El usoirrespetuoso del lenguaje en los Medios de ComunicaciĆ³n

Alfredo Cruz Polanco (alfredocruzpolanco@gmail.com)

“La lengua es como la chispa que prende el fuego”. Santiago 3:6

A raĆ­z de la proliferaciĆ³n en nuestro paĆ­sde una gran cantidad de estaciones de radio y canales de televisiĆ³n, tanto nacionales como locales, muchos de ellos sin licencias para operar, han surgido una gran cantidad de programas de opiniones, de comentarios y de interacciĆ³n social, los cuales en su mayorĆ­a, no estĆ”n autorizados para operar, por no contar con los permisos correspondientes.
La ComisiĆ³n Nacional de EspectĆ”culos PĆŗblicos y RadiofonĆ­a, de acuerdo a la ley 1951 y al Reglamento No.824, es el organismo regulador y responsable de emitir dichospermisos para el ejercicio de la profesiĆ³n de locutor y comunicador, tanto para la radio como para la televisiĆ³n, luego de aprobarun riguroso examen.

Algunas personas consideran que el estar delante de un micrĆ³fono o de una cĆ”mara de televisiĆ³n, les da derecho o potestad para irrespetar, insultar, ofender a nuestras autoridades y a las figuras pĆŗblicas, sobre todo, al seƱor Presidente de la RepĆŗblica, a quien se le debe respeto y consideraciĆ³n, aunque no comulguen con su forma de gobernar y pensar, independientemente del partido a que pertenezca.

Los medios de comunicaciĆ³n: radio,  televisiĆ³n, periĆ³dicos, tanto fĆ­sicos, como digitales y las propias redes sociales, deben ser utilizados para educar, orientar, informar y formar a toda la ciudadanĆ­a, jamĆ”s para desinformar, confundir, difamar, injuriar, insultar, ofender, irrespetar, extorsionar o destruir la integridad de las personas.

De acuerdo a los artĆ­culos 84 y 105 del Reglamento 824, dicha ComisiĆ³n puede prohibirla transmisiĆ³n de aquellos programas, asĆ­ como la suspensiĆ³n de sus productores, que corrompan el lenguaje o que actĆŗen contrarios a la moral, al pudor y a las buenas costumbres. En los actuales momentos, no se estĆ” cumpliendo con estas tareas y no se aplica ningĆŗn tipo de rĆ©gimen de consecuencias.  Los directores de las estaciones de radio y televisiĆ³n, deben exigir el carnet de locutor o de periodista a los productores de programas, lo que antes era una obligaciĆ³n para poder hacer uso de estos medios.

Se puede denunciar un hecho, criticar con energƭa, mostrar desacuerdos, decir grandes verdades, pero haciendo un uso correcto del lenguaje, guardando siempre la prudencia, el equilibrio emocional y el comedimiento, sin caer en la vulgaridad, en la bajeza, en el insulto personal y en la blasfemia. No hay necesidad de utilizar un lenguaje soez, porque esto nos hace daƱos, nos afecta nuestra imagen y credibilidad, y por tanto, nos descalifica ante la ciudadanƭa.

Hablar con bravuconerĆ­a, con arrogancia y prepotencia, utilizando un lenguaje emotivo, vulgar, soez e insultante, no es sinĆ³nimo de hablar con autoridad ni gallardĆ­a, pues estarĆ­amos enviando un mensaje equivocado y contrario a los valores mĆ”s sanos de la sociedad.

Si tuviĆ©ramos conciencia del poder y la influencia que ejercen los medios de comunicaciĆ³n en la ciudadanĆ­a, cuidarĆ­amos cada vez mĆ”s, nuestro lenguaje y la forma de decir las cosas, pues asĆ­ logramos ganarnos el respeto, la confianza y la credibilidad de los demĆ”s, pues la pasiĆ³n es mala consejera.¡Cuidemos pues nuestro lenguaje, que es como cuidarnos a nosotros mismos!


El Autor es Contador PĆŗblico Autorizado
Ex Miembro Titular de la CĆ”mara de Cuentas de la RepĆŗblica y ex diputado


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