Regional de Educación 04 celebra Bicentenario de Matías Ramón Mella y Día de la Bandera Nacional



San Cristóbal.- Con izamiento especial en la explanada frontal, tedeum, ofrenda floral y parada cívica en todos los centros educativos, la Dirección Regional de Educación 04, San Cristóbal, celebró hoy el Bicentenario del Natalicio del prócer dominicano, Matías Ramón Mella y el Día de la Bandera Nacional.

Las palabras centrales del acto estuvieron a cargo de Darío Campusano Hichez, director regional, quien recordó a Mella como uno de los dominicanos modelo de valentía, honestidad, solidaridad, arrojo y preocupado por el bienestar de la patria.

“En días como hoy donde escasean los valores en nuestra sociedad, es para mí un gran honor compartir con ustedes este humilde homenaje a este prohombre de nuestra historia, de ayer, de hoy y de siempre, pues los dominicanos de la estatura de Mella jamás mueren”, afirmó Campusano Hichez.

Aseguró también que el patricio fue uno de los más perseguidos por los ocupantes haitianos, debido a que nunca simuló su rechazo a su presencia en nuestro territorio, razón por la cual fue apresado en varias ocasiones, más nunca mermó su espíritu de luchar, y después de salir de prisión animaba con más ardor a los jóvenes para que sumasen a la causa de la Independencia Nacional.

La bienvenida estuvo a cargo del gobernador provincial, Julio Cesar Díaz, quien catalogó a Mella como un gran político y militar, que se convirtió a los 19 años en el jefe de la común de San Cristóbal, lo que hoy se denomina jefe de la Policía Provincial, además de ser el que promulgó la ley que forma el Ejercito Nacional.

Reseña histórica sobre Mella

De las tres grandes figuras próceres del siglo 19, fundadores de la República, Matías Ramón Mella representa la expresión militante y decidida y el más adaptado a las actividades políticas de una sociedad precapitalista.

Matías Ramón (que años atrás se le llamaba erróneamente Ramón Matías) nació el 25 de febrero de 1816 en la ciudad de Santo Domingo, hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo Álvarez. En Santo Domingo creció y vivió, adquiriendo para su adolescencia y primera juventud fama de hombre de valor. Se le reputaba como muy diestro en el uso de la espada y el sable.

Como de otras figuras de la historia dominicana, poco sabemos de la vida de Mella en sus primeros tiempos. En 1835, a los diecinueve años, es nombrado "Preposé", o encargado de la común de San Cristóbal. Al parecer allí se dedicó también al negocio del corte de madera, actividad de la que se ocupaba Antonio Duvergé lo que supone que se conocieron desde entonces.

Contrajo matrimonio a los veinte años con la joven María Josefa Brea, perteneciente a una familia burguesa importante, aunque ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio, según hace constar en el testamento fechado 5 de mayo de 1859. Fue ya casado, cuando al parecer adquirió sus bienes y propiedades, parte de ellos por vía hereditaria tras el fallecimiento de su padre en febrero de 1837.

No se sabe tampoco cuando conoció a Juan Pablo Duarte pero, fundada la sociedad secreta "La Trinitaria", se adhirió a ella en calidad de "comunicado", junto a Francisco del Rosario Sánchez y Félix María Del Monte. Duarte vio en Mella un discípulo de condiciones excepcionales y lo designó para substituir a Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones que le encomendara, de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos cuando se organizara el movimiento de la Reforma (paso previo para alcanzar la independencia).

Todavía en 1842 residía o visitaba con frecuencia a San Cristóbal ligado al negocio del corte de madera. En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de la isla, para hacer contactos con los revolucionarios reformistas adversarios del presidente Boyer.

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