Hay un sector de la sociedad dominicana que está interesada en darle al paĂs una ley de partidos polĂticos, cuyos objetivos debieran estar dirigidos a garantizar el funcionamiento del sistema democrático, dotando directrices muchas más cercanas al funcionamiento de los partidos polĂticos debido a que, Ăşltimamente se dice que estos han entrado en una etapa de crisis y franco deterioro.
A pesar de existir la ley electoral 275-97, que regula los procesos electorales y dedica un capĂtulo entero a la regulaciĂłn de los partidos polĂticos desde el reconocimiento (art.41), constituciĂłn (art.43), fuente de ingreso (art. 47), de las fusiones, alianzas y coaliciones (art.62), la contribuciĂłn del estado a los partidos polĂticos ( art. 48 al 55), de los delegados de los partidos polĂticos y el art. 60 que establece las causas de la extinciĂłn de los partidos polĂticos, no obstante todos estos contenidos, se reclama una ley para el funcionamiento de los partidos polĂticos.
Si damos un vistazo a nuestra ley electoral, que por cierto es muy completa con relaciĂłn a otras legislaciones, podemos ver que con una modificaciĂłn podrĂa lograrse y complementarse algunos objetivos que no abarca la ley 275-97 y que para el legislador le serĂa mucho más adecuado proceder a elaborar un proyecto de ley con vistas pĂşblicas con tal completarla acorde con las necesidades que se están presentando y que se logre maximizar la democracia a lo interno de los partidos.
Como ciudadano preocupado, me motivĂ© a escribir sobre el contenido de nuestra ley electoral 275-97 para recordar que su fundamento es la de establecer normativas y garantizar su cumplimiento abarcando los estatutos de los partidos, la ConstituciĂłn de la RepĂşblica y la propia ley electoral. En una oportunidad escuchĂ© hablar al sociĂłlogo JosĂ© del Castillo y expresaba que no era necesario que se hiciera una ley de partidos polĂticos, que bien podrĂa reformarse la actual ley electoral 275-97.
Hace varios años que los medios de comunicaciĂłn se han hecho eco de algunos ciudadanos que impulsan la creaciĂłn de una ley de partidos polĂticos con el propĂłsito de regular el funcionamiento de cara a garantizar un mejor control democrático entre los partidarios sin darse cuenta que ellos se rigen por unos estatutos, que es su ley interna, por la ConstituciĂłn, la ley electoral y el Tribunal Superior Electoral, suficientes para lograr los derechos de sus miembros.
Una ley de partidos polĂticos no va a impedir que se conculquen los derechos de los miembros de elegir y ser elegidos a los cargos internos de las direcciones administrativas y los derechos que tienen sus miembros de ser elegidos a cargos electorales gubernamentales y municipales, porque cuando sus Ăłrganos de control desean que sean cambiados hasta los estatutos, tambiĂ©n lo logran para satisfacer sus apetencias.
Lo que si puede contribuir a una mejor gobernabilidad de los partidos es adecuar ycomplementar la actual ley electoral para que se establezcan aquellas medidas que fortalezcan la democracia interna de los partidos y que han sido solicitadas por los propios partidos que quieren mayor transparencia al momento de elegir los cargos administrativo a lo interno y con relaciĂłn al control de los votos partidarios para que no sean influidos por miembros de otros partidos.
La ley electoral debiera regular sobre la celebraciĂłn de las primarias internas de los partidos para elegir sus autoridades con fechas, tipo de padrĂłn y tambiĂ©n definir las fechas, los plazos y las formalidades de las primarias para elegir los candidatos ya sea con el padrĂłn nacional o con el padrĂłn de militante de cada partido en los niveles (de diputados, sĂndicos, regidores, senadores y presidente de la repĂşblica), o si en la misma fecha todos los partidos( primarias simultaneas) o si en fechas distintas para cada partido.
Lo más importante por ahora es que el gobierno designe una comisiĂłn de especialistas compuesta por cinco personas y que se incorpore a un representante de cada partido mayoritario (PLD, PRD, PRSC y PRM) para que conjuntamente preparen un anteproyecto de ley de partidos polĂticos ya sea para que funcione como tal o sea incorporada como una modificaciĂłn a la actual ley 275-97 para que el mismo se someta al congreso nacional para su conocimiento y sea aprobada.
El sistema de partidos polĂticos en el paĂs se ha ido debilitando con las Ăşltimas divisiones sufridas por el Partido Revolucionario Dominicano, que dio origen al PRM y el Partido Reformista social Cristiano que ha dado origen al Partido Reformista Liberal y dos movimientos independientes. TambiĂ©n se dice que el PLD ha sufrido contradicciones que lo llevĂł a reelegir a todos sus diputados, senadores y sĂndicos por temor a que hubiera algĂşn rompimiento irremediable.
Hoy más que nunca la RepĂşblica Dominicana necesita fortalecer el sistema polĂtico ya que vamos avanzando con pasos seguros al sistema de bienestar y progreso y que no debemos dejar que colapse por mantener demasiadas ambiciones personales, y sus bases de soporte a la democracia, que en gran parte lo sustentan los partidos polĂticos sean robustecidas, dotándolas de una legislaciĂłn que ofrezca igualdad de oportunidades para todos los miembros de los partidos.
EL AUTOR es Máster en GestiĂłn y Análisis de PolĂticas PĂşblicas. Reside en Santo Domingo.
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