Secretario Municipal entrevista al mayordomo Luís Perdomo Hidalgo


                                                                                                                                                                                      El pasado viernes 13 el Ayuntamiento del Municipio de  San Cristóbal, le ofreció  un sencillo pero significativo reconocimiento a  Don Luis  Enrique Perdomo Hidalgo, con motivo de cumplir sesenta años de labor ininterrumpida  en la Institución. Ante de darle publicidad al mensaje que  escribí  para esa ocasión   a ese meritísimo servidor público, quise hacerle esta breve entrevista, con el objetivo de que los amigos lectores de este periódico digital  conozcan algunos de sus perfiles.

¿Dónde nació Luís  Enrique Perdomo Hidalgo?

Nací  en esta ciudad  en la Av. Constitución No 7, hoy   casa No.33, en el mes de Febrero del año 1935,  es decir tengo cumplido Setenta y siete años de edad, y como cosa del destino actualmente resido en el mismo lugar donde nací.   

¿Cuántos hijos procreaste con tu pareja?

Tuve cinco hijos, de los cuales murieron dos.

¿Qué edad tenías  cuando empezaste en este Ayuntamiento y cuales funciones has  realizados?, ¿Cuál fue tú primer salario?

Ingresé  a trabajar aquí a la edad de 17 años siendo todavía un muchacho  haciendo la función de mensajeria, esto ocurrió en el año 1952. Fue mi primera labor  aquí con un salario de setenta y cinco centavos diario. Al cumplir los 18 años de edad, saqué la cédula  y pedí mi traslado para  trabajar en  la calle en razón de mejoría económica  ganando un salario de un  peso diario; permanecí allí  por largo tiempo, hasta que  fui trasladado a “embellecimiento”, lo que hoy es “Ornato y Limpieza”. Tiempo después volví a  trabajar a la calle en bacheo y arreglo de calles. Pasado unos años pasé a la función de encargado de Almacén conjuntamente  con el cargo de Mayordomía, esta última hasta la fecha.

¿Recuerdas  Don Luís bajo que gestión ingresaste?

El Alcalde  en esos tiempos era “Luís Tomás Sallant. Quiero agregarte que en esos tiempos no había período de cuatro años, porque Trujillo era que nombraba a los Alcaldes.

¿Cuál ha sido el momento o los momentos que mayor alegría y satisfacción has  vivido hasta el día de hoy en esta Institucion?           

Han sido muchos, con relación a los Alcaldes de los años más recientes,     para empezar,  me sentí muy satisfecho con el Alcalde Julio Cesar Domínguez, todo lo que necesitaba me lo facilitaba; en la gestión de Anibin Santana (Nibin), me tenia en un lugar especial, con regularidad me llamaba para escuchar de mi un concejo o una sugerencia ante determinada situación, contaba conmigo por la experiencia que tengo en el Ayuntamiento, le agradezco eternamente   el haberme facilitado los recursos  para hacerme  la operación de la vista. De José Román debo decirte, que recibí un trato afable, de caballero. Fue un Alcalde muy laborioso. Fui generosamente favorecido con la donación de una porción   terreno en el cementerio; gracias a él tengo mi espacio asegurado para cuando llegue la hora que es común a todos los mortales. Mis saludos donde quiera que se encuentre.  

También de Nelson De la Rosa recibí sus manos amiga,  siento hacia  él  profunda gratitud. Del Alcalde José Montàs fui sorprendido con un regalo de  diez  mil  (RD$ 10,000) pesos como premio a mi comportamiento.
Del  actual Alcalde,  Señor Raúl Mondesí, recibí con sumo agrado  un significativo aumento a mi pensión, que gracias a Dios me  ha permitido comprar mis medicinas y ayudar a mi familia; estoy sumamente agradecido de él.

En complemento a todo esto,  no debo dejar de decirlo, he conocido durante todos esos tiempos a tantas personas buenas en sus diferentes grados, que en alguna forma me han transmitido el calor de la felicidad y el amor.

 ¿Cuál ha sido la fórmula que te has  aplicado para lograr ese largo camino de  labor verdaderamente  exitosa?

Mira, en pocas líneas, yo nací para trabajar; durante todo el trayecto de mi vida, nunca me he concebido la vida  ligada al ocio. He tenido la suerte de que Dios inyectó  en mi torrente sanguíneo, suficiente energía para empujar hacia delante, y de paso el privilegio de gozar de  buena salud, lo demás lo aporto yo.

¿Cómo se siente Don Luís hoy, luego de evaluar sus sesenta años de labor en esta Institucion?

Lo primero es que siento que ha valido la pena. De verdad que muy satisfecho y muy honrado por todas la cosas que Dios ha permitido que ocurran. Muy feliz por haber compartido con todos los Alcaldes que he conocidos a partir de Abril del 1952.

Esta fue la entrevista hecha a Don Luís; mi intención  es edificarles a todos ustedes, de que estoy frente a un mortal, que pese a sus setenta y siete años de existencia,  y sus sesenta de labor sin pausa en esta Institucion, no cede un minuto en su puntualidad a su labor diaria, además de asistir sábado y domingo por algunas horas, aunque sea, esto lo supongo yo, para palpar la estructura del Edificio.

“Me atrevo a decir, que Don Luís es la antítesis del hombre pusilánime “.

A continuación el texto íntegro que le dediqué el viernes trece durante la fiestecita en el homenaje y entrega del  reconocimiento  que se lo ofreció.

Señores todos:

Esta es una bella tarde, una más, de tantas que nuestro Dios nos ofrece cada día. Homenajeamos nuevamente a Don Luís, en esta ocasión por sus Sesenta años de servicios aquí.
Confieso que para escribir el texto que contiene el pergamino de reconocimiento que le será entregado hoy a Don Luís, dediqué algunos minutos explorando el archivo de mi cerebro, con la idea de adecuar el calificativo que mejor se ajustara a sus condiciones de servidor Público por  todos esos años en esta Institución,  y la palabra más idónea fue “colosal “; según definición del diccionario esa palabra  significa: de estatura o proporciones mayores que las naturales, extraordinaria. En materia de consistencia y de conducta en todos los aspectos, eso ha sido Don Luís aquí,  “un verdadero coloso”.
Al llegar a la edad apta para realizar de manera formar un trabajo, lo ideal es que este nuevo quehacer sea del gusto de uno, de no ser así, probablemente, a menos que se realicen mayores esfuerzos, viene el desgano, la apatía y el incumplimiento a la tarea que se nos ha asignado. De seguro que en algún momento Don Luís, se ha sentido mal por algún hecho que no haya sido de su agrado; esto es humano y natural, en la vida todo no puede ser color de rosa; a veces el cuerpo necesita hasta llorar. Pero de lo que estoy seguro al igual que ustedes, es que Don Luís ha sentido durante sus sesenta años de vida Municipal un excepcional amor por esta institucion. Solamente es posible esta hazaña, si  hay un elevado sentimiento de amor por esta entidad, él ha demostrado poseer ese amor.
Gravé en mi memoria hace muchos  años una expresión de mi hermano mayor, quien  respondiendo a una  pregunta que hiciera alguien con relación al compromiso laboral de este en la ciudad  de México, donde actualmente reside; luego de explicar  con breves palabras la inquietud de la  persona interesada, agregó: “me gusta tanto mi trabajo que puedo realizarlo sin recibir un centavo, pero como me lo pagan, lo hago pues con más gusto”. Realmente los humanos somos los seres por excelencia que mayor inclinación presentamos a favor del buen vivir, de la comodidad;  mientras más a gusto nos encontramos, más nos entregamos. Al Juzgar por los hechos,  Don Luís  durante su larga travesía se ha sentido bien aquí, aprecio en él  al gran soldado que ha visto llegar y partir por diferentes razones del escenario que presenta este medio, a miles de compañeros durante todos esos años, logrando este permanecer erguido como los grandes  guerreros de la antigua Grecia que hace mención  la historia de la Edad Media.

Con la modestia que me ha caracterizado toda la vida, defino  estos sesenta años que hoy cumple Don Luís de labor continua en la Institución, “como una extraordinaria  épica laboral”, cuya travesía es difícil de imitar.
Creo y  no exagero al decir, que Luís respira Ayuntamiento, porque su espíritu encarna esta Institucion.
Don Luís, en nombre de todos los congregados aquí, y los demás compañeros empleados ausentes   que conforman este Organismo Edilicio, te hacemos reiterativo nuestra estima, admiración y respeto. Ojalà  podamos seguir juntos unos años más.
     
Finalmente señores, esto he pensado en voz alta. Esta Institución estaría hoy más feliz, si dispusiera en su nómina varios servidores con la calidad de Don Luís.  

Felicidades                  

          

                                                                                         Franklin Díaz Polanco
                                                                           Secretario Municipal AMSC

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