La Dirección General de Comunicación destacó
hoy el impacto de la estancia infantil construida por el gobierno en el Nuevo
Boca de Cachón.
Mi manera de compartir
Hace poquito más de un año (23 de
abril de 2014) Danilo Medina entregó el Nuevo Boca de Cachón, modelo de pueblo
verde y sostenible, protegido para siempre de las crecidas del Lago Enriquillo.
560 viviendas de tres
habitaciones, con huerto propio y algunas habilitadas para personas con
discapacidad.
Para facilitar la convivencia
saludable y segura de los vecinos y vecinas, el Nuevo Boca de Cachón tiene
destacamento de Policía, estación de bomberos, estancia infantil, escuela,
liceo, clínica de atención primaria, asilo de ancianos, puesto de Cruz Roja y
áreas de esparcimiento, comerciales, deportivas, culturales y religiosas.(http://bit.ly/1FIEuC4)
Hace poco, la estancia infantil
del Nuevo Boca de Cachón comenzó a recibir niños y niñas, luego de formar y
entrenar al personal a cargo del cuidado y estimulación temprana de los
infantes y de dotarla de todo el equipamiento necesario (mobiliario, cocina y
materiales pedagógicos).
La más
grande obra de amor del gobierno
Se ha dicho, y con mucha razón,
que Quisqueya aprende Contigo, el programa de alfabetización, es una gran obra
de amor para con los excluidos del saber.
Ahora, luego de visitar la
estancia infantil del Nuevo Boca de Cachón, de verla en operación, de escuchar
a padres y técnicos, podemos decir que Quisqueya empieza Contigo, las estancias
infantiles, es una obra de amor mucho mayor, porque además de prodigar atención
y educación primorosa a los niños de 0 a 5 años, significa mayores ingresos
para sus padres, pues no tienen que gastar en desayuno, almuerzo y merienda,
tampoco en el cuidado de sus hijos. Igualmente, mayor libertad (tiempo) para
estudiar y/o trabajar.
La estancia infantil es amor
que se convierte en bienestar de dos, de tres, de cuatro y hasta de cinco
personas, si además de los padres, son varios los hijos.
Es también amor constructor del
mejor futuro patrio, pues bien acogidos y cuidados, bien educados y estimulados
en sus primeros cinco años de existencia (que son determinantes), los más
chiquitos de la casa y de nuestro país, se inician de la mejor manera, con la
mejor educación y nutrición.
Tan divertida es la estancia
que los niños no quieren irse al final de la tarde para sus casas.
“La estancia, dice la educadora
Maximina Recio, es lo mejor que tiene este pueblo”.
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