Anteriormente,
permanecer en casa era visto de buena manera. Sin embargo, los tiempos han
cambiado, ahora parece mucho más importante el poder ser sociable e interactuar
a gran escala, poseer una agenda llena de compromisos –con cada momento
publicado en redes sociales-. Por tanto, la idea de permanecer y disfrutar el
estar en casa ya no es considerada la mejor opción.
Lo
aprendido hasta ahora, y que ya parece natural, es despertar temprano e ir al
gimnasio, tomar directamente la vía al trabajo, matricularse en algún curso
durante el horario de la tarde o hacer un máster, haciendo hueco paraquedar con
alguieny tomar una cerveza. De vuelta a casa, la planificación va de pasar
tiempo con la familia, cocinar sano, leer unas pocas páginas hasta dormir y
hacer que tu vida gire en este círculo de manera indefinida.
Esta
forma de vida resulta agotadora y estresante ya que mientras estás en el bar
realmente lo único que te apetece es estar en la comodidad de las cuatro paredes
de tu casa. Pero un día decides ser valiente y decir “no” a los planes que te
han propuesto porque te quedas en casa.
Sin
embargo, ¡sorpresa! Cuando estás en casa ya no sabes qué hacer, te sientes
incómoda porque resulta que tu casa te es desconocida. No obstante, todo tiene
solución, aquí te mostramos cómo ser
feliz en casa con estas diez claves para lograrlo. Verás que no es tan
difícil y que permanecer en ella te permitirá incluso reconectarte contigo y revisar tus propios hábitos, pues
bien dicen por allí que el hogar es un reflejo de nuestro interior.
1.
Pon
orden. Es posible que el ajetreo diario no te haya permitido tener orden en
tu casa, pero es un hecho que el orden es un recurso importante para refugiarse
del estrés. Así que antes de abandonar la compra a medio camino de casa, tener
tu ropa “a mano” –entiéndase regada en cualquier punto de la habitación- y tus
libros por doquier, es mejor que reconsideres tener todo en su sitio. Es recomendable
dedicar sólo tres minutos para dejar todo como estaba antes de salir de una
habitación.
2.
Imita
el arte nórdico de la "kalsarikännit". Este término resume los placeres más simples
de la vida proclamando la felicidad en el hogar y sin intención de ir a otro
lugar. Puedes estar en ropa interior, tomar un poco de vida y sólo disfrutar el
momento. Podrías añadir la variante de agregar compañía, si así lo deseas. ¡Tú
decides!
3.
Adopta
una mascota. Esto te permitirá tener compañía, reducir el estrés, ser más
empático, y siempre tendrás un ser especial ansioso esperando tu regreso a casa
para darte felicidad. Si por ahora esto no es posible, entonces inténtalo con
una planta puesto que también cuenta como un ser vivo y, aunque no mueva la colita cuando cruces la puerta, podrá al
menos purificar el aire y generarte felicidad y satisfacción al verla crecer.
4.
Adiós
a la distancia del teclado. Hola a la cercanía de la llamada. Estar en casa
es un tiempo que puedes aprovechar para dejar de lado la ansiedad que pudiese
ocasionar el estar pendiente de la mensajería de texto y los correos del
trabajo. Así que si deseas hablar sólo tienes quetomar el teléfono y llamar. Te
será mucho más cómodo y generarás más cercanía.
5.
Recuerda
hacer la cama. Sí, aunque vuelvas a deshacerla en la noche, ya que el hacer
la cama te permitirá generar más niveles de productividad y felicidad -según ApartmentTherapy,
que a su vez se basa en el libro de Charles Duhigg's ThePower of Habit-; además
de generar orden mental cada vez que tu mirada se dirija hacia ese punto.
6.
Escribe
diariamente. En la mañana puedes empezar con frases positivas que te motiven, o trazar algún objetivo que desees
concretar. En la noche, realiza un balance en positivo de tu día respondiendo
preguntas tales como: ¿Cuál fue mi momento más feliz del día? ¿Qué he aprendido
hoy? También puedes realizar una lista del 1 al 5 con diferentes aspectos de tu
vida (amor, trabajo, salud, motivación, metas por cumplir) y cuando termine la
semana, verificar qué tal te ha ido.
7.
Invierte
dinero en ella. Aunque al principio te duela sacar del presupuesto aquellos
hermosos guantes que deseabas para el próximo invierno, te resultará de mayor
ganancia utilizar el dinero para todo aquello que te proporcione felicidad en
tu casa, tal como: una cuenta en Netflix, una nueva manta para tus momentos en
el sofá o algún elemento decorativo que luego te encantará admirar en tus
ratos. Deshazte de objetos inútiles que no te rememoren momentos agradables,
sino que te provoquen pena o nostalgia –incluidos los regalos de tu ex-.
Por Edith Gòmez
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