; por supuesto que estos influyen, pero siempre seremos nosotros quienes debamos determinar nuestras reacciones ante lo sucedido. Para ayudarte con este tema, mira en Gananci este artículo sobre cómo seguir y ser persistente cuando solo tienes ganas de rendirte.
A continuación encontrarás algunas claves que son de suma importanciapara que puedas perdonar y de esta manera evitar enfermedades, malos ratos, y de una vez por todas, desligarte negativamente de aquellos que te hirieron física o emocionalmente:
1.- Hazte consciente de la importancia de perdonar: cuando reconoces que el perdón te beneficia a ti mismo antes que al otro, que te trae muchos beneficios tanto para tu salud mentalcomo la física, te causa una sensación de alivio –entre muchas más resultados positivos- se te hará mucho más sencillo hacerlo.
Este es el primer paso: reconocer todas las bondades de dejar iraquellos sentimientos y darte cuenta de que con la falta de perdón no estás castigando al otro sino a ti mismo.
2.-Examínate: haz el ejercicio de recordar esos momentos -por incómodos que sean- donde te sentiste irrespetado, herido, triste o atacado por el otro, recuerda tu reacción y toma la responsabilidad de tu aporte en caso de que la tengas.
Trata de que esos pensamientos sean objetivos, no se trata de echarte la culpa a ti, sino de saber admitir tu cuota de responsabilidad en la situación (si existe). Esto no es nada fácil, de hecho perdonarnos a nosotros mismos suele ser complicado porque a menudo solemos ser muy duros, pero date la oportunidad.
Mira este artículo sobre cómo perdonarte a ti mismo en Gananci, seguro te será muy útil.
Al final, la vida está hecha de errores y enmiendas, eso es lo que  le da sazón y además, son esos tropiezos los que te otorgan las experiencias que necesitas para seguir.
3.- Admite:una vez te examines a fondo, encontrarás las razones por las cuales has acumulado rencor, ahora lo que debes hacer es admitir que tienes una necesidad de perdón. Muchas personas se quedan en esta fase ya que creen que manteniendo esas emociones negativas en sus corazones es una manera de protegerse de futuros daños o de demostrar su fortaleza ante los demás. Nada más lejos de la realidad.
Cuando aceptas que tienes sentimientos que no te están trayendo nada positivo a tu vida, es uno de los mayores pasos para sanarte.
4.- Olvida: una vez hayas pasado por todos los pasos anteriores viene la verdadera dificultad. Perdonar definitivamente tiene que ver con olvidar, es dejar pasar la ofensa, es seguir hacia adelante decidiendo de verdad dejar las heridas en el pasado.
Hay dicho que reza “Yo perdono pero no olvido”, debo decir que ese es uno de los refranes más contradictorios del argot popular, ya que justamente el perdón implica el olvido. Si no olvidas no estás soltando, y eso es precisamente lo que se busca, sanar, drenar a nuestro cuerpo de emociones que solo le hacen daño.
Perdonar es tomar la decisión de olvidar.Déjame explicar mejor, no se trata de olvidar literalmente: el perdón significa que cuando recuerdes a esa persona o esa situación ya nosientas dolor, rabia, rencor, odio o ninguna otra emoción negativa. Cuando esto ocurre, te liberaste.
5.- Vive: cuando perdonas es un alivio, es quitarte un peso de encima. De ahí en adelante lo que viene es disfrutar tu vida tomando en cuenta que no estamos exentos de que otros nos hieran, pero que sí somos nosotros quienes determinamos nuestra manera de actuar en esos momentos.
Por otro lado, queda también de cada uno atesorar las experiencias ya que estas nos ayudarán a ser más cautelosos y a no tropezarnos dos veces (o más) con la misma piedra.



Edith Gómez (Algeciras, Cádiz)

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