El fenómeno de la Danilomanía

                
                                                                                  
      
                                
Encadenamientos productivos: del siglo XXI a la época de las cavernas


Por FAUSTO ARAUJO

En  los albores del año 2012 – concretamente a partir del último tramo de la campaña electoral de entonces y luego de Danilo Medina jurar como Presidente de la Republica-  en todo el ámbito nacional se ha producido una gran simpatía y valoración positiva en torno a la figura del Jefe de Estado, lo que se ha convertido en una real Danilomanía.

La ambiciosa cantidad de proyectos de desarrollo ejecutados en favor de las amplias mayorías, la auténtica revolución educativa, acompañada de la casi erradicación en un 100 por ciento del analfabetismo, el apoyo a las pymes, el empleo, la productividad, los planes sociales y la consolidación de un modelo de crecimiento con justicia social, mediante el cual se ha colocado a las personas, las familias y las comunidades en el centro de todas las políticas, son algunas de las claves que se han combinado para que el fenómeno de la Danilomania se sienta y se extienda en toda la geografía nacional.

En algo que nunca se había observado en la historia con relación a un Estadista de la Republica Dominicana, durante todo el período de exitosa administración, la valoración del presidente –según prestigiosas firmas encuestadoras- se ha mantenido entre un 85, 89 y 92 por ciento, lo que provocó una histórica Reforma Constitucional, con el apoyo de más del 67 por ciento de la población y el voto casi unánime de la Asamblea Nacional, a los fines de que el Presidente se pueda repostular en este año 2016 por 4 años más.

Asimismo, la aceptación de Danilo, ya en su rol de candidato presidencial para un nuevo mandado por el Partido de la Liberación Dominicana y otras 13 organizaciones políticas más, va desde un 57 hasta un 67 por ciento. La fortaleza de la oferta electoral del Bloque Progresista, incluso, podría superar el mayor porcentaje que candidato alguno haya alcanzado en unas elecciones presidenciales en la historia del país, que fue de un 62.6% obtenido por el profesor Juan Bosch en los comicios de 1962.

Todas las firmas encuestadoras, locales o internacionales, indican que Danilo gana en única vuelta las venideras elecciones. En ese tenor se han inscrito hasta los “sondeos de laboratorios” que se han hecho en las oficinas del principal candidato de oposición, que han tenido que reconocer la supremacía electoral de Jefe de Estado y del PLD y aliados.

En efecto, para nadie es un secreto que quien encabeza la boleta electoral peledeísta constituye una clara opción para llegar al Poder en única vuelta en el certamen electoral del 15 de mayo de 2016. Es más si Danilo Gana o no en primera vuelta no está en discusión, las expectativas es con qué porcentaje de votos resultaría triunfador.

Así como ocurre con las firmas encuestadoras internacionalmente reconocidas, también en las emisoras de radio del país, los canales de televisión y en las redes sociales, en todos los sondeos que se efectúan, el Presidente Danilo Medina derrota con amplio margen al  candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), lo que constituye otro ejemplo de que hay una Danilomanía colectiva que crece con el paso de los días.

Un aspecto, mucho más importante que esas encuestas y sondeos, lo constituye los más de 49 actos, grandiosas concentraciones de juramentaciones de candidatos congresionales y municipales, asambleas de proclamación, marchas y caravanas realizadas por toda la geografía nacional por el candidato presidencial del PLD, donde las masas se han desbordado de manera impresionante en las calles para manifestarle su apoyo.

La primera de esas manifestaciones apoteósicas se llevó a cabo en Azua, en el marco de la proclamación del candidato a senador del Bloque Progresista, el senador Rafael Calderón, y la más reciente –aparte de las últimas cinco actividades efectuadas en Santo Domingo Oeste y Norte, la Circunscripción 3 del Distrito Nacional y las provincias Duarte, Puerto Plata, Monte Plata y pueblos del Este-   tuvo lugar en La Vega, localidad donde nació el más grande pensador social dominicano de todos los tiempos, símbolo de la dignidad nacional, maestro de América, padre de la democracia y fundador del PLD: el inmenso Juan Bosch.

El candidato presidencial del PLD, el PRD y las demás fuerzas que integran el Bloque Progresista ha recibido los más diversos elogios a nivel local e internacional, hasta por parte de adversarios políticos.

El fenómeno Danilo se siente con fuerza cada día y cada hora en las esquinas de los barrios, en los campos, en los colmados y supermercados, en las empresas y las industrias, en los centros de enseñanza y de salud pública y privada, en los vehículos del transporte colectivo y en las plazas públicas de todo el país.

Todos los comentarios favorables de la opinión pública giran en torno a Danilo.

Asimismo, el fenómeno de la Danilomania se ha extendido con asombrosa penetración en aquellas localidades extranjeras donde viven muchos dominicanos y dominicanas, tales como Estados Unidos, España, Puerto Rico Venezuela y otros.

Igualmente, se evidencia cada día en los medios de comunicación electrónicos, en las páginas de los periódicos y en las redes sociales de la República Dominicana, en los cuales escritores, periodistas, columnistas, analistas, profesionales y personas en particular se refieren con sobrados elogios al fenómeno Danilo.

El incuestionable éxito de la gestión de gobierno de Danilo y el PLD, el potencial y aceptación del candidato y la fortaleza del PLD y fuerzas aliadas, indefectiblemente garantizaran un triunfo arrollador en primera vuelta –con más de 31 votos porcentuales por encima de su más cercano contendor- en los comicios pautados para el 15 de mayo de 2016.
EL AUTOR es escritor, periodista, especialista en comunicacion social y dirigente del PLD. 

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