En la vida republicana hemos escuchado presidentes que actĆŗan
como Poncio Pilato y han expresado que la corrupciĆ³n se detiene en la puerta de
su despacho ; otros han cuantificado la
cantidad de dinero del pueblo que se llevan en los bolsillos los funcionarios
corruptos y para justificar han llegado
a decir que la corrupciĆ³n es parte del sistema polĆtico en que vive la RepĆŗblica
Dominicana.
Pero otros se han ido mĆ”s lejos y han dicho que lo que aquĆ
se le llama corrupciĆ³n en otros paĆses se le llama mordida.
Con esa forma evasiva los mandatarios han dato patente de
corso a sus seguidores para que hagan lo
que quieran con el erario pĆŗblico, y en muy raras ocasiones, han sido capaces
de llevar a los tribunales a partidarios suyos.
Pero en el gobierno del
presidente Danilo Medina la cosa es distinta y cuando se producen actos
de corrupciĆ³n los organismos correspondientes inmediatamente son
apoderados por el Ministerio PĆŗblico para que tome carta en el asunto.
El jefe del Estado como fiel discĆpulo del profesor Juan
Bosch estĆ” llevando al banquillo de los acusados a todo funcionario que viole
las leyes y la ConstituciĆ³n de la RepĆŗblica, principalmente a los que cometan
actos indecorosos.
Este estilo responsable y transparente que lleva a cabo el
primer mandatario de la naciĆ³n es lo que lo ha hecho que el pueblo dominicano
le pida que continĆŗe en el poder mĆ”s allĆ” del 2016.
La sociedad dominicana valora positivamente el esfuerzo que
realiza el jefe de la administraciĆ³n pĆŗblica para que haya mĆ”s y mejor
educaciĆ³n, hayan mejores servicios de salud y vivamos mĆ”s seguros alguno de
nuestras familias.
Autor: Emmanuel Solano
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