A Carlos Montás Dionisio o cuando un amigo se va



En Cambita Garabitos, la comunidad ubicada en el mismo trayecto del sol, enclavada en la misma cordillera central, perteneciente al sur de la República Dominicana, donde la esperanza no muere, donde las gentes son trabajadoras, estudiosas y luchadoras  permanente por la obtención de un ideal y de un clima de amor y de paz para todos.
En ese pequeño terruño de aproximadamente 31,067 habitantes, mal contados, hay muchos seres que con su vida cotidiana han venido construyendo el estadio de avance progreso de nuestra adorada comunidad, pero muchas veces andamos tan rápido que no tenemos la oportunidad de compartir, reconocer ,disfrutar y valorar en su justa dimensión y me refiero al señor Carlos Montás Dionisio o como le conocían muchos Carlos Fedín o Carlos Petró haciendo alusión a sus progenitores Don Fedín Montás y doña Petronila Dionisio.
Ayer feneció Carlos quien era un excelente ser humano, luchador, propulsor del deporte, las actividades recreativas, sociales y culturales de este pueblo y una persona proveniente de un tronco familiar que le dio y le da sabor a este pueblo.
No sabía cómo iniciar este breve artículo si titularlo a Carlos Montás o  bajo el tema de la canción de Alberto Cortés “Cuando un amigo” que una de sus estrofas reza: cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro.
Carlos era ese amigo que cuando íbamos al play allá lo encontrábamos jugando con mucha entrega y emoción; cuando se trataba de una lucha por las soluciones de los problemas de nuestras comunidades estaba presente; en las fiestas y eventos ahí también los encontrábamos y cuando fallecía un munícipe siempre se solidarizaba.
Lamento no haber podido solidarizarme con esa familia ejemplar y despedir a este gran hijo de mi pueblo Cambita: del Cambita del ayer, en que todos nos conocíamos y del Cambita de hoy; pero tengo la firme convicción de que Dios le tiene en un lugar especial.
Este año que finaliza Dios nos ha bendecido ricamente, pero hemos recibido duros golpes emocionales como fueron los fallecimientos de  Doña Mercedes Santana Calderón, Juan Candelario Linares (Cacán), entre otros, y en esta ocasión pasamos por el hondo dolor de despedir a un munícipe connotado de nuestro pueblo como lo fue Carlos Montás Dionisio.

Espero que con el deceso de Carlos nos permita como sociedad la cohesión social, ser más solidarios y en reconocer que cada uno es la continuación de los demás y todos somos parte de un mismo cuerpo que constituye en el tejido social de nuestra comunidad.
Emmanuel Solano Martínez










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