URBANISTA CUESTIONA ALTA SATURACION PROPAGANDISTICA DE ROBERTO SALCEDO

SANTO DOMINGO.- El arquitecto Emilio José Brea cuestionó que el síndico Roberto Salcedo Gavilán, haya utilizado las calles de Santo Domingo para desplegar una abrumadora campaña propagandística en su propio beneficio, después de utilizar su autoridad para impedir que los demás sectores políticos hicieran lo mismo.

El reconocido urbanista recordó que el actual ejecutivo municipal había declarado la ciudad de Santo Domingo libre de contaminación visual y había jurado que no permitiría que la propaganda política invadiera los espacios públicos.
Dijo que el señor Salcedo Gavilán “logró que los partidos no pusieran propaganda en cualquier lugar del sector que le tocó gobernar. Los disuadió.

Pero ha sido para él quedarse con todos los resquicios, muros, valladares y quioscos simulados que oficialmente han sido permitidos para publicidad comercial, nunca jamás para promoción cultural, para orientación ciudadana, o para información general”, expresa el arquitecto Brea.

El profesional hizo el cuestionamiento a propósito de un anuncio de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), que declara a Santo Domingo como Capital Ambiental 2010 en reconocimiento a su programa de arbolado urbano y a la supuesta consolidación de “una infraestructura verde y el uso sostenible de los sistemas que soportan la vida en la ciudad de Santo Domingo”.

Calificó ese reconocimiento como “un logro de dudosa y sospechosa reputación, de veracidad improbable o inverosímil, puesto que quien conoce la capital dominicana sabe muy bien que todo lo contrario de lo que la UCCI reconoce y premia, es lo que en realidad ocurre en Santo Domingo”.

Sostuvo que el territorio que se pretende reconocer es en realidad “un acertijo de resquebrajamientos precisamente ambientales, por disfunción urbana, informalidades, abandonos, sucios, pestilencias, carencias, inasistencias, abusos, agresiones, injerencias, absurdos, entaponamientos, acumulamientos, inseguridad, oscuridad pública, terror sicológico ciudadano, caos, sanidad e higiene pública inexistente, contaminación sónica y electrónica, pérdidas de aceras y áreas verdes, y espacios públicos irrecuperables, como el 9 de la Duarte y el 12 de Haina”.

Se preguntó: ¿cómo se puede otorgar a esta ciudad capital semejante blasón para insertárselo, precisamente en vísperas de unas elecciones cruciales para la ciudad misma, y propiciar con ello un falso estandarte de logros improbables e inciertos? ¿Quiénes, ciegos de lisonjerías banales, pueden atreverse a seguir faltándole el respeto a toda una ciudadanía acogotada de problemas urbanos por falta de un real y efectivo entendimiento de lo que debe ser una gestión administrativa municipal? ¿A qué costo se atrevieron a salir con semejante caramelito de espejitos carnavalescos?, subrayó el arquitecto Emilio Brea.

Publicar un comentario

0 Comentarios