Preocupados

Editorial del periódico Camino del 
 domingo 05 de junio 2016
Los últimos hechos de violencia ocurridos en el país deben llevarnos a una profunda reflexión. La convivencia fraterna y solidaria se está agrietando. Estamos presenciando actos criminales que jamás pensamos que ocurrirían en nuestro pueblo.

Lo sucedido en San Pedro de Macorís en donde choferes que eran secuestrados, le quitaban la vida y luego los tiraban en una fosa nos lleva a comparar lo que está sucediendo en otros pueblos latinoamericanos que están pasando por el trance de sufrir las consecuencias de un crimen organizado que llena de horror y espanto a los habitantes de esas naciones hermanas. Las bandas criminales han tomado tanta fuerza que ya imponen su regla de juego llegando a controlar territorios a los cuales nadie pueda accesar.

El incremento de la violencia intrafamiliar es otro síntoma que está afectando la sociedad dominicana. El consumo y tráfico de drogas ha empeorado esta situación. El hambre insaciable de dinero por un lado, y la búsqueda de la felicidad por caminos equivocados están generando muchas tragedias.

Estamos viviendo momentos difíciles. No es cuestión de percepción, es una realidad.  La inseguridad ciudadana nos acorrala. Estamos viviendo en una cárcel sin puertas.  Los medios de comunicación no recogen todos los actos vandálicos que ocurren en nuestras comunidades. Hay familias que sufren en silencio el daño que han padecido de los bandidos y malhechores que pululan en campos y ciudades.

Señores, es urgente fortalecer las instituciones que deben velar por el respeto a las leyes. No podemos continuar indiferentes frente a los males que amenazan con robarnos la paz. Todavía estamos a tiempo de frenar estas inconductas que toman ribetes de normalidad.
Todos podemos aportar para crear un clima de paz, recordando siempre que ésta es fruto de la Justicia.

En nuestro país se ha acumulado tanta impunidad frente a los que secuestran el bien colectivo que estamos cosechando la tempestad de tantos vientos sembrados por sectores que solo piensan en sus beneficios.
Ahí tenemos el sector político, en donde muchos de sus actores se olvidan de que es imposible el sosiego social cuando unos pocos se apropian de lo que pertenece a todos.

Creemos que las autoridades tienen un gran reto por delante. Hay que propiciar políticas sociales que ataquen de raíz las causas que van generando tanta descomposición. La familia juega un rol importante en esta tarea, pero el Estado tiene que garantizar las condiciones para vivir dignamente.
Devolver la tranquilidad a este pueblo debe ser la tarea principal del Gobierno para el nuevo período que estrenará a partir del 16 de agosto.

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